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Historia

Jueves, 16 de enero 2020, 10:11

Conforman el término municipal de este Ayuntamiento los cuatro concejos del antiguo valle de las Herrerías (Cades, Casamaría, Camijanes y Rábago) más los dos de Bielva y Cabanzón, desgajados del de Val de San Vicente en 1835. Todos ellos eran parte de la Merindad de las Asturias de Santillana.

Las primeras referencias documentales en torno a lugares de este municipio se remontan al siglo X. Hacia el año 1000 se habían fundado ya en el extremo oriental de la región de Cantabria una serie de núcleos, de entre los cuales destacaba como mención antigua la puebla de Camijanes, documentada en 951 por tener allí posesiones el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Otros lugares aparecían mencionados: Bielva, cuya iglesia se documenta en 1184; Cabanzón, en el que se registran heredades pertenecientes al Monasterio de Santillana en 1111; Cades, y Casamaría. De todos ellos alcanzó especial desarrollo Camijanes, que se constituyó como un barrio de ferrerías con privilegios singulares, como el de la exención general de tributos, salvo la cantidad señalada para cada producto que labraban en sus ferrerías. Sin duda, ésta es la razón de la denominación general que se dio al valle.

Estas entidades locales aparecen en el Libro de las Merindades de Castilla (1351) como lugares de behetría que tomaban por señores a quienes libremente elegían. Se estableció entonces la dependencia señorial en Bielva a la Casa de Ceballos, y en Cades a la Casa de la Vega. En Cabanzón, durante siglos posteriores, tuvieron vasallos los condes de Castañeda. Probablemente esto no es sino una manifestación del espíritu enormemente independiente de las gentes del valle de Herrerías, que, como los vecinos de Lamasón y Peñarrubia, eludieron la vinculación señorial en la época bajomedieval y moderna, aun cuando en Cabanzón existieran gentes ligadas al conde de Castañeda, según demuestra la posesión que en aquel lugar tuvo en 1429.

En el siglo XVII, las gentes del Real Valle de las Herrerías vivían de la siembra del maíz y alubia, huerto de hortaliza y prados segaderos que alimentaban la ganadería. Diversos molinos harineros molían con aguas del río Nansa, que era cruzado por una barca en el lugar de Rábago.

Con la llegada de la época constitucional, en 1822, se formó el Ayuntamiento de Herrerías con los lugares de Cades, Casamaría, Camijanes y Rábago. Años después se recuperaron para el municipio Cabanzón y Bielva, integrados hasta entonces en Val de San Vicente. Precisamente en este último pueblo se estableció la capitalidad del nuevo ayuntamiento constitucional.

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