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Jueves, 16 de enero 2020, 10:12
Flora. Al ser un valle tan alto (prácticamente todo el territorio está a más de 800 metros de altura), su vegetación es rica y variada. Por esta zona se encuentran las mejores extensiones de robledal, hayedo y abedular de la región, además de escobonales de genistas floridas. Pueden destacarse los hayedos de Uznayo y Tresabuela, que se prolongan desde Liébana por la ladera de Peña Labra, o los que, al este, ascienden hacia Sejos, Helguera y Cueto La Concilla, que se suceden con el abedular; o, al norte, el robledal de Cueto Cucón. Por encima del arbolado, a unos 1.600 m de altitud, aparece el piso de vegetación subalpina, con especies como los enebros, los escaramujos péndulos y las griñoleras, que cuelgan de las rocas de las cimas. Las praderías de la zona, como los puertos de Sejos, han tenido problemas por la expansión de una planta con un látex blanquecino, que no comen las vacas: la lecherina.
Fauna. Esta diversidad de vegetación da cobijo a una variada fauna, entre la que sobresalen especies protegidas como el lobo, el buitre leonado y el águila real. También se refugian en sus frondosos bosques ciervos, corzos, jabalíes, rebecos... Desde el punto de vista cinegético, Polaciones se incluye dentro de la Reserva Nacional de Caza de Saja, la más extensa de España, con unos 1.600 km2 de superficie. El municipio cuenta con tres lotes de caza mayor: Bárcena y Verdujal, Casal Este y Casal Norte (este último también conocido como Robledo).
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