Naturaleza

Situado en la zona central de la comarca del Nansa, Rionansa posee una elevada calidad paisajística, poco quebrantada a lo largo de los tiempos gracias a la abrupta topografía, que ha motivado la escasez de vías de comunicación y la reducida densidad de población. Pese a la escasa altitud del área septentrional del municipio, donde no se alcanzan los 200 m, se llega a importantes cotas al sur, en las cumbres de Peña Sagra, entre las que destaca El Cornón (2.046 m). Estas elevaciones han permitido la presencia de un buen ejemplo de morfología glaciar, pudiendo observarse morrenas y valles en 'U' propios de este origen.

Desde el punto de vista geológico, el municipio se sitúa, en su mayor parte, en un gran sinclinorio en el que, sobre las areniscas triásicas, aparece una sucesión de calizas jurásicas y de areniscas y arcillas de las facies Purbeck y Weald (Jurásico-Cretácico). Esto hace que en las inmediaciones de Puentenansa puedan observarse típicos paisajes kársticos.

Ríos. El municipio se articula a partir del tramo medio del río que le da nombre y de algunos de sus afluentes. El más importante de ellos es el río Vendul, al que vierte el arroyo de Sebrando en las proximidades de San Sebastián de Garabandal, uniéndose ambos a la margen occidental del Nansa a la altura de Cosío. Estos tres son los cursos de agua que forman el LIC (Lugar de Interés Comunitario) del Nansa.

A pesar de la destacada tradición pesquera de truchas y salmones, estas especies se han visto mermadas desde 1941, fecha en que la empresa Saltos del Nansa S.A. comenzó a desarrollar una serie de actuaciones dirigidas al aprovechamiento hidroeléctrico de toda la cuenca. La más visible de estas actuaciones en el municipio es la presa de Palombera, con unos 25 m de altura y 74 de longitud de coronación afirmados sobre bancos calizos de gran potencia, lo que genera un embalse de unas 18 hectáreas.