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Patrimonio

Jueves, 16 de enero 2020, 10:12

Patrimonio arqueológico

Rionansa cuenta con importantes yacimientos prehistóricos, son de reseñar la cueva de Chufín (Riclones), la cueva de Micolón (Riclones) y la cueva de El Porquerizo (Celis). Las tres fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 2000.

La cueva de Chufín de Celis descubierta en 1972 por Manuel de Cos. La entrada a la cavidad se sitúa a escasa distancia del pueblo de Riclones, a la orilla del embalse de Palombera, y a ella puede accederse por un complicado sendero, si bien es más habitual hacerlo a través del pantano. La cueva cuenta con un amplio vestíbulo, en el cual se halla la mayor parte de los grabados de la cavidad, éstos fueron realizados con líneas incisas y representan cápridos y cérvidos, además de un pez y otros signos sin identificar. En el interior, además de grabados, aparecen pinturas rojas –ejecutadas fundamentalmente a base de puntuaciones– con forma de bóvidos, caballos, bastones y conjuntos de puntos. El primer conjunto de manifestaciones se adscribe al estilo II o comienzos del III de Leroi Gourhan y el segundo al estilo III. La cavidad poseee un yacimiento arqueológico.

La cueva de Micolón de Riclones se halla a 200 m escasos de la cueva de Chufín. Fue descubierta en 1976. Además de hallarse en ella un buril de sílex, existen nódulos del mismo material con signos de haber sido explotados en la Prehistoria. Contiene pinturas rojas y grabados que representan osos, caballos y signos interpretados como vulvas del estilo Leroi Gourhan III.

Del Neolítico o Calcolítico datan algunas estructuras de piedra encontradas cerca de San Sebastián de Garabandal, como un muro circular de casi 8 m de diámetro y un túmulo dolménico formado con calizas y conglomerados de la zona, ambos bastante desmantelados. Así mismo es de reseñar la presencia en Hoyo de la Gándara, a mitad de la ladera norte de Peña Sagra, de un motivo grabado sobre una cara plana vertical de un gran bloque errático de conglomerados cuarzosos. Se lees puede atribuir una cronología de inicios de la Edad de Bronce.

Patrimonio civil

El elemento arquitectónico más destacado del municipio es, sin duda, la torre de Rubín de Celis en Obeso, perteneciente a uno de los linajes más importantes de las Asturias de Santillana. Se construyó en el siglo XV, en una loma elevada sobre una curva del río; en aquella centuria fue señor de Obeso Juan Gonzalo Miguélez, capellán de los Reyes Católicos, vicario del obispo, abad de Luey y Beneficiado de la iglesia de San Vicente de la Barquera. De planta cuadrangular, conserva sus muros de sillarejo, con esquinales y vanos de sillería. Los huecos son muy escasos y reducidos, lo que prueba su carácter defensivo, y tienen formas apuntadas y ajimezadas. Su altura es de cuatro pisos, el último de los cuales, de mampostería, fue añadido ya en el siglo XVI. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1992.

Son numerosas las casas construidas en los siglos XVII y XVIII que todavía pueden verse en Rionansa, muchas de ellas dotadas de amplias solanas tendidas entre los hastiales, típicas de las Asturias de Santillana. En Cosío se encuentran tres casas pertenecientes al linaje de los Cosío. En el centro de la localidad se encuentra la casa torre de la familia, un bloque de grandes dimensiones cuya fachada está dominada por una solana y un escudo de grandes dimensiones (en la fachada posterior se pueden ver una galería de corte decimonónico). Se encuentra en el mismo lugar donde la familia tuvo casa fuerte, cuyo origen se remonta al siglo XIII (en 1236 se documenta la donación de la iglesia de San Miguel de Cosío a la abadía de Santillana por el miembro más antiguo conocido de la familia, Ferrán Gonzálviz de Cossío y su mujer Elvira Gómez). Se cita un testamento fechado en 1727 en Valladolid de Francisco Rubín de Celis, Bedoya y Cosío para datar la erección de la construcción actual. Otro edificio de esta familia es la llamada 'La Casona' situada en con capilla anexa en la que consta la fecha 1723, a la salida del pueblo hacia San Sebastián de Garabandal, y la 'casa de la Panda' a la entrada, del siglo XVIII.

Otras construcciones de aquellas centurias son la casa de 'la Campa' o 'Campona', situada en Celis, datable en el siglo XVIII y ornada con las armas de Diego de la Campa, Celis y Gutiérrez del Cortijo; y la casa Condal en San Sebastián de Garabandal, con una inscripción que la fecha en 1723, las armas de Cosío y una ventana con el dintel adornado con bajorelieves.

En cuanto al patrimonio decimonónico se cuenta el balneario de la Brezosa en Puentenansa. Fue construido en dos fases, en 1850 se estableció la galería de baños y la hospedería y en 1892 se concluyeron la vivienda, biblioteca, capilla y otras dependencias.

Casona solariega de los Cosío, en Cosío. Casona La Campona, en Celis. Torre de Rubín de Celis, en Obeso.
Imagen principal - Casona solariega de los Cosío, en Cosío. Casona La Campona, en Celis. Torre de Rubín de Celis, en Obeso.
Imagen secundaria 1 - Casona solariega de los Cosío, en Cosío. Casona La Campona, en Celis. Torre de Rubín de Celis, en Obeso.
Imagen secundaria 2 - Casona solariega de los Cosío, en Cosío. Casona La Campona, en Celis. Torre de Rubín de Celis, en Obeso.

Patrimonio religioso

Del patrimonio religioso de Rionansa destaca la iglesia de San Pedro de Celis una construcción de los siglos XVI-XVII, que consta de tres naves cubiertas con bóvedas de crucería cono terceletes con torre de campanas exenta. El retablo mayor, obra de gran tamaño, presenta detalles y mazonería relacionados con las obras del taller de Camargo, se data a finales de la década del setenta del siglo XVII; la pieza aprovecha materiales anteriores, entre ellos el tabernáculo, de mediados del siglo XVII.

Otros templos del municipio son San Miguel Arcángel de Cossío, una construcción del siglo XVII, de tres naves con el ábside está cubierto por una bóveda de combados y un retablo en un lateral tallado en piedra policromada; San Sebastián de Garabandal del siglo XVII; San Facundo de Obeso del siglo XVIII; y San Jorge de Puentenansa construida en 1925, siguiendo los parámetros de la arquitectura historicista.

Otras construcciones religiosas a reseñar son la ermita de San Roque de Celis, un edificio de gran tamaño reedificado a instancias del indiano Juan Gutiérrez Rubín de Celis a mediados del siglo XVIII; la ermita del Carmen, también en Celis, fundada por otro emigrante, Domingo Sánchez de la Campa y Celis, que testó en Portobello (Perú) en 1697 (en 1720 se hizo escritura de fundación); y la ermita de San Antonio de Riclones, erigida en el siglo XVII, bajo el patrocinio de un miembro de la familia Celis, como puede leerse en un escudo presente en el santuario. Por último reseñar el humilladero situado en mitad de un puente de La Herrería construido hacia 1750 y la capilla de la Virgen de San Sebastián de Garabandal, con una escultura del cántabro Jesús Otero.

Patrimonio industrial

El macizo de La Florida, que se desarrolla en los municipios de Valdáliga, Rionansa y Herrerías, fue objeto de explotación minera de calaminas, blendas y galenas entre 1855 y 1979. De esta explotación quedan, en el lugar de La Florida, vestigios del laboreo a cielo abierto, así como ruinas, casi irreconocibles, de un antiguo poblado minero que contaba, incluso, con un edificio destinado a capilla y escuela. En la Braña de Lacuarre puede aún observarse un pozo, para dos jaulas, de acceso a la mina del mismo nombre, dos casetas para transformadores eléctricos y varias chimeneas, canalizaciones y restos de edificaciones auxiliares. En este entorno se hallan entradas a la cueva de cueva del Soplao, Bien de Interés Cultural, con categoría de Lugar Natural desde 2005.

En el entorno del Nansa pueden verse varias obras de ingeniería y varios ingenios hidráulicos de interés. El elemento más destacado es el embalse de Palombera, que se extiende por 18 ha entre Herrerías y Rionansa. Se trata de una obra cuyo origen se remonta a 1941, fecha en que la empresa Saltos del Nansa S.A. comenzó a desarrollar una serie de actuaciones dirigidas al aprovechamiento hidroeléctrico de toda la cuenca. En 1950 se concluyó la presa de Palombera (provocando un gran impacto en la fauna fluvial), con unos 25 m de altura y 74 de longitud de coronación afirmados sobre bancos calizos de gran potencia.

Presa del embalse de Palombera.

Entre los ingenios hidráulicos situados en esta cuenca, se cuentan las ruinas del edificio de una antigua ferrería en las cercanías de Cossío, cuya licencia de construcción se otorgó en 1749 y dejó de funcionar en torno a 1860. Tanto la presa como el sistema hidráulico han desaparecido, y del canal sólo se aprecia su traza. Entre las instalaciones de aprovechamiento eléctrico se cuentan 'La Molina' de Celucos compuesto por un molino y una fábrica de luz de 1911 y la centrales hidroeléctricas de Celis y Rozadío. Por último reseñar la existencia de varios puentes de interés en el municipio: hay tres en Cosío, dos en Puentenansa, uno en Rozadío y uno en La Herrería, declarado Bien de Interés Local en 2004.

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