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Patrimonio

Jueves, 16 de enero 2020, 11:43

Patrimonio arqueológico

En Miengo se localizan dos importantes yacimientos arqueológicos las cuevas de Cudón y La Pila, en Cuchía. La cueva de Cudón fue descubierta a principios de la década de los treinta del pasado siglo XX. Custodia varios depósitos con restos materiales del Paleolítico Inferior, Medio, Superior, Prehistoria Reciente, Romano, Tardoantiguo y Medieval. Así mismo alberga un gran número de manifestaciones artísticas tanto paleolíticas como de épocas más tardías. De arte paleolítico se han documentado más de dos centenares de representaciones, entre las más antiguas se cuenta un conjunto de pinturas rojas y grabados, representando en ambos casos motivos sencillos. Destacan por su abundancia los puntos pequeños realizados con los dedos, que aparecen agrupados en dos y tres, o de forma aislada; y varios paneles de macarroni abstractos, descubiertos en 1963, que generalmente representan motivos lineales curvos, algunos de gran tamaño. La cronología de las manifestaciones podría remitir al periodo Gravetiense, dentro del estilo II de Leroi-Gourhan.

Así mismo, se han identificado 1.300 paneles de marcas negras de motivos abstractos, algunos complejos, varios antropomorfos y un ave de gran tamaño. Su cronología se orienta a la Edad Media. También se considera medievales a varios paneles grandes de incisos finos realizados sobre la calcita descalcificada del techo, en el denominado «Laminador de los Grabados», donde, además de motivos abstractos de difícil significación, se han catalogado tres pentágonos y dos enrejados o dameros. La cueva de Cudón fue declarada Bien de Interés Cultural en 1998.

En lo que respecta a la cueva de La Pila, desapareció por completo en 1988 tras ser excavada de urgencia entre 1982 y 1985 ante la amenaza del avance de la cantera de la empresa Solvay, dedicada a la extracción de caliza. El yacimiento paleolítico se componía de niveles magdalenienses y azilienses, proporcionando una magnífica colección de arpones, azagayas, cinceles y colgantes, algunos decorados. También contenía una serie de paneles con manifestaciones de arte parietal paleolítico.

Patrimonio civil

En el ámbito civil Miengo cuenta con impresionantes casonas erigidas en la Edad Moderna como el palacio de Herrera, también conocido como palacio de la Dehesa, una construcción del siglo XVII, situada en el barrio del Campo, formada por torre de tres alturas con cubierta a cuatro aguas y edificio adosado, con hastial lateral escalonado y rematado con pináculos. Cuenta con varias piezas armeras como el escudo plasmado en la portalada en arco de medio punto de acceso a la finca. Perteneció a Francisco de la Torre Herrera, caballero de Santiago y, en 1690, secretario del Rey en la Secretaría de la Guerra y el Consejo de Su Majestad. También tres plantas y cubierta a cuatro aguas presenta la casa-torre de Corro, una edificación del siglo XVIII ubicada en el barrio de Monte, en Mogro. Ésta conserva dos escudos timbrados por yelmo tras el que salen abundantes lambrequines. También del XVIII es la casona de las Encinas, situada en una corralada de la localidad de Bárcena de Cudón a la que se accede por una portalada monumental levantada en piedra de sillería que tiene un portón central en arco de medio punto y dos más pequeños a ambos lados. Un gran escudo timbrado por yelmo afrontado sobresale de la fachada del cuerpo superior, que, a su vez, remata una pequeña escultura en piedra de San Miguel. Responsable de la construcción de la portalada y la ejecución de los escudos fue Juan de Rumoroso, abogado de los Reales Consejos.

Portalada del Palacio de Herrera.

Este municipio cuenta también con algunos ejemplos de arquitectura civil de la transición del siglo XIX al XX, como la casona regionalista de Torre, en el barrio de Somo, en Miengo; y la casa de Amparo Rial, en el barrio de Peñas Blancas, también en Miengo, de estilo pintoresquista inglés, obra del arquitecto montañés Javier González de Riancho. Está formada por diversos volúmenes prismáticos y miradores poligonales, con tejados de vertientes muy inclinadas.

Entre los ejemplos de arquitectura privada contemporánea que pueden verse en este municipio se cuenta la casa Wunsch (1978), situada sobre un alto frente al cauce del Pas, sobre un proyecto del arquitecto Fernando Obregón Ansorena

Casa de Amparo Rial, en el barrio de Peñas Blancas.

Patrimonio religioso

Como exponentes de la arquitectura religiosa de Miengo destacan la iglesia San Martín (Mogro), San Miguel (Miengo), Nuestra Señora (Bárcena de Cudón) y la iglesia parroquial de Cuchía.

San Martín de Mogro se comenzó a edificar en el siglo XV, época a la cual se remontan los canecillos del presbiterio. Tiene una nave rectangular de tres tramos, ábside de tradición gótica y una torre del siglo XVI adosada a la izquierda de su fachada principal. Todo el templo está construido en muros de mampostería con sillería en los contrafuertes, esquinales y cercos de vanos. Custodia una notable escultura del Santo Entierro de finales del siglo XVI.

Iglesia de San Martín, en Mogro.

San Miguel, situada en la plaza del ayuntamiento de Miengo, data del siglo XVI. Es una iglesia de una nave, con ábside cuadrado y torre prismática anexa. En su fachada principal tiene un pórtico que alberga la puerta de ingreso adintelada. La nave está realizada en piedra de mampostería, mientras que el ábside, la torre y la capilla son de sillería. En el lado de la epístola se abre la capilla de Herrera. En cuanto a las parroquiales de Cuchía y Nuestra Señora de Bárcena de Cudón, se trata de sencillos templos cuyo origen se remonta al siglo XVI.

Iglesia de San Miguel, emplazada en el núcleo de Miengo.

Otras construcciones religiosas localizadas en este municipio son San Nicolás, en Gornazo, del siglo XVII, del estilo barroco; el santuario de la Virgen del Monte de Mogro, iniciada hacia 1658 se completó con un camarín y una capilla mayor hacia 1708, custodia un retablo mayor del siglo XVIII; y la iglesia parroquial de Cudón, una construcción neorrománica erigida en 1903.

Patrimonio mueble

Colección municipal de arte. La colección municipal de arte contemporáneo de Miengo es el resultado de donaciones y adquisiciones de obras realizadas por algunos de los numerosos artistas que han expuesto en la Sala Robayera, propiedad del ayuntamiento de Miengo. Este espacio, ubicado en los bajos del ayuntamiento a partir de la unión de tres antiguos despachos, fue inaugurado en 1988 con una exposición monográfica del pintor Juan Manuel Puente Rivero (Torrelavega, 1951), principal impulsor de la iniciativa y responsable de las actividades desarrolladas desde entonces en la sala.

En ella se han exhibido trabajos de artistas como Miquel Barceló, José Manuel Broto (1949), Carmen Calvo (1950), Rafael Canogar (1935), Eduardo Chillida (1924-2002), Juan Genovés (1930), Luis Gordillo (1934), Josep Guinovart (1927), Cristina Iglesias (1956), Joan Miró (1893), Juan Muñoz (1953-2002), Joan Hernández Pijuán (1931), Eva Lootz (1940), Jaume Plensa (1955), Albert Rafols Casamada (1923), Adolfo Schlosser (1939), Julian Schnabel (1951), Susana Solano (1946), Antoni Tàpies (1923), Jordi Teixidor (1941) o Juan Uslé (1954).

En 2003 los fondos de la colección municipal de arte de Miengo están compuestos por casi un centenar de trabajos, entre los cuales se encuentran más de una treintena de pinturas de los autores Alfonso Albacete (1950), Darío Álvarez Basso, Rosendo Álvarez Cortes, Ángel Bados (1945), Miguel Ángel Campano (1948), Cosme Churruca, Celestino Cuevas (1943), Carlos Franco (1951), Pilar Gómez Cossío (1950), Ángel Izquierdo (1949), Menchu Lamas (1954), Antón Llamazares, Joaquín Martínez Cano (1953), José Luis Mazarío (1963), Antonio Mesones (1965), Antón Patiño (1957), Manuel Pérez Cagigal, Juan Manuel Puente, Manuel Quejido (1946), Albert Ràfols Casamada, Ignacio Tovar, Xavier Grau (1952), Vicenç Viaplana, Susana Solano, Salvatore Ravo, Jordi Teixidor, Alejandro Corujeira, Ricardo Cavada (1954), Chema Cobo (1952), Marta Cárdenas, Luis Gordillo, Jaime Riera y Ramón Zuriarráin media docena de dibujos entre los que se encuentran las firmas de Joan Hernández Pijuán, Juan Muñoz, Adolfo Schlosser y Antoni Tàpies, dos decenas de trabajos realizados en técnicas mixtas de creadores como José Luis Alexanco, Eugenio Ampudia, Rafael Canogar, Carmen Calvo, Yamandú Canosa, Pedro Castrortega, Gerardo Delgado (1942), Juan Genovés, Curro González, Josep Guinovart, Faustino Cuevas (1948), Rafael Leonardo Setién (1957), Lluis Lleó, Rafael Peñalver, Jaume Plensa (1955), Juan M. Moro, Santiago Serrano (1942), grabados de los artistas Eduardo Chillida, Cristina Iglesias y Juan Muñoz, varias piezas escultóricas realizadas por Adolfo Schlosser, Manuel Quejido (1946), Fernando Sinaga (1951) y Eva Lootz y más de una docena de fotografías de Darya von Berner (1960), Jorge Fernández Bolado (1951), Ciuco Gutiérrez (1956), Pedro Palazuelos, Juan Uslé e Ian Wallace.

La colección de arte municipal de Miengo se encuentra repartida en distintos espacios de la casa consistorial, un edificio de finales de los años sesenta. Está prevista la reubicación de la colección permanente en el cercano Palacio del Somo construido en el siglo XVIII, con muros de mampostería enlucida, vanos de sillería, el escudo de armas de Torre-Tresgallo en la fachada y situado en una amplia parcela de 3.650 metros cuadrados. La arquitecta municipal Laura Huerta Martín ha proyectado la recuperación de este edificio de 604,85 metros cuadrados que quedaría unido por el muro de carga a un bloque de nueva planta de 587,18 metros cuadrados con forma de cubo destinado a acoger las exposiciones temporales. El 1 de mayo de 2003, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte firmó con el consistorio de Miengo el convenio de colaboración para la ejecución del proyecto de rehabilitación que recibirá el nombre de Centro Cultural Robayera.

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