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Jueves, 16 de enero 2020, 12:03
En su término se localiza una parte del Macizo de Peña Cabarga, declarado en 1983 Punto de Interés Geológico. En su entorno observa también un suave paisaje de prados característico de la comarca costera en el que la única elevación es el pico Espino ( ... 232 m de altitud) en Sobarzo.
Destaca en el municipio el karst de Cabárceno, situado en el flanco sur del macizo de Peña Cabarga. La fisonomía de su paisaje se debe a la intensa actividad minera a la que fue sometido a lo largo de siglos, lo que ha creado un paisaje singular formado por un espectacular lapiaz de agujas que alcanzan en ocasiones los 40 m de altura, como las de Cabárceno, las cuevas y simas repartidas por toda la sierra, las formaciones de encinar cántabro o los restos de robledales autóctonos. Sobresale en este paisaje el original aspecto, de interés desde el punto de vista geomorfológico, formado por rocas calizas que han sufrido complejos procesos de disolución kárstica. La actividad minera está referida desde la Edad del Bronce y sus extracciones continuaron hasta 1989, año en el que se cerraron las últimas explotaciones en Cabárceno por Agruminsa y se procedió a su recuperación ambiental para uso público. En la actualidad, constituye el Parque de la Naturaleza de Cabárceno dependiente del Gobierno de Cantabria.
Parque de la Naturaleza de Cabárceno.
Este espacio natural de 750 hectáreas que se encuentra situado entre los municipios de Penagos y Villaescusa. Fue inaugurado en 1990 por el Gobierno de Cantabria y reúne en semilibertad un buen número de especies de animales de los cinco continentes, así como de fauna ibérica y cantábrica, lo que hace posible que se reproduzcan naturalmente. El parque se encuentra ubicado en una zona kárstica que ha sido objeto de explotación minera desde la Edad del Bronce, época de la que procede un caldero encontrado en la mina Crespa de Cabárceno. La extracción minera continuó en época romana, lo que se deduce de la aparición en su entorno de diversos vestigios arqueológicos y de una cita del escritor romano Plinio. En la Edad Moderna estas minas suministraron hierro a las ferrerías de la región y a las fundiciones de las reales fábricas de Liérganes y La Cavada. Desde 1951 y hasta su cierre, en 1989, fueron explotadas por Altos Hornos de Vizcaya, momento en que finalizaron dos milenios de historia minera y dieron paso a la construcción del parque. Para la recuperación medioambiental de estos terrenos fue necesario remover cientos de metros cúbicos de tierra, cerrar simas de 40 m de profundidad que habían sido horadadas por la minería, adaptar caminos y llevar a cabo una repoblación forestal.
Está considerado un importante centro de estudio del comportamiento y reproducción de especies y ha conseguido, entre otros logros, la cría en cautividad de elefantes africanos, jirafas, bisontes europeos y jaguares. Frente a otros parques zoológicos, el recinto se caracteriza por los grandes espacios en los que se encuentran los animales, lo que permite su desenvolvimiento y contemplación en un entorno más natural. Además, dispone de varios lagos para la práctica de la pesca de truchas y de miradores panorámicos, áreas de paseo, parque infantil y un aula de educación medioambiental en el que se desarrolla un programa de actividades didácticas. El parque puede ser visitado con comodidad dado que cuenta con una densa red de pistas asfaltadas (17 km) que permite su recorrido en coche, así como rutas alternativas para recorrer a pie o en bicicleta.
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