Patrimonio

En Hazas de Cesto se localizan diversas cavidades que albergan testimonios de arte parietal prehistórico. Se trata de las cuevas de Los Moros, Toca o Laureano y la Llosa. En los tres casos son pequeños conjuntos de pinturas encuadrables dentro del tipo llamado arte esquemático-abstracto.

Las construcciones civiles más interesantes del municipio se concentran en Beranga. Allí se pueden ver, entre otras, una torre de sillería del XVII, con un escudo de armas de los Isla; la casa de los Villa, construida en el solar de Lucas de Villa, en el siglo XVII; el palacio de Villa (hoy de Vierna), levantado en 1671 sobre los restos de una torre anterior, extremo que consta en un documento el cual menciona a los maestros de cantería Juan de Solórzano, Pedro de Valle y Francisco Villa; y la arruinada casa de Los Corros (inventariada en 2001), en el barrio de las Agüeras, llamada así por haber pertenecido a los Corro, linaje procedente de San Vicente de la Barquera.

Por último, cabe señalar la presencia en Hazas de Cesto de varias edificaciones privadas que siguen las líneas estéticas del siglo XIX, entre ellas la casa y capilla de Abarca Toca, construida hacia 1890. También son de resaltar en este apartado los panteones neogóticos del cementerio de Hazas de Cesto (1883), levantados hacia 1900.

Las tres localidades de Hazas de Cesto acogen interesantes iglesias parroquiales: San Cipriano (Beranga), Santa María (Hazas de Cesto) y Santiago (Praves).

San Cipriano de Beranga es un templo de una nave, con testero plano y torre a los pies, con acceso a través de una portada manierista del siglo XVII. Consta documentalmente que fue terminada en el año 1626. Custodia un retablo barroco prechurrigueresco de Juan de la Puente Mazateve, del último tercio del XVII. En el segundo tramo de la nave se encuentran dos retablos, el del lado del Evangelio datado en la segunda mitad del XVIII de estilo churrigueresco y el de la vane de la epístola se atribuye a Cosme de Vierna y se fecha en el año 1772. Este templo alberga el archivo de la Casa de Juntas de Cesto y Voto.

Santa María de Hazas de Cesto es también un edificio de una sola nave, testero plano y torre a los pies. La historia de esta construcción es, sin embargo, más compleja, pues se desarrolla entre los siglos XVI y XIX, datando la última reforma del año 1873. La primera cita al templo data del año 1579. A lo largo de los siglos XVII y XVIII consta la intervención de maestros de cantería de la talla de Lope García de Arredondo (1586) y Juan de Nates (revisando la iglesia en 1602), además de Fernando de la Sota (maestro de obra a partir de 1646), Fernando de Vegas (trazista de varias actuaciones hacia 1766). La reforma decimonónica fue acometida por el arquitecto Manuel Gutiérrez Vélez, bajo dirección de Lino de Ajo Sierra, y afectó a la torre, escalera, baptisterio y lienzo oeste del edificio. En cuanto al arte mueble del templo, destaca su retablo mayor de estilo prechurrigueresco trazado por Agustín Irias en 1671 y ejecutado por Juan de la Puente Mazavete; de las esculturas se encargaron Antonio y Pedro de las Llamosas y Juan de Marrón; y Mateo de Rigadas del dorado y la policromía, tarea que fue completada por Felipe Pico de la Edilla.

Santiago de Praves es un templo una nave de dos tramos y testero cuadrado. Fue levantada en dos etapas. La primera fue acometida entre finales del XV y principios del XVI; la segunda, a mediados del XVII. En su interior destaca el baptisterio cubierto por dos paños de celosía. En el presbiterio se encuentra un retablo de Juan de la Puente Mazateve, concluido en 1677.

Otras construcciones religiosas de Hazas de Cesto a reseñar son las ermitas de la Santísima Trinidad, en Beranga (en ruinas); San Mateo, en El Carite; San Roque, en Hazas; y Jesús del Monte, en Praves. Esta última fue erigida en 1941 y constituye un interesante ejemplo de arquitectura sacra de postguerra. En la fachada presenta una imagen de Cristo, obra de José de Villalobos.

En este apartado hay que señalar como ejemplo de arqueología industrial, al molino de río situado en el barrio de Brezales y levantado en sillarejo con sillares en las esquinas. En cuanto a la arquitectura de la era del hierro es de interés la estación de ferrocarril de Beranga, sobre la línea Bilbao-Santander, cuyo trazado hizo, en 1886, el ingeniero Valentín Gorbeña. Edificada en un lenguaje propio de la era industrial, está datada hacia finales del XIX.