Fauna y flora

Flora. Las costas son espacios de gran interés. En la desembocadura del arroyo Vioña crecen plantas de agua dulce, como la bricia y la lenteja de agua. En el entorno se mezclan las comunidades de medios arenosos con las de ribera, dándose plantas como los barrones, que llegan casi a mezclarse con los carrizos. También aquí se localizan especies que no abundan en la región, como los malvaviscos. La rasa litoral que llega hasta Loredo está dominada por las praderas y los maizales, manteniéndose zonas de matorrales de brezos, tojos y helechos comunes, y, en las pendientes más cercanas al mar, ejemplares como las primaveras, las orquídeas datilorrizas, los pies de oso, los tamariscos, los juncos punzantes y las juncias negras. En las rocas, en las zonas de abrasión, en pozas y piedras, pueden verse algas verdes, rojas y pardas.

La extensa zona de dunas de El Puntal es también un punto de interés. En este arenal se contemplan farenógamas como el barrón, el cardo marítimo o la euforbia de arena.

En la ría de Cubas, que tiene menor contenido salino, abundan los carrizales y juncales que dan paso a praderas en las que puede verse la barrila, limonio y la espartina, que hunden sus raíces en el limo salobre y ayudan a sujetarlo. En los límites de la bajamar están las praderas de porreto pobladas por dos farenógamas: la Zostera marina y la Zostera noltii.

Entre los árboles monumentales de Ribamontán al Mar destaca un ejemplar de acebo de gran tamaño situado en el barrio de San Piri de Galizano. Este árbol autóctono de Cantabria crece espontáneamente en todo tipo de bosque, desde terrenos próximos al nivel del mar, como en este caso, hasta los 1.300 m de altitud. En la finca El Montarrón de Villaverde de Pontones se cuentan, entre otros, dos singulares encinas, la mayor con una circunferencia de 4,50 m. Asimismo, es singular el pinar litoral de 60 ha que crece entre Somo y Loredo.

Fauna. Atendiendo a las especies animales del municipio, la costa de Ribamontán reviste especial interés: la superficie rocosa de la costa ofrece refugio y es lugar de asentamiento de muchos moluscos gasterópodos (caracolillos, lapas), bivalvos y cefalópodos (pulpo); equinodermos (estrella, erizo de mar); peces (chafarroca, moma y chaparrudo); crustáceos (masera, centollo, cámbaro, nécora), etc. También hay que señalar que Galizano se halla en un punto en el cual la plataforma continental cae en picado, por lo que es posible ver especies pelágicas, entre ellas el tiburón (cañabota).

En la isla de Santa Marina se concentran aves como el cormorán moñudo, el charrán común y diferentes especies de gaviota. En los acantilados se puede otear la gaviota patiamarilla, el zarapito y el halcón peregrino.

En las zonas de dunas del municipio se contemplan el correlimos y el cormorán (sobre un islote en el extremo de El Puntal), y, al abrigo de las escasas plantas que en estos arenales crecen, caracoles y numerosos tipos de insectos, que sirven de alimento a reptiles como el lagarto verde y aves como la lavandera boyera y el tarín.

La amplia ría de Cubas está poblada por numerosas especies de ribera, entre ellas aves como el martín pescador, la garza, la garceta y el somormujo; mamíferos como la rata almizclera y el zorro; múltiples invertebrados, anélidos, moluscos, crustáceos que pueblan sus lechos fangosos. Por último, las praderas de porreto de la marisma ofrecen refugio a peces y crustáceos (esquila, camarón, ermitaños, arañas) y moluscos (cachón, almeja, muergo, berberecho, almeja de perro).

Ribamontán al Mar está comprendido dentro de la comarca cinegética de Costa Central. Hay dos caladeros de pesca en esta sección: Santoñuca y El Puntazo, en los cuales se captura faneca y salmonete.