Dos vecinos de Loredo y Santoña se enfrentan a sendos desahucios

Ignacio Díaz, de 57 años, tenía una pequeña empresa dedicada a la construcción, que en 2007 comenzó a tambalearse. Para pagar «algunos facturas», según cuenta, decidió hipotecar su vivienda. Un año después, todos los intentos por salvar su empresa se evaporaron, dejándole "sin la posibilidad de poder volver a pagar ni una cuota al banco hasta el día de hoy".

Diaz explica que «los de Abanca me tasaron la casa que tengo en Santoña en 348.000 euros y me concedieron una hipoteca de 174.000 euros». «El banco me pide 311.000 euros por los intereses de demora. Esto no creo que sea ni legal. El banco subastó la casa y se la adjudicó en 232.000 euros, un precio superior al préstamo que a mi me concedieron. Me parece un total abuso», recalca.

Durante todos estos años, «si no he pagado ha sido porque me ha resultado imposible. He conseguido trabajos por cuenta ajena, pero desde hace unos meses estoy en el paro y mi único ingreso es de 750 euros mensuales. Lo primordial ha sido hacer frente a la manutención de mi hija, que ahora tiene 14 años. Me divorcié antes de que todo se viniera abajo», añade.

Dice entender «que las cosas no son gratis. Pero creo que se puede llegar a un acuerdo para la dación en pago, pero que no me quede una deuda que no podré pagar. No es justo». Su desahucio está programado para el día 7 de abril.

También ha señalado que «no puedo entender que el juez haya permitido que me adjudicaran unos intereses de demora que representan más del 40% de la hipoteca».

Topógrafo y con una hija

En una situación similar se encuentra Juanjo, cuya vivienda en Loredo hipotecó hace 18 años y sobre la que también recaen un intereses que suponen cerca del 50% del préstamo recibido.

Este ingeniero técnico en topografía cumplirá 51 años al día siguiente de la fecha en la que está previsto el alzamiento de su casa, el día 6 de abril.

Cuando pidió el préstamo a lo que ahora es Kutxabank, estaba casado, acababa de nacer su hija (que ahora tiene 18 años y está estudiando) y tenía una empresa de topografía.

En el 2004 las cosas se empezaron a torcer con una separación y a finales de 2007, la crisis le dejó tocado de muerte. «En 2011 ya me fue imposible hacer frente a las cuotas de la hipoteca».

Señaló que su hija vive con él «casi la mitad del año. Si ahora me quieren quitar la casa, ¿dónde voy a vivir y qué va a pasar con mi hija? Después de que la casa la sacaran a subasta y de lo que he pagado, creo que lo más justo sería la dación en pago. Y si llegamos a un trato para un alquiler social, sería mi salvación».

Sus únicos ingresos son los de la Renta Social Básica, de 426 euros. «Llevo en paro desde hace cerca de tres años y antes estuve trabajando durante periodos interrumpidos», indicó.

"No vamos a consentir que les echen de sus casas"

Desde la PAH se afirmó a este periódico que «no vamos a consentir que les echen de su casa. A ninguno de los dos. Si llega el día y no se ha conseguido ninguna solución al problema de Ignacio y de Juanjo, avisaremos a otros colectivos y nos pondremos delante de las puertas de sus casas».

Pero tampoco descartan algún otro tipo de movilización con anterioridad, como la ocupación de las oficinas de Abanca y Kutxabank.

«Si conseguimos que nuestra petición del pasado viernes, día 11, de una reunión a tres bandas PAH-Liberbank-Gobierno regional en la que trataríamos otros desahucios, llevaríamos también estos dos casos para que el Ejecutivo se involucre», agregaron desde la PAH.