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Lunes, 25 de abril 2016, 12:17
El expedáneo de la Junta Vecinal de Sámano (Castro Urdiales), Javier Eguren, ha aceptado una pena de cuatro años y un día de prisión por delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos, tras alcanzar un acuerdo que reduce a un tercio la ... petición de condena que solicitaba el fiscal.
Eguren eran entonces alcalde pedáneo con el PSOE si bien dejó esta formación en 2011 para presetarse a las elecciones con el PRC. No consiguió salir. Estuvo al frente de la junta vecinal, con el PSOE, entre 1 el agosto de 2007 y el 20 de junio de 2011.
El acuerdo de conformidad también baja las penas a los otros dos acusados. La esposa de Eguren, Iratxe Sánchez Tobalina, y José Ignacio Berriolope, que fueron contratados irregularmente como asesora y tesorero, respectivamente, no irán a la cárcel dado que han aceptado una condena de dos años por un delito continuado de malversación, como cooperadores necesarios, además de 12 de inhabilitación por sendos delitos continuados de prevaricación y malversación.
El fiscal ha aceptado suspender sus condenas, a petición de las defensas, ya que ninguno de los dos tiene antecedentes penales.
La cantidad que el expedáneo de Sámano tendrá que pagar en concepto de responsabilidad civil por los perjuicios causados a la Junta Vecinal será fijado más adelante, en el proceso de ejecución de sentencia y en función de lo que decida el Tribunal de Cuentas, que está pendiente de resolver un recurso de apelación contra la sentencia que dictó en noviembre de 2015.
Este procedimiento es resultado de la instrucción impulsada por el juez de Castro Urdiales, Luis Acayro Sánchez, que imputó a Eguren por saltarse la legalidad al adjudicar obras, usar dinero público para uso particular y "lucrarse" a través de varias vías durante su mandato como presidente de la Junta Vecinal, durante el que además contrató a su mujer como cargo de confianza y asignó un sueldo a un vocal compañero de partido de su mano mayor.
El juicio ha quedado visto para sentencia en menos de una hora, sin ni siquiera llegar a declarar los acusados, que se han limitado a mostrar su conformidad con los hechos y con las penas solicitadas por la Fiscalía.
El importe a devolver a la Junta Vecinal de Sámano se determinará en la ejecución de la sentencia, en función del resultado final de un procedimiento del Tribunal de Cuentas en el que está pendiente la resolución de un recurso de apelación.
Tal y como recoge el relato del ministerio fiscal, el exalcalde pedáneo de Sámano empleó una subvención concedida por el Ayuntamiento de Castro Urdiales para realizar inversiones relacionadas con la gestión del agua, para fines distintos. Y realizó adjudicaciones directas de distintos servicios empleando mecanismos tales como fraccionamiento del contrato o incluso superando las cantidades y el límite temporal de la contratación menor.
Además, durante esos años destinó dinero público para uso particular: hasta un total de 40.000 euros se gastaron en comidas, 10.000 euros en cestas de navidad sin finalidad pública; cerca de 9.000 euros para la compra de ordenadores y dispositivos electrónicos de uso particular; y más de 6.000 euros para compras en grandes superficies.
Junto a ello, contrató una línea telefónica para su esposa que acumuló facturas de cerca de 11.000 euros, así como otras dos para uso por personas ajenas a la Junta Vecinal.
Asimismo, ordenó a la gestoría encargada de elaborar las nóminas de la Junta Vecinal que incrementara los distintos conceptos de su nómina; y que elaborase sendas nóminas a favor de su esposa -como asesora- y de un compañero de partido -como tesorero-, pese a contar con el rechazo del pleno.
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