Castro alecciona a los bañistas para evitar y actuar ante un ahogamiento

Para ello se instalaron tres carpas en el arenal castreño, donde se impartieron talleres de prevención gratuitos dirigidos a niños y adultos para que conocieran los principales factores de riesgo y técnicas de reanimación (RCP), así como conocimientos elementales de primeros auxilios en caso de ahogamiento.

Técnicos especializados de DYA Cantabria, que estuvieron cerca de los asistentes en todo momento, les recordaron algunas de las causas más frecuentes a la hora de sufrir un ahogamiento como entrar en el agua sin atender las indicaciones del socorrista, no saber nadar o hacerlo sin la suficiente preparación, y desconocer el medio en el queremos darnos un baño.

En los últimos ocho años, Castro no ha registrado ningún ahogamiento en su playas, aunque sí en la costa, según informó Rafael Gómez, responsable de DYA Cantabria, quien consideró fundamental hacer hincapié en la prevención.

Una "gran iniciativa"

María Luisa Arrieta, vecina de Bilbao, fue una de las primeras turistas en participar en los talleres de primeros auxilios. «Me parece muy bien esta iniciativa. Hace años que había hecho unas prácticas de reanimación, pero a veces se olvida. Es muy importante la prevención y saber actuar ante una parada cardíaca, ya que se puede producir no solo en la playa sino también en casa».

Dámaso Lorenzo, vecino de Victoria, también se acercó hasta la carpa instalada en la playa de Brazomar para informarse. «Todo lo que sea en beneficio de la gente está bien. Es bueno saber qué hacer ante un ahogamiento». ¿Y qué hay que hacer? José Miguel Merayo, miembro de DYA Cantabria, colectivo que imparte decenas de cursos de RCP (Reanimación Cardio Pulmonar), lo explica: «Ante una parada cardíaca, hay que comprobar si la persona está consciente y respira. Después, hay que hacerle el masaje cardíaco, que son 30 compresiones en mitad del pecho y dos insuflaciones. En caso de ahogamiento, habría que hacer primero cinco insuflaciones y luego 30 compresiones, todo el tiempo que podamos».

Merayo destaca la importancia de conocer esta técnica ya que el tiempo es vital en estos casos. «El cerebro empieza a morir a partir de los cuatro minutos».