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La sardina y el besugo dieron sus últimos coletazos

La sardina y el besugo dieron sus últimos coletazos

Representaciones y desfiles cerraron ayer los carnavales de varias localidades

Ana Cobo

Domingo, 5 de marzo 2017, 08:01

Un puñado de localidades de la región ha estirado los carnavales hasta este fin de semana con la celebración de distintas escenificaciones, como la del Juicio del Fondo del Mar, en Santoña; el Juicio a Autrigonio 'el sardina', en Castro Urdiales, o el Entierro de la sardina, en Laredo. O directamente han trasladado su celebración hasta estas fechas, como ha sucedido en Ramales de la Victoria o Cabezón de la Sal con sendos desfiles. En Renedo de Piélagos lo clausuraron el viernes con un concurso en el que participaron 14 agrupaciones.

En una semana Santoña ha pasado de la alegría desbordante a las lágrimas sin consuelo. De los coloridos disfraces a las ropas de luto. Cientos de vecinos y visitantes embargados por la tristeza enterraron al pobre besugo que acabó de la peor manera por sucumbir a los encantos de una traviesa sirena de la corte de Neptuno. La villa fue llamada a acudir como testigo a la plaza de San Antonio, donde se celebró el Juicio en el Fondo del Mar, una original representación que marca el sello de identidad de este carnaval elevándolo a Fiesta de Interés Turístico Nacional. Los integrantes de la peña Los Rayitos sacaron adelante esta obra con algunas novedades; por el estrado pasaron a prestar declaración «desde el pez más diminuto hasta el muergo más astuto». El bonito, el bocarte, la almeja, el jibión y hasta el cabracho dieron su versión; por primera vez también testificó un chicharro perezoso, que se estrenó en esta edición.

Finalmente, el besugo acabó muriendo de pena para tristeza de todos. Luego, una comitiva de enlutados y plañideras le escoltó hasta El Pasaje donde, tras las palabras de las pregoneras del carnaval, fue lanzado al mar y las llamas del fuego le redujeron a cenizas.

Los vecinos de Castro Urdiales despidieron ayer su carnaval con el entierro de Don Autrigonio, alias 'El Sardina'. Cientos de personas se dieron cita en la carpa situada en la plaza del Ayuntamiento para asistir al juicio, una representación en la que no faltó el humor y la ironía, y personajes como Donald Trump. Ante un concurrido grupo de viudas, el reo fue condenado por la situación de desempleo en la que se encuentran los 17 trabajadores de la OCA. Una vez conocido el fallo del juez, 'El Sardina' pereció tras ser besado por su exmujer y se le introdujo en un féretro, en el que fue paseado por las calles acompañado por las viudas y vecinos y los acordes de la música de Los Mezclaos. La procesión finalizó en la dársena donde fue arrojado el cuerpo de El Sardina.

En Laredo también dieron por finalizado ayer su carnaval con el tradicional entierro de la sardina. Cientos de vecinos y visitantes acudieron a la Plaza de la Constitución donde se concentraron los viudos y viudas para asistir a la representación de Aldaba Teatro. A continuación, dio comienzo la procesión de la sardina, que fue conducida por las rúas de la Puebla Vieja hasta la Playa Salvé, donde se recitó la 'Letanía a la difunta sardina' y se procedió a su quema, ritual con el que los laredanos se despidieron de su popular fiesta hasta el próximo año.

Variedad de disfraces

Los vecinos de Ramales disfrutaron ayer de un multitudinario carnaval gracias a la tregua que brindó la meteorología. Los participantes volvieron a dejar el listón muy alto con disfraces y caracterizaciones de lo más originales. El desfile se retrasó un poco pero mereció la pena esperar para ver a los 35 grupos que participaron en total. Por la pasarela ramaliega desfilaron la Pantoja, hadas, guerreros y hasta un colorido grupo de guacamayos. Tras el desfile la fiesta siguió en la plaza al ritmo del grupo 'Pasito show' que animó el carnaval hasta la madrugada

En el carnaval de Cabezón de la Sal, uno de los más multitudinarios de la región, hubo de todo: charangas, un castillo medieval, vikingos, un jeque árabe en su limusina y su guardia personal, azafatas de vuelo, un bosque mágico, fuerzas de seguridad y hasta la recreación de las cuevas de Altamira. Hubo hasta un tren de Renfe y sus pasajeros. Y un rinoceronte. Y personajes de la serie 'La que se avecina'. Las calles fueron una gran fiesta y la música duró toda la noche. El desfile volvió a concentrar al público en torno a las principales avenidas y los rostros reflejaron, por un día, ilusión y buen humor.

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