Mariscadores de Santoña se enfrentan al Gobierno por el cierre de caladeros

Los mariscadores de Santoña se han puesto en pie de guerra por lo que consideran un «cierre masivo» de los caladeros durante este año. El Gobierno regional publicó ayer en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) las zonas en las que podrán trabajar, que se reducen a la mitad respecto al año pasado. «Nos meten a todos en una extensión como de un campo de fútbol cuando antes teníamos diez veces más espacio», se quejaron ayer desde la asociación Arcisa.

La Dirección General de Pesca, por su parte, aludió a «razones sanitarias». La contaminación por Ecoli bacterias que provienen de las heces es muy alta en una zona sin una red de saneamiento apropiada. «Nos limitamos a cumplir los parámetros de la Unión Europea, no puedo dejar que haya moluscos contaminados en el mercado», explicó la directora general de Pesca, Marta López.

Los profesionales de Santoña pudieron faenar el año pasado en cuatro de las seis áreas de litoral que va desde Argoños hasta Colindres. Pero esta vez sólo podrán hacerlo en dos: en el Canal de Boo, que abrirá por primera vez tras 17 años clausurado por contaminación, y una franja entre Cicero y Treto. «Nos han cerrado la ría de Argoños, que está perfecta porque no hay ningún desagüe, y nos abren el canal de Boo, pero sólo hasta el mes de octubre. No entendemos este criterio. Parece que tienen ganas de cerrarlo todo y mandarnos para casa», se quejó el presidente de Arcisa, José Luis Setién.

Más volumen de recogida

En el Gobierno aclararon que los límites sanitarios establecidos por Europa son muy claros y no se pueden incumplir. Pero a pesar de la reducción de caladeros, Marta López señaló que los mariscadores podrán ahora recoger más volumen de moluscos, debido en buena parte al «alto stock existente en las áreas permitidas». «Podrán coger 7.000 kilos de almeja y el año pasado sólo sacaron 2.000», indicó.

Todo esto se solucionará cuando el parque natural cuente con una red de saneamiento apropiada. Las depuradoras actuales no funcionan adecuadamente, según los profesionales, y desde Pesca aseguraron que las obras se pararon durante la anterior legislatura y se volvieron a retomar a finales de 2015. «En cuanto funcione, habrá un antes y un después. La calidad del agua será estupenda», auguró la directora general de Pesca.

Todos estos argumentos no convencen a los mariscadores, convencidos de que las zonas abiertas están tan contaminadas como las cerradas y no entienden los criterios seguidos por el Ejecutivo. «Llegaremos hasta donde haga falta», avisó De momento, ya han convocado una concentración de protesta frente a la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación para el próximo día 4 de abril.

También pretenden denunciar en los tribunales la situación del Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel. «Nos dejan dos zonas abiertas porque si lo cierran todo no pueden justificar ante Bruselas que el parque es una cloaca y perderían los fondos europeos», aseguraron.