Visto bueno a Chiloeches

Según el acuerdo firmado por el Ayuntamiento de Santoña y los propietarios del palacio en 2014, se prevé la rehabilitación inmediata del edificio a cambio del uso residencial del mismo, por lo que se derribará una parte y se aprovechará su terreno para la construcción de viviendas. Además, para preservar la singularidad del edificio y su presencia en la trama urbana de forma aislada, se posibilitará una zona peatonal y ajardinada alrededor del edificio, enlazándolo con la Plaza de Abastos, permitiendo el aprovechamiento del resto de la parcela a los propietarios en condiciones similares a las del resto del entorno, y recibiendo el Ayuntamiento una cesión monetaria equivalente al 10% del aprovechamiento de uso residencial.

La Agrupación de electores Santoñeses ha anunciado este jueves que estudia presentar un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria contra la aprobación definitiva de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana con el fin de impedir el posible derribo parcial del Palacio de Chiloeches para construir viviendas. Para Jesús Gullart, concejal de Santoñeses, el convenio entre ambas partes presenta irregularidades en cuanto a su tramitación. En la denuncia, que presentó ante la Fiscalía el pasado enero, Gullart habla de "prevaricación y malversación de caudales públicos".

Para el concejal, el Ayuntamiento reconoce, sin contraprestación alguna, que los propietarios tendrán derecho de responsabilidad patrimonial si no se modifica el PGOU en los términos establecidos en el convenio, lo que a su juicio resulta "notoriamente lesivo y oneroso para los intereses del Ayuntamiento". Por otra parte, el convenio suscrito plantea derribar una parte de un Bien de Interés Cultural y construir en su entorno de protección. En enero de este año se resolvió la delimitación del entorno protegido que implicaba que cualquier actuación urbanística en la zona debe estar aprobada por Cultura.

Además, la Fiscalía también ha presentado diligencias por la incompentencia de la Consejería de Cultura y el propio Ayuntamiento ante el hundimiento de un parte del techo del Palacio en mayo del 2016. Se trataba de la cubierta en la parte sur, la más próxima a la fachada principal. Agrupación de Electores Santoñeses había presentado un comunicado en el que solicitaban la intervención de la administración pública para proceder a las reparaciones de "urgencia".

Manifestación en defensa del Palacio

La Plataforma en Defensa de Chiloeches convocó el pasado sábado, 18 de marzo, una concentración en la Plaza de San Antonio de Santoña bajo el lema 'Salvemos Chiloeches. Este colectivo considera que es necesario hacer "pública y visible en la calle su repulsa" a la gestión que, tanto el Ayuntamiento como la consejería están realizando de este asunto

Los integrantes de la plataforma consideran "inadmisible" que el histórico edificio, de propiedad privada, lleve diez meses con el tejado semi-derruido sin que la Administración tome las medidas de conservación que dicta la Ley.

Además, reiteran que la consejería tiene, desde hace meses, varias peticiones para incluir con claridad el ala oeste del antiguo hospital dentro de la declaración de Bien de Interés Cultural, conforme a los preceptos de la Ley de Patrimonio Cultural en vigor, y temen que esta resolución "se esté demorando o evitando por intereses ajenos a la estricta conservación del patrimonio histórico de todos".

Así es Chiloeches

Situado junto a la Plaza del Mercado o de Abastos. Tiene una fachada y aleros extraordinarios de estilo barroco. Declarada de Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento en 1972.

Fue encargada su construcción por el santoñés Antonio Ortiz de Santelices y Guevara, Marqués de Chiloeches y Señor de Albolleque y la Celada. Tanto él como su esposa, Ramona de Otáñez Martínez y Valle, procedían de muy ilustres linajes cántabros.

En concreto, el padre del Marqués fue Francisco Antonio Ortiz del Hoyo, un importante comerciante de la segunda mitad del siglo XVII que construyó la capilla propia en la iglesia parroquial y que era propietario de un navío llamado Santa María que realizaba numerosos viajes por todo el atlántico europeo.

El edificio presenta una planta cuadrada con tres alturas y tejado a cuatro aguas. Sus características constructivas apuntan a su edificación a principios del siglo XVIII para servir de alojamiento a los marqueses; es probable que fuera aquí donde vio la luz el insigne marino Ramón Ortiz Otáñez, hijo del matrimonio que alcanzó en la real Armada el grado de Teniente General.

La fachada principal se orienta al este, y es donde se concentra la mayor parte de sus elementos destacables. Está enteramente realizada a base de sillares, siendo el cuerpo bajo de piedra caliza y de una sobria lisura, con la puerta de entrada y las ventanas adinteladas.

Las dos plantas superiores son de arenisca trabajada en sillares de almohadillado sobresaliente, típicamente manierista, cuya decoración forma rombos y espigas. la cornisa presenta una fina y detallada decoración vegetal. Destacan también cuatro magníficos escudos, todos con el mismo campo aunque difieren en los adornos.

El Palacio de Chiloeches ha tenido una existencia azarosa; se desconoce cuando perdió su condición residencial, pero Pascual Madoz, dice en su Diccionario de mediados del siglo XIX, que albergaba las Oficinas de la Aduana.

Pronto pasó a ser Hospital Militar, función que cumplió durante varias décadas a pesar de existir diversos proyectos de construcción de uno nuevo. Más tarde fue cárcel de ambos bandos en la Guerra Civil de 1936. Hasta hace no muchos años se han conservado las puertas de acceso a las celdas, y después escuela.