«El gran reto de España es industrializar el conocimiento»
Eduardo Anitua - Premio Nacional de Innovación 2021 ·
El estomatólogo alavés ha recibido hoy de los Reyes el galardón «por encarnar de forma excepcional el espíritu innovador al servicio de las personas»
Luis Alfonso Gámez
Lunes, 21 de marzo 2022
Eduardo Anitua (Vitoria, 1956) ha recibido en Valencia de manos de los Reyes el Premio Nacional de Innovación 2021, que otorga el Ministerio de Ciencia e Innovación. Según el jurado, el estomatólogo alavés, fundador en 1999 de la empresa Biotechnology Institute (BTI), encarna «de forma ... excepcional el espíritu innovador al servicio de las personas y la mejora de su salud y calidad de vida».
– El premio es a una «trayectoria innovadora». ¿Cómo empezó todo?
– Empezó hace 33 años para responder a las preguntas que se nos planteaban en la práctica clínica.
– ¿Preguntas de qué tipo?
– En mi época estudiante de cirugía maxilofacial me preguntaba por qué unos pacientes, cuando se les realizaba una cirugía, cicatrizaban bien y en otros la capacidad regenerativa estaba muy mermada. ¿Cómo se podía conseguir que todos cicatrizaran bien? Para responder a esa pregunta, empezamos a analizar cuáles eran los mecanismos biológicos de la regeneración tisular. Estamos hablando de una época en la que, sobre la regeneración de tejidos, lo que sabíamos es que, si a una lagartija le cortas la cola, le vuelve a crecer.
– Y fueron avanzando.
– En 1995 hicimos nuestros primeros trabajos de investigación clínica. En paralelo, había nacido la implantología oral. Nosotros fuimos los primeros en hacerla en Europa y aplicamos en ella nuestras investigaciones.
Cicatrizar y regenerar
– ¿Estamos hablando de cicatrizar heridas?
– Lo importante no es tanto la cicatrización como la regeneración. Cicatrizar es que se produzca un tejido fibroso donde hay una lesión y regenerar es recuperar el tejido original. Si hay una lesión en el hueso, que se forme una callo óseo; si está en un músculo, que se regenere el músculo; si es en la piel, que sea piel...
– ¿Cómo se logra?
– Descubrimos que hay unas proteínas en la sangre que son las responsables de la regeneración de los tejidos. A finales del siglo pasado, les dimos el nombre de factores de crecimiento. Son las señales bioquímicas que le dicen a una célula pluripotencial que tiene que convertirse en hueso, músculo, cartílago, piel...
– Parece magia.
– Es biología. Hace 50 años se podía decir que era magia. Hoy sabemos que es entender los mecanismos biológicos de la regeneración tisular.
– ¿Cuando empezaba sospechó en algún momento que lo que iba a descubrir tendría aplicaciones en un área como la del rejuvenecimiento facial?
– Cuando empezamos a ver los resultados, tuve la certeza de que habíamos llegado a algo que, además, nadie había conseguido en el mundo.
– Fundó en 1999 el BTI, que aúna investigación y práctica clínica. ¿Cuántos investigadores tienen?
– En el BTI somos unas 400 personas, de las que 300 estamos en Vitoria. Más de 50 están dedicadas exclusivamente a la investigación en un equipo multidisciplinar con ingenieros informáticos, ingenieros mecánicos, biólogos, médicos... Tenemos oficinas en ocho países y presencia en más de cuarenta.
I+D privada
– En 2017, su laboratorio fue la firma española con mayor producción científica...
– Llevamos seis o siete años siendo la empresa de biomedicina con mayor producción científica.
– ¿Cómo es posible eso?
– Con trabajo. Nosotros buscamos la respuesta a una pregunta, pero en medicina además hay que buscar la evidencia, que esa respuesta tenga una base científica sólida. Eso puede llevarte diez años de trabajo.
– En España la inversión privada en I+D supone el 30% del total, mucho menos que en Alemania, Japón, Corea del Sur...
– El 90% de lo que el BTI ha invertido en investigación y desarrollo es dinero privado. El gran reto que tiene España es la industrialización del conocimiento. Investigar está muy bien, pero llegar al final de la investigación no es conseguir un buen artículo en una buena revista, sino que eso llegue al paciente. Hay que conseguir que las innovaciones lleguen a la sociedad.
– ¿Qué puede hacerse para industrializar el conocimiento?
– En España, en el País Vasco, hay muchísimo talento, pero no hay tantas oportunidades para que pueda crecer. Esas oportunidades no son solo los laboratorios con financiación pública, sino también una industria que desarrolle ese conocimiento y lo traslade a la sociedad. Si además consigue exportarlo, como el BTI...
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