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Luis Alfonso Gámez
Jueves, 10 de marzo 2022, 13:04
Cuando en 1886 los integrantes de una expedición británica comandada por el capitán John Maclear dormían en la isla de Navidad, en el océano Índico y hoy territorio australiano, ratas autóctonas invadieron su campamento en busca de comida. No temían a los humanos porque nunca habían tenido contacto con ellos. Se extinguieron poco después. En 1903, se vio el último ejemplar de la especie –conocida como rata de Maclear o de la isla de Navidad– y ahora un grupo internacional de científicos plantea, en la revista 'Current Biology', la posibilidad de devolverla a la vida.
La resurrección de especies extinguidas ha solido centrarse en grandes animales, como los dinosaurios del 'Parque Jurásico' (1990) de Michael Crichton y, ya en el mundo real, el mamut. Mientras los dinosaurios desaparecieron hace 66 millones de años y el mamut hace unos 4.000, la rata de la isla de Navidad ('Rattus macleari') engrosó el registro fósil hace solo 119. Se cree que como consecuencia de enfermedades que portaban las ratas que llegaron a la isla en los barcos europeos.
Thomas P. Gilbert, de la Universidad de Copenhague, y sus colaboradores han obtenido el genoma casi completo de la rata de la isla de Navidad y han comprobado que divergió de otras especies de su género hace poco tiempo. De hecho, comparte el 95% del genoma con la rata parda o noruega ('Rattus norvegicus'). Una vez secuenciado el ADN de la especie extinta y comparado con el de su pariente más próxima viva, identificaron las zonas de los genomas que no coinciden. Teóricamente, podrían editar el genoma de la especie viva con la técnología CRISPR –una suerte de corta y pega genético– para modificarlo, convertirlo en el de la extinta y resucitar así la especie.
La transición de la rata parda a la de isla de Navidad es una escenario de posible recuperación de una especie particularmente bueno porque la divergencia evolutiva entre ambas es similar a la del elefante asiático y el mamut, dicen los autores. Y también pone límites a la 'desextinción'. El genetista George Church, de la Universidad de Harvard, quiere 'desextinguir' al mamut siguiendo el método apuntado en 'Current Biology' para la rata de la isla de Navidad. «Este trabajo nos está diciendo que Church sobrestima su capacidad porque el genoma del mamut está lleno de agujeros, ya que el ADN se degrada con el paso del tiempo», indica Lluís Montoliu, investigador del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) que no ha participado en el estudio.
Aunque han obtenido la mayoría del genoma de la rata de la isla de Navidad, Gilbert y sus colaboradores no han conseguido recuperar los conectados con el olfato. Eso implica que la especie 'desextinguida' a partir de la rata parda probablemente sería incapaz de procesar los olores como lo hacía la original. «Con la tecnología actual, puede ser imposible recuperar alguna vez la secuencia completa y, por lo tanto, generar alguna vez una réplica perfecta de la rata de la isla de Navidad», reconoce Gilbert, quien añade que el fruto de la 'desextinción' «siempre» será «algún tipo de híbrido».
«Está muy, muy claro que nunca vamos a poder conseguir toda la información para crear una forma perfecta recuperada de una especie extinta», sentencia Gilbert. Eso vale tanto para el roedor del Índico como para el mamut. «En este último caso, el proceso sería aún más complicado», apunta Montoliu. Además de que el genoma es más incompleto, mientras que una rata parda podría gestar embriones de rata de la isla de Navidad, «está claro que una elefanta asiática no va a poder gestar un mamut», advierte el científico español.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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