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En el caso de los niños y niñas con situaciones especiales, se requiere de una dedicación plena
Si bien todavía es necesario potenciar la cultura del acogimiento familiar, cada vez son más las ayudas que se ofrecen para garantizar un entorno seguro y responsable
Según datos del Ministerio de Derechos Sociales, en nuestro país hay en torno a 17.000 niños y niñas tutelados en residencias y casi 19.000 en familias de acogida. Si bajamos a nivel autonómico, en Cantabria, en la actualidad, aproximadamente 354 niños, niñas y adolescentes están bajo algún tipo de tutela, de los cuales, en torno a 174 se encuentran en acogimiento familiar.
Si bien es cierto que los datos de acogimiento residencial y familiar son muy similares, todavía es necesario potenciar más la cultura del acogimiento familiar en nuestro país, aunque cada vez son más las familias que ofrecen su apoyo, su afecto, su compromiso y su hogar a aquellos niños y niñas que por distintas circunstancias han tenido que ser separados de manera temporal de su núcleo familiar.
Independientemente de las cuestiones que hayan llevado a la separación, alejar a los niños y niñas de sus familias se presenta, en términos generales, como una situación complicada para ellos, por lo que garantizar que acudan a un seno familiar óptimo y adecuado para su desarrollo es algo imprescindible.
En este contexto es donde cobran vital importancia aquellas familias que deciden dar el paso al acogimiento. Una dedicación cargada de solidaridad y compromiso con la infancia, que les lleva a asumir, de manera altruista, los retos derivados de la responsabilidad de educar, cuidar y garantizar un adecuado desarrollo y bienestar del niño o niña.
Se trata de unos desafíos y un compromiso que se acentúan cuando hablamos de niños, niñas y adolescentes con situaciones excepcionales que no facilitan las cosas a la hora de buscar hogares de acogida para ellos. Dificultades emocionales o de adaptación; problemas de salud o necesidades educativas especiales que les hacen demandantes de una dedicación exclusiva; grupos de hermanos que requieren de un mismo núcleo familiar para que puedan permanecer juntos… Son circunstancias que suponen, en muchos casos, una mayor vinculación por parte de estas familias acogedoras.
En este caso, se trata de familias que ofrecen esa exclusividad demandada por estos niños y niñas para darles una segunda oportunidad, ofreciéndoles la posibilidad de crecer en un entorno seguro, responsable y emocionalmente adaptado a sus necesidades.
Con el objetivo de buscar estos entornos familiares afectivos, estables y socializadores, así como de acompañarles y apoyarles durante todo el proceso de acogida, Aldeas Infantiles SOS ha puesto en marcha el programa ‘AcogES+’. Se trata de una modalidad de acogimiento familiar con dedicación exclusiva destinada a ofrecer ese entorno seguro a niños, niñas y adolescentes, así como a grupos de hermanos en los que haya algún menor de seis años, en situaciones excepcionales.
Para garantizar el éxito, aquellas familias que deciden sumarse al proyecto establecen una relación contractual, comprometiéndose a asumir las bases del acogimiento, recibiendo, además, una remuneración económica. De igual forma, los niños y niñas acogidos, así como sus familias de origen, recibirán apoyo y acompañamiento para facilitar la reintegración familiar.
Si bien todavía es necesario potenciar la cultura del acogimiento familiar, cada vez son más las ayudas que se ofrecen para garantizar un entorno seguro y responsable.