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MILLARTO

La transformación del taller en el sector del automóvil

«Trabajando con talleres pertenecientes a redes como Eurotaller, las compañías propietarias de flotas de vehículos se aseguran, que sus automóviles van a ser reparados por profesionales a la vanguardia en formación y equipamiento.»

En nuestra memoria generalista y selectiva tendemos a recordar situaciones o hechos que marcaron un antes y un después en la historia humana. Lo que rara vez nos paramos a plantear, son todos los factores, individuales y colectivos que intervinieron en el devenir de estos magnánimos acontecimientos. Esta forma de afrontar la realidad nos hace olvidar casos relativamente recientes, como los ocurridos durante la transición de los caballos, también conocidos como “máquinas vivas”, a los automóviles.

Al contrario de lo que habituamos a pensar, el caballo no fue utilizado como una fuerza de trabajo a gran escala, hasta la llegada de la revolución industrial. Anteriormente, los caballos eran empleados para hacer tareas relativamente simples en el medio rural o para trasladar a las personas con gran poder adquisitivo de un lugar a otro. No fue hasta la creación de la cadena de montaje y la llegada del carbón como combustible, que se comenzó a usar al caballo para transportar mercancías masivamente a través de caminos y ciudades por donde no transitaban ferrocarriles y los pocos automóviles que había, no tenían carreteras de garantías. Un dato significativo para corroborar este hecho es que en 1840 se empleaban 4 millones de caballos en Norte América, y tan solo 60 años después había más de 24 millones tirando de vagones, caravanas, carrozas e incluso autos motorizados sin la suficiente potencia para subir ciertas cuestas o atravesar ciertos caminos.

Con la aparición del modelo T de Ford en 1908. El primer auto construido en masa, a bajo precio y con altas garantías, sumado a la creación de carreteras que permitían utilizar estos vehículos para trasladarse entre ciudades, hizo que los caballos desaparecieran de las ciudades y las fábricas. Pero no fueron exclusivamente los animales quienes desaparecieron, sino que todo el tejido empresarial que vivía de una u otra manera de estos también lo hizo. Los criadores, herreros, tejedores de sillas, productores de pienso, entre otros quehaceres, relacionados con los caballos se encontraron ante la cruel realidad de cambiar de profesión o arruinarse.

En los últimos años, la industria del automóvil está sufriendo drásticos cambios, quizás no tan visibles como el expuesto en los párrafos anteriores, no obstante, igual de significativos y profundos. Los combustibles fósiles, reyes absolutos de los motores de combustión, están perdiendo fuerza con relación a otras formas de energía, como la electricidad. Los constructores de automóviles están tendiendo a construir más motores eléctricos e híbridos (mitad combustible fósil, mitad eléctrico). Este cambio viene de la mano de un gran desarrollo técnico en complementos electrónicos, como sensores que valen para medir hasta el último detalle del estado del vehículo, y pronto de la conducción en sí misma. Este cambio, puramente tecnológico nos ayuda a reducir costes tanto mecánicos como humanos, sin embargo, ¿Están los talleres actuales preparados para recibir este nuevo tipo de vehículo? La respuesta es evidente, los talleres que aprendan y se adapten a este nuevo modo de creación de vehículos por parte de los constructores, y a las tendencias de compra del cliente final, sí. En cambio, el taller que se ensimisme en el pensamiento de que nada va a cambiar, o que “del futuro habrá que preocuparse cuando esté aquí”, posiblemente no pueda hacer frente a ese tipo de cambios y acaben fuera del mercado competitivo.

«Optimacar nace para ayudar a los talleres a poder seguir el ritmo de cambio e innovación que está surgiendo dentro del sector del automóvil, ofreciendo una amplia variedad de servicios.»

Por otra parte, al igual que empresas como Uber o Cabify han acumulado grandes flotas de coches, nuevas corporaciones están adquiriendo grandes cantidades de vehículos. La oferta de estas empresas es el renting y leasing, o lo que es lo mismo, alquiler de vehículos con opción de compra a sociedades y usuario final. Este nuevo formato de adquisición de vehículos incluye planes de seguro y reparación incluidos, con lo que permite a los demandantes del servicio no preocuparse por el mantenimiento y aseguramiento de su vehículo en caso de averías o accidentes. Bajo este nuevo paradigma, la propiedad de los vehículos no pertenece a individuos sino a corporaciones, con lo que la capacidad de negociación sobre grandes paquetes de seguros y reparación aumenta. Esto se traduce en que los propietarios de estas flotas utilizan redes nacionales de talleres. Trabajando con talleres pertenecientes a redes como Eurotaller, las compañías propietarias de flotas de vehículos se aseguran, que sus automóviles van a ser reparados por profesionales a la vanguardia en formación y equipamiento. Estas compañías también se hacen cargo de que reparen sus vehículos a un precio inferior al medio de mercado, ya que el volumen de reparaciones es grande y constante, aportando a estos talleres una demanda continua de sus servicios. No se sabe a ciencia cierta el alcance y la aceptación que este tipo de servicio tendrá en el largo plazo, pero la tendencia actual nos indica que ha venido para quedarse. Este y otros factores quizás menos importantes nos hacen pensar que los talleres independientes que no tengan acceso a trabajar con estas flotas podrán sufrir una importante disminución en sus ingresos.

En estos tiempos convulsos, aparece OptimaCar de la mano de millarto SA, empresa líder en la distribución de recambios del automóvil en Cantabria, con 9 sedes distribuidas por Asturias, Castilla León y Cantabria. Optimacar nace para ayudar a los talleres a poder seguir el ritmo de cambio e innovación que está surgiendo dentro del sector del automóvil, ofreciendo una amplia variedad de servicios. Los servicios de los que podrán disponer los talleres interesados en sacar la mayor rentabilidad de su negocio van desde formaciones presenciales y online, hasta un largo abanico de herramientas y aplicaciones digitales.

Para cualquier lector o mecánico interesado en saber más sobre la contratación de servicios y las condiciones que OptimaCar está ofreciendo a sus clientes, pueden acceder a la web www.optimacar.es/informacion , donde podrán descubrir en detalle y darse de alta en los servicios que más puedan ayudarles.

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