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Espondiloartritis, las enfermedades reumáticas que afectan a medio millón de personas en España

Dolor lumbar, fatiga, inflamación articular, rigidez y sueño, son algunos de los síntomas de las espondiloartritis, enfermedades crónicas, pero tratables

Eva Carnero

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Alrededor de medio millón de personas en España conviven con el dolor que les provocan las espondiloartritis. Una cifra que revela, entre otras cosas, dos aspectos muy importantes, por un lado, que tenemos en primera línea unas enfermedades prácticamente desconocidas y que, sin embargo, tienen una notable prevalencia entre la población; y por otro, que estas patologías están afectando y limitando la vida de un elevado número de personas, las cuales, la mayoría tienen entre 30 y 50 años.

Causas inciertas, síntomas diversos

Con el ánimo de aportar luz sobre el asunto y acercar estas enfermedades al conjunto de la población, el doctor Ricardo Blanco, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla define las espondiloartritis como «un grupo de enfermedades reumáticas que comparten características genéticas, clínicas y terapéuticas». Y añade: «Dentro de este grupo, entre otras, se incluyen principalmente la espondiloartritis axial y la artritis psoriásica. Al mismo tiempo, dentro de la espondiloartritis axial, se incluyen dos subgrupos: la espondiloartritis axial radiográfica y la espondiloartritis axial no radiográfica».

Las espondiloartritis afectan a aproximadamente entre un 0,1% y un 0,5% de la población adulta y, aunque pueden surgir a cualquier edad, son más comunes en varones durante la adolescencia o en la veintena. Las causas de su aparición todavía no se conocen.

En cuanto a los síntomas, sin duda, el dolor es el que destaca por encima del resto. En concreto, «el de columna, especialmente el dolor lumbar e inflamatorio, que es el que no cede con el reposo», aclara Blanco. Además del dolor, otros síntomas habituales de las espondiloartritis son la fatiga, la hinchazón, la rigidez y el sueño, todos ellos pueden llegar a ser igual de limitantes. Ahora bien, no todos los pacientes presentan los mismos síntomas, ni los experimentan con la misma intensidad.

Otras manifestaciones clínicas son «las que se incluyen dentro de las entesitis como las tendinitis. Puede haber también artritis en articulaciones periféricas como las rodillas o los tobillos, entre otras. Además, puede haber manifestaciones extraarticulares como la uveítis (inflamación ocular), psoriasis o la inflamación intestinal. También pueden aparecer otros síntomas y signos extraarticulares, pero en general -agrega el facultativo- son menos frecuentes. No obstante, cada uno de los subtipos de espondiloartritis tiene peculiaridades propias, lo que hace que haya que considerarlas como entidades específicas».

La vida deja de ser ``normal``

La mayoría de las personas con algún tipo de espondiloartritis desean llevar una vida lo más normal posible, sin dolor, ni ninguna otra de las manifestaciones clínicas posibles. Las preocupaciones más escuchadas por el doctor en la consulta suelen referirse a la «preocupación por una posible incapacidad que les limite para realizar actividades de la vida diaria, así como las posibles secuelas, como las deformidades articulares, e incluso las complicaciones extraarticulares», apunta el doctor.

Más allá de la información obtenida gracias a los pacientes, lo cierto es que no es fácil encontrar estudios epidemiológicos que analicen el grupo global de las espondiloartritis. Sí hay estudios que se centran en algunas enfermedades concretas, como «EPISER, estudio realizado por la Sociedad Española de Reumatología focalizado en la prevalencia de la espondiloartritis axial radiográfica y de la artritis psoriásica de forma independiente, siendo del 0,26% y 0,58% respectivamente», apostilla.

Medir la afectación en la vida del paciente

Tan importante es conocer la epidemiología de las espondiloartritis, como el impacto de estas enfermedades en los pacientes. En este sentido, la Coordinadora Española de Asociaciones de Espondiloartritis llevó a cabo en 2021 un estudio en el que participaron 900 pacientes con espondilitis anquilosante (EA) y artritis psoriásica (APs), EncuEspA (www.eaceade.es). Sus autores trataron de conocer en profundidad las necesidades actuales de las personas con EA y APs en España, analizar el impacto que suponen en su día a día e incorporar su perspectiva personal para optimizar su adecuado manejo, tanto de los síntomas derivados de la enfermedad como el tratamiento de la misma.

Todas las conclusiones del estudio podrían sintetizarse en una sola, el gran impacto de las espondiloartritis en todas las áreas de la vida del paciente. Además, «al iniciarse en personas relativamente jóvenes, y tratarse de enfermedades crónicas, su efecto en el individuo, su familia y el sistema sociosanitario es especialmente relevante», asevera el Dr. Blanco. «Un impacto -continúa- que está a su vez asociado a una mayor comorbilidad y mortalidad».

Esta profunda incidencia en la vida cotidiana de los afectados está marcada por el dolor. «Un dolor que limita y afecta a la persona tanto en la esfera física como en la psicológica. Además, hay que añadir que las enfermedades reumáticas, especialmente en gente relativamente joven, no son bien entendidas ni aceptadas. Todo ello, puede producir problemas en el plano socio-laboral y en el socio-afectivo», asevera el experto.

La enfermedad desde el paciente

Por todo lo expuesto, el abordaje de las espondiloartritis se centra cada vez más en el paciente y en los resultados reportados por ellos (PROs por sus siglas en inglés). Así, las principales herramientas terapéuticas empleadas por los especialistas son, «una historia clínica adecuada, que incluya una exploración física completa, así como pruebas complementarias; y por otro lado, cada vez es más habitual, la utilización de diferentes tipos de cuestionarios en los que el paciente puede reflejar cómo le afecta la enfermedad en su día a día. La incorporación de estas preguntas supone un complemento importante para poder abordar de una manera más completa la enfermedad e instaurar un tratamiento óptimo. Cada vez se da más importancia a la percepción del paciente».

Este giro en cuanto al tratamiento de las espondiloartritis permite, entre otras cosas, «tener una visión global de la afectación de la enfermedad en el paciente, evaluar su evolución y la eficacia terapéutica», asegura Blanco.

Por otro lado, «el manejo de las diferentes espondiloartritis debe ser coordinado por un reumatólogo que, en muchas ocasiones, precisará de la colaboración de otros especialistas como los dermatólogos, digestólogos, oftalmólogos, cardiólogos, traumatólogos y rehabilitadores entre otros, en función de los órganos afectados y de las complicaciones del paciente. Ello es fundamental para un manejo integral del paciente», concluye el facultativo.

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