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Marta San Miguel
Sábado, 23 de enero 2016, 15:54
José Luis Sampedro solía decir que Santander era el punto de partida de su trayectoria literaria. Hablaba de su llegada a la ciudad como un "deslumbramiento". No es que en la capital cántabra publicara su primer libro, que no deja de ser la traslación material ... de una forma de vida que llevó siempre el economista, sino que, más bien, su experiencia vital lo trajo, con apenas 18 años y recién obtenidas las oposiciones a aduanas, a vivir a una ciudad que lo acogió y lo formó desde las artes y la curiosidad cultural que profesó siempre.
"Aquí empecé a escribir hace 70 años", decía, y así se desprende si uno se atiene a las confesiones recogidas en su libro 'Escribir es vivir', lo más parecido a una biografía del autor y que recoge sus intervenciones durante el ciclo de la UIMP 'El autor y su obra' que protagonizó en 2003. En dicho libro, Sampedro rememora el tiempo que residió en la capital cántabra y lareconstruye como escenario de independencia económica y vital que le permitió volver la mirada a la creación, al aprendizaje, a las letras. Sus vicencias cántabras también fueron la materia prima para la que fue su segunda novela, 'La sombra de los días', escrita en 1947 pero publicada en los años noventa.
La ciudad representaba para el académico "los días de esperanza" previos al estallido de la Guerra Civil. Su vínculo, siempre perpetuo, cede ahora otro guiño a la coincidencia al ceder, allá desde donde esté, su asiento como académico a otro cántabro: Manuel Gutiérrez Aragón. Aquel escritor, que en 1935 publicara sus primeros cuentos y poemas, y quedara ligado a Proel, cede el testigo a otra voz que hace del mar y la montaña el índice de su obra.
Elegido el 1 de febrero de 1990, José Luis Sampedro tomó posesión el 2 de junio de 1991 con el discurso titulado 'Desde la frontera'. Le respondió, en nombre de la corporación, Gregorio Salvador Caja. Entre sus libros más destacados se encuentra 'La sonrisa etrusca' (1985), que adaptó al teatro José Carlos Plaza en 2011; 'La vieja sirena' (1990), que forman la trilogía 'Los círculos del tiempo' con 'Octubre, octubre' (1981) y 'Real Sitio' (1993) o 'El amante lesbiano' (2000). Entre sus últimos trabajos está el prólogo que escribió en 2011 para el ensayo titulado '¡Indignaos!', el pequeño libro que escribió Stèphane Hessel y que se convirtió en santo y seña editorial del movimiento 15-M.
Entre otras distinciones, Sampedro recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2005), el Premio Internacional Menéndez Pelayo (2010) , la Orden de las Artes y las Letras de España (2010) o el Premio Nacional de las Letras (2011), entre otros
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