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Pilar González Ruiz
Sábado, 6 de febrero 2016, 07:51
«¿Realmente, el mundo necesita mi disco?» Entre la hilaridad del comentario y la realidad de fondo, Hendrik Röver planteaba a los músicos emergentes la necesidad de hacerse esta pregunta retórica, «porque no hay nada más triste que abrir un ropero y encontrarte cajas ... llenas de Cds que nunca venderás», dijo desde su eterna seriedad cargada de ironía.
Estas y otras reflexiones fruto de la propia experiencia se desgranaron este jueves en Casyc_Up. El Foro Música & Emprendedores promovido por Fundación SGAE y Fundación Santander Creativa colgó el cartel de completo en su primera edición. La primera de las que vendrán, a juzgar por la positiva valoración de organizadores y asistentes y apuesta, expuesta sin ambages, por seguir avanzando en aspectos más concretos, útiles, constructivos.
Entre quienes ocuparon las butacas, caras conocidas; promotores como Javi Palacios y Ángel Torre (Delfuego), Guillermo Vega (Mouro Producciones), Ernesto Castañeda (Gen Art ) o Javi Patrullero; cantantes, músicos y bandas como Yenia Popova (Chebú), Marina Iñesta y Diego García (Repión), Carmen Bartolomé (Menhai), Robert Navarro, Jairo León, Inés Fonseca, Chema Puente, Jon Vocalo, Mario San Miguel, Mario de Inocencio; managers como Rudy Badey, propietarios de locales como Marcos Vicente (Rvbicón) y otras figuras relacionadas con la música de Cantabria como Fernando Macaya (Moon River Estudio) o Carlos Caneda (MondoSonoro) hasta llegar al centenar de participantes.
Objetivos
Sobre las tablas, cuatro personas que han hecho de la música y derivados su forma de vida, por convicción y dedicación; el mencionado Hendrik Röver, fundador de Los Deltonos y productor en Guitar Town Recordings; Gonzalo Martínez de Lizarduy, de Get In Management; Zara Sierra de Desvelo y Juan Carlos Fernández Fasero, director de SGAE Noroeste (Galicia, Asturias, Cantabria, León y Zamora).
Todos ellos se sacaron del bolsillo vivencias personales y profesionales para ilustrar los consejos a las bandas que dan sus primeros pasos, en un debate de casi cuatro horas que fue conducido por el periodista Tito Lesende.
Es posible hacer música en cualquier parte y llegar lejos siempre que se tenga claro el proyecto y los objetivos. Esa fue una de las conclusiones que se pusieron sobre la mesa a lo largo de la tarde.
También expusieron que la deslocalización periférica que supone no estar en las grandes capitales no es un handicap letal; «Es más complicado, especialmente sin el respaldo de un buen manager u oficina, pero posible, aunque hacen falta herramientas prácticas, pistas para saber como llegar a destino», expuso Zara Sierra. Un destino cada vez más difícil de definir, en el que no vale todo: «Se confunde cultura con entretenimiento en un sector en el que cada vez se escucha menos música española y el mercado digital ha reducido la distribución a apenas un par de grandes empresas», afirmó Fernández Fasero.
Diversidad de tareas
La diversidad de tareas que un artista debe manejar, si no tiene la posibilidad de contar con profesionales que desarrollen esas funciones, es amplísima. Gonzalo Martínez lo sabe bien; comenzó descargando furgonetas para, 23 años después, girar con músicos como Calamaro o Iván Ferreiro y viviendo la época dorada en la que podían llegar a programar 130 shows en un mismo verano. Una etapa de la que recuerda a «managers que ya no existen» y también a otros que hasta «están en la cárcel».
En una situación como la actual «complicada», sus consejos son diáfanos: trabajo perseverante, paciencia en lugar de prisa por hacer las cosas lo antes posible y la búsqueda de una personalidad propia. «Hay gente que lo hace muy bien pero sólo son una copia de otros», señaló.
La música de Cantabria, con sus características propias necesita actuaciones específicas pero no alejadas de lo que se hace en otras plazas. Fue otra de las deducciones del debate que dio pie a cuestiones sobre financiación, proyectos y puntos de vista personales. Cerrando el círculo, fue también Röver quien sentenció que en el mundo de la música «hay que tener mucho de jugador y tener siempre claro cuánto estás dispuesto a apostar».
Tras el foro las calles de Santander seguían siendo, de madrugada, escenario de conversaciones que quedan pendientes de continuar en la nueva edición de un encuentro musical que ha dejado ganas de más, a pesar de no haber sonado ni una sola nota.
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