El viaje de un dibujante al cine

Entre ellos, un divertido José Ramón Sánchez, quien a punto de cumplir 80 años, sigue con la misma ilusión de cuando empezó a dibujar y a escribir. Y es que mantiene la curiosidad, la inquietud y la necesidad de crear con el mismo espíritu de entonces. Como señaló Balbona, «vive del entusiasmo creativo y de imaginar cosas». Sánchez hoy se siente más cómodo en el mundo literario porque ha descubierto que para dibujar lo que escribe necesitaría un libro entero.

«¿Cómo dibujo la palabra asombro, por ejemplo? No es posible», indicó el Premio Nacional de Ilustración 2014, quien comenzó a dibujar cuando era un niño. Semanas en casa enfermo que aprovechaba para dibujar caricaturas de sus compañeros de colegio.

Recuerdos de niño que revivió con ilusión, porque dibujante autodidacta, cartelista, figurinista y, por supuesto ilustrador y escritor, ha retratado el cine, personajes ilustres, la Gran Depresión Americana o la Guerra Civil española, sin olvidar El Quijote o la Biblia. También habló de sus dioses, entre los que citó El hombre enmascarado, Tarzán o El Príncipe Valiente, personajes con los que creció de niño. Y es que, como ayer reconocía, «la pintura y el dibujo me han salvado en muchas ocasiones».

José Ramón Sánchez recordó sus comienzos como dibujante profesional en Palencia, mientras estudiaba Comercio. Aunque su primer gran trabajo, dijo, fue El Quijote. «Fue como una terapia, un viaje en el que mezclé la vida con la ilustración». Una época solitaria en la que sus dos grandes compañeros fueron Don Quijote y Sancho Panza. Luego llegaron otros libros. Entre ellos, Los años difíciles (Ediciones Valnera), una de sus miradas a la Gran Depresión Americana de 1929 y la Guerra Civil Española. Ysus recientes Memorias de un día, que funden el retrato de lo cotidiano, la biografía interior y el paisaje de las pequeñas cosas para alumbran un libro singular de palabras y arte.

El volumen de Valnera reúne en sus páginas la vocación de escritor que siempre ha tenido dentro con la mirada del ilustrador incansable y del pintor que interpreta la vida. Preferencias, creencias e ideas asoman en esta obra que se plantea como una invitación a descubrir una jornada santanderina a través de las vivencias del autor. Un ejercicio «realista, literario y pictórico, en el que se desnuda ante el lector y le cuenta, con la excusa del transcurrir cotidiano, cómo vive ahora y de dónde le vienen sus aficiones y sus querencias». Hoy, dice, escribe más que dibuja. «Con los textos explico mejor las cosas», dijo ayer el ilustrador que descubrió también muy joven la pasión por escribir.

Ahora trabaja en una novela en la que también se abrazan sus dos pasiones, la escritura con la ilustración. Se trata de una novela que mezcla con 24 retratos de personajes ilustres y sus biografías. Una libro «apasionante», dijo.

Sánchez invitó también al público santanderino a visitar a partir del jueves la exposición sobre su trayectoria en la Biblioteca Central de Cantabria. Mostrará 68 cuadros hasta julio, donde repasa sus grandes temas. Y es que José Ramón Sánchez cuenta y pinta sus cosas cotidianas con todo detalle.

Mientras Sánchez dialogaba con el público en el salón de actos del Palacio de Exposiciones de Santander, la feria daba sus últimos coletazos con cine se proyectó la película The cabin in the woods, presentaciones, firmas, talleres y coloquios. Una feria organizada por El Diario Montañés, con la colaboración especial de la librería Nexus, que esta semana inaugura en Santander un nuevo espacio expositivo.