"A veces trabajamos sin saber para qué película son nuestras criaturas"

Sandoval y Marín son dos de los mayores expertos en su ámbito en España, aunque hablar de su ámbito sea un poco inexacto. Porque no sólo se dedican al modelaje y los efectos especiales: cómics, escultura, incluso joyería artesanal, en el caso de Marín. «Si usted puede imaginarlo, nosotros podemos hacerlo», reza el lema de su estudio. No hay límites en este campo. De hecho, se trata precisamente de eso: de crear objetos, situaciones y personajes que no existen.

En lo que respecta al ámbito de los efectos especiales, Sergio Sandoval es conocido por ser el responsable de estos elementos en las películas El laberinto del fauno y Hellboy, ambas dirigidas por Benicio del Toro. Hablamos de dos expertos que han trabajado para algunas de las principales compañías de cine y cómics del mundo, aunque en España no sean tan conocidos porque, como ellos mismos señalan, en nuestro país ni se cuida a los creadores de sus características: «En el mercado español se acaban haciendo siempre las mismas ideas y películas, siempre comedias o similar. Se innova poco y es una pena. El grueso de nuestro trabajo lo realizamos para otros países, donde existe una industria mucho más potente y asentada».

Como figuras destacadas en el ámbito del cine, Sandoval y Marín han ofrecido una conferencia en Santander Alternativo para hablar de su trabajo y de las características de un sector que a medida que evoluciona va cobrando una mayor importancia estratégica: videojuegos, publicidad, entretenimiento... Con todo, el cine fue el eje fundamental de un coloquio cercano y divertido. Nada más empezar, por ejemplo, explicaron que muchas veces realizan trabajos sin saber de qué película formarán parte: «Por motivos de confidencialidad muchas veces trabajamos sin saber para quién o dónde se van a utilizar nuestra creaciones. Es difícil porque debemos desarrollar las ideas sin tener claro el contexto».

Evolución

Como tantos otros campos, el de los efectos especiales ha evolucionado radicalmente en las últimas décadas, merced al impacto de las nuevas tecnologías. Sin embargo, en Invictus Desing tienen claro que la cuestión no es tanto qué técnicas utilizar -clásicas frente a digitales-, sino el resultado final. Y ponen de ejemplo Star Wars: en la segunda trilogía, George Lucas apostó en exceso por los efectos digitales y las películas perdieron buena parte del encanto de la primera entrega. J.J. Abrams, explicaron, ha vuelto a unos efectos mucho más medidos y calculados, en los que se ha combinado las técnicas de animatrónica (estructuras mecánicas caracterizadas como personajes) y el maquillaje. Técnicas que resultan mucho más caras, pero también mucho más realistas para el espectador. «Los animatrónicos, explicó Víctor Marín, ofrecen una sensación mucho más real y facilitan la interacciones de los actores y personajes».

Aunque las posibilidades creativas se han multiplicado exponencialmente con las nuevas herramientas digitales, Víctor Marín, formado en Bellas Artes, destacó que «si bien hay que aprender y formarse constantemente, mucha gente cree que con dominar las herramientas lo tiene hecho, y eso es un error. Las herramientas son sólo un medio. Es fundamental conocer los principios clásicos y básicos del arte: conocer anatomía, estudiar la luz, las sombras, el color... Si no se tienen esos conocimientos es muy difícil que se hagan cosas que funcionen, porque ¿cómo vas a creerte un cuerpo que tiene un músculo que no existe?»