"La mejor forma de conocer Altamira no es la cueva sino el Museo"

El régimen de visitas a la cueva original es temporal porque depende de la evolución de su conservación. Lo defiende Pilar Fatás, la nueva directora del Museo Altamira quien ha defendido que la mejor herramienta para dar a conocer la cueva no es la cavidad en si misma sino el museo.

Fatás ha dicho, en una entrevista en RNE, que lo "fundamental" es seguir manteniendo siempre la investigación sobre el estado de conservación de las pinturas prehistóricas y ha apuntado que no se puede asegurar que el año próximo sean 250 personas como máximo las que sigan entrando en ella anualmente ya que eso depende precisamente de los resultados de esa investigación.

Para la directora de Altamira, que ha sido subdirectora del museo nacional durante quince años antes de ser nombrada su responsable, el régimen de visitas actual es "restrictivo" y "reducirlo tampoco sería el objetivo". Para Fatás, la mejor vía para el conocimiento de Altamira no es la cueva que alberga las pinturas paleolíticas sino el Museo Nacional y Centro de Investigación y la labor investigadora y de divulgación que desarrolla.

Pilar Fatás ha destacado que su responsabilidad, como la de todos aquellos que se dedican a la gestión del patrimonio, es compatibilizar la "mejor preservación" con la accesibilidad a ese patrimonio. Por ello ha defendido que el objetivo de que Altamira se conozca se puede llegar no sólo con la presencia física en la cueva original sino también por otras vías: las visitas a la neocueva o el uso de las nuevas herramientas que proporciona la tecnología, como la realidad virtual.

Cree que con su nombramiento para suceder a José Antonio Lasheras el Gobierno de España ha apostado por la continuidad. Sus prioridades serán seguir apostando por la conservación, además de continuar con la "sólida programación de actividades" para todos los públicos que ofrece.

Ha recordado también que Altamira viene ocupando el segundo o el tercer puesto entre los museos nacionales, con alrededor de 250.000 visitas anuales. Y prevé que al final de este año el balance se cierre con unos 260.000 visitantes.

Preguntada por la sede, aún por decidir, del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, ha opinado que la situación del Mupac es "bastante lamentable" y que merece la mejor de las sedes porque tiene unas colecciones y un patrimonio prehistórico e histórico de la región "espectaculares".

Tras recordar que en los 90 años que han transcurrido desde su nacimiento, ha pasado por "un montón de sedes, siempre temporales", ha expresado su confianza en que los responsables políticos resuelvan ese problema de "la mejor manera", con una sede céntrica y adecuada a la riqueza de sus colecciones que, para Fatás, no podría estar en otro lugar que no sea Santander.