Mazcuerras se viste de arte

Mazcuerras es un gran centro de arte. Fotografías antiguas a tamaño natural de los vecinos del pueblo, pinturas, esculturas, intervenciones en los árboles del pueblo o trajes de época son algunas propuestas que este verano animan las calles y edificios del municipio. La muestra se prolongará durante hasta mediados del mes de octubre con las obras de Manín Carrera, artista cántabro que actuó sobre lo árboles de Mazcuerras y el escultor cántabro Jesús González de la Vega.

Es Aselart, un festival que convierte por segundo año consecutivo al pueblo de Mazcuerras en capital del arte. Y lo hace por medio de exposiciones en las calles y conciertos en los porches de las casas. La iniciativa es de la Tertulia La Hermida, un grupo de vecinos con inquietudes culturales que se han propuesto que Mazcuerras tome el protagonismo artístico en verano, convirtiéndolo este año en el principal escaparate del Land Art (Arte en la Tierra), disciplina en la que se usan como materiales elementos naturales propios del entorno: madera, tierra, piedras, arena, rocas, fuego, agua...

Los artistas que han participado en esta novedosa iniciativa son los catalanes Jordi Pascual, Josep M. Queró, María Jesús Miranda Méndez, Beatriz Linacero, Juani Navas y Mary Navas. De Italia participaron Ricardo Dressadore, Luca Galli, Luca Biagi Gianluca Ghislanzoni y Carlo Alberto Girotti. Desde Polonia llegaron Marcin Jablonski y Zuzanna Jablonska y, desde Rusia Vadim Kazanskiy y Roma Steinhaeuer.

Las obras se aprecian desde que el artista inicia el proceso de creación hasta que la naturaleza las destruye al cabo de los días. Los primeros artistas, de nacionalidad polaca, llegaron a Mazcuerras a mediados de julio. A ellos, les sucedieron los creadores rusos y españoles que también dejaron su impronta en esta localidad.

El festival se completó con una exposición colectiva de catorce artistas locales en la Casa Gótica. Figuran las obras de Fernando López Ruiz y de los hermanos María Jesús y Paulino Rodríguez Barquín, César Cubillas, Vera Simons, Maite de la Parte, Jesús González de la Vega, Asunción Velarde y Elena Riaño, Isabel Gutiérrez Ríos y José Antonio Andrés Vera.

Ellos mostraron sus pinturas, esculturas, grabados, acuarelas, instalaciones audiovisuales, poesía y algunos trajes de época.

Todas estas manifestaciones artísticas estuvieron acompañadas este verano por una banda sonora también callejera ya que un buen número de músicos se encargarán de ofrecer conciertos en los porches de las casas o en los paseos junto las obras. Y es que, además de la Casa Gótica, las calles de Mazcuerras se vistieron también con fotografías antiguas a tamaño natural de antepasados de los vecinos de Mazcuerras, visten los rincones, muros y portaladas del pueblo. La colaboración musical contó con la presencia de Santiago Sánchez, que presentó un recital de gaita y Bruno Noriega, con sus composiciones propias. También sonaron los mantras cantados de Patricia Lacuesta y el rock acústico de Johnny Quid, entre otros artistas que han pasado por Mazcuerras estas semanas. Los artistas de la Ensenada del Arte también pusieron una nota de color a este festival de Arte con la performance titulada Balbucientes.

Hasta octubre

El eje principal de esta muestra es Arte en el pueblo. Las distintas propuestas permanecerán en las calles y centros culturales hasta finales de septiembre o principios de octubre.

Los organizadores del evento explican que la palabra que da nombre al festival Aselart viene de aselar, la acción de recoger las gallinas por la noche y arte, en alegoría a los colaboración de los vecinos de Mazcuerras en acoger el arte. Con este espíritu surgió el año pasado este proyecto cultural que supuso el pistoletazo de salida. En total fueron 25 rincones de Mazcuerras los que mostraron el trabajo de artistas, la mayoría locales. Esculturas que se podían tocar con la mano para así poder sentir lo que su autor ha querido transmitir en ellas. La iniciativa contó con la colaboración de los vecinos que se encargaron de sacar las piezas a primera hora de la mañana y recogerlas cuando caiga el sol. Alguno, hasta ha abierto su jardín a los visitantes para que contemplen mejor las obras.

El objetivo es que Aselart se convierte en un referente del arte en Cantabria durante los próximos años.