La danza se despide de Santander

Treinta bailarines y coreógrafos se despiden este sábado de Santander con el espectáculo La noche en danza en la Sala Argenta del Palacio de Festivales (21.00 horas). El broche final lo ponen tres compañías profesionales que presentarán sus propuestas coreográficas y mantendrán un encuentro con el público al finalizar la función. Organizado por Espacio Espiral, con el apoyo de la Fundación Santander Creativa (FSC), trece compañías dejaron su sello en las calles de Santander con novedosas propuestas de danza contemporánea. "Es el cierre perfecto para una semana repleta de actividades: un cuidado programa de coreografías premiadas en numerosas ocasiones y con un denominador común: la calidad, la emoción y la juventud". Así definen sus creadores, Miguel Meca y Cristina Samaniego, de Espacio Espiral, el encuentro Gracias x Favor.

La piezas que se podrán ver hoy son tres: Bolero, de la compañía madrileña Jesús Rubio; No title yet... ¿y si fuéramos tragados por un animal?, de los cántabro-madrileños Babirusa Danza y Delta Víctor, de los catalanes La Intrusa.

Jesús Rubio presenta Bolero, una pieza sobre la obstinación, sobre el límite entre lo ligero y lo grave, sobre el tránsito entre el placer y el agotamiento. Un baile sobre el paso del tiempo, las relaciones que duran «toda una vida» y las imágenes que recuerda de sus padres cuando eran jóvenes. Es algo parecido a la melodía del Bolero de Ravel, al amor, a las coplas y a otros boleros: una cosa que, de tanto usarla, casi siempre acaba por romperse. Con música de Maurice Ravel, la pieza está interpretada por Clara Pampyn y dura 15 minutos.

Hombres tragados por un animal

Babirusa Danza presenta No title yet... ¿y si fuéramos tragados por un animal?'. Esta pieza interpretada por Elena Susialla, Rafael de la Lastra y Beatriz Palenzuela habla de un gran animal que traga a las personas, las mastica y fragmenta su cuerpo. En definitiva, hombres tragados por un animal, pero ¿quién es? ¿somos nosotros mismos? La música de Chema Palenzuela acompaña a esta coreografía de Beatriz Palenzuela.

Y para cerrar la noche, La Intrusa acerca Delta Víctor, con coreografía de Virginia García y Damián Muñoz, que también son los intérpretes. La música es de varios actores y la pieza dura 20 minutos. El montaje habla del código internacional de señales, donde el mensaje Delta significa "aléjate de mí, estoy maniobrando con dificultad" y Víctor significa "necesito auxilio". "El encuentro de dos dificultades que con buena voluntad intentan hacerse paso. Que encuentren la tregua o construyan un muro dependerá del grado de sus imposibilidades", señala la compañía.

El pasado año participaron en Gracias x favor unas 2.500 personas, una cifra que la organización confía en superar este año. Y es que este proyecto ha conseguido dar visibilidad a la danza contemporánea "en una ciudad casi huérfana de citas coreográficas". Con esta tercera convocatoria, Gracias x favor aspira a estrechar lazos entre los profesionales del sector bailarines y coreógrafos y fomentar el diálogo con el entorno urbano. De hecho, estos han sido los objetivos que desde sus comienzos ha defendido Espacio Espiral, un colectivo que puso en marcha este proyecto en 2014 junto a Laura Kumin, directora del Certamen Coreográfico de Madrid y una de las impulsoras del concepto Gracias x Favor, ciclo de creación emergente. Kumin está esta semana en Santander. Este año son trece las compañías de varias nacionalidades las que han participado en este encuentro.

Talleres y clases magistrales

También hubo talleres y clases magistrales, además de proyecciones, conferencias y un espacio para el café con los artistas. Y Cristina Samaniego presentóel documental One day Pina asked, de Chantal Akerman. La singular cineasta belga hizo un seguimiento de la coreógrafa Pina Basuch y su compañía The Tanzteater Wuppertal durante su gira por Alemania, Italia y Francia.

El objetivo ha sido poblar la ciudad con bailarines y artistas que dieran un valor añadido a los espacios urbanos y sorprendieran a los viandantes. Y todo gracias a la danza contemporánea, "un lenguaje muy joven, potente y en crecimiento", indicó Meca. Objetivo conseguido.