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Guillermo Balbona
Lunes, 10 de octubre 2016, 07:19
Bajo los adoquines de muchos años de desidia cultural institucional asomaron hace muchos años las playas de los creadores. El arte es uno de los territorios donde Cantabria ha demostrado y demuestra su profusa creatividad, diversidad y talento.
Pero las ideas, los proyectos, las ... inquietudes y las ganas de desarrollar actividades e iniciativas se han topado con promesas postergadas e incumplidas, carencia de cobertura, gestiones culturales deficientes, inexistencia de redes y circuitos, falta de intercambios con otros colectivos y la lamentable ausencia de infraestructuras adecuadas a muchas expresiones ya cubiertas en otras comunidades.
Los creadores, no obstante, continúan siendo el mejor patrimonio y activo cultural. En un contexto de cambio, en el que asoma en el horizonte una realidad más que virtual de espacios, iniciativas y acuerdos que potencialmente están destinados a desarrollar el hecho cultural ha surgido la Fábrica de Creación. Un concepto, que busca consolidarse no sólo a través de unas ideas concretas y claras, sino dentro de un proceso que implique acuerdos colectivos, colaboraciones públicos privadas, sinergias y el protagonismo de los creadores junto con sus respectivas asociaciones y grupos.
El proyecto salió a la luz hace un mes cuando el Ayuntamiento desveló su interés e implicación en la gestión de una «fábrica de creación» para artistas y creadores que, físicamente, se ubicará en 2018 en el edificio de Tabacalera de la calle Marqués de la Hermida, el cual será parcialmente reformado. La iniciativa, sin embargo echará a andar en 2017 apoyándose en centros cívicos, en el centro cultural Doctor Madrazo e, incluso, en algunos espacios privados. La gestión se dejará en manos del sector cultural local, tal como quedó subrayado tras la reunión de la sectorial de Cultura, celebrada el pasado día 22.
El sector cultural, encabezado por un grupo de creadores y gestores de la ciudad trasladó en varias ocasiones al Ayuntamiento su convencimiento de que Santander debería de contar con un proyecto de estas características. El equipo de gobierno lo incluyó entre sus compromisos electorales y en la sectorial solicitó la colaboración de ese ámbito creador para crear una estructura representativa que permita llevar a cabo un convenio de colaboración.
Pero la respuesta a cuál es el germen de la Fábrica, y a quiénes encabezaron la idea la tiene Semillero Santander. Un colectivo cultural que elaboró el proyecto Fábrica de creación se constituyó hace semanas en asociación sin ánimo de lucro con el único fin de «impulsar y velar» por el buen desarrollo de la iniciativa.
Bajo el subtítulo de Plataforma para la creatividad emergente, el pasado mes de marzo se puso en marcha este soporte clave para arropar una idea planteada ya desde el pasado año entre diversos grupúsculos.
Lidia Gil, Laura Irizábal, Javier Lamela, Raúl Lucio, Miguel Meca, Zaida Salazar, Cristina Samaniego y José Luis Santos conforman el equipo fundador tras lo que se espera sea un espacio clave en el desarrollo cultural de Santander.
- "Plataforma para la creatividad emergente. Impulsada por Lidia Gil, Laura Irizábal, Javier Lamela, Raúl Lucio, Miguel Meca, Zaida Salazar, Cristina Samaniego y José Luis Santos.
Esta nómina de activistas culturales «con años de experiencia en la creación artística y la gestión y producción cultural desde distintas disciplinas y colectivos como Acepae, Espacio Imagen, Sol Cultural, el Colectivo ACAI, Eureka, ACuCA, comenzó a gestar ya durante el invierno de 2015 «un proyecto de largo recorrido por y para los artistas y creadores locales».
Espacio para todos
Paz Gil (librera), Fernando Zamanillo (historiador del Arte); Alberto Iglesias (actor, director y dramaturgo); Marta Mantecón (trabajadora del arte); Alberto Santamaría (poeta); Luis Escalada (músico); Pablo Hojas Cruz (fotógrafo); María Isabel Armengou (profesora de danza); Juan Gómez Bárcena (escritor), José Cobo (escultor), Nacho Mastretta (músico).
Jorge Fernández (fotógrafo), Concha García (artista); Eva Ranea (bibliotecaria); Rodolfo Plana(librero); Fernando Chinarro (actor); Eduardo Gruber (artista); Daniel Sánchez Arévalo (cineasta y escrior); Ana Teja de Juana (poeta), Bernardo Riego (profesor), José Ramón Sánchez (pintor); Gabriel Rodríguez (crítico de arte), Elías León Siminiani (cineasta); Ramón Margareto (pintor, escritor).
En Semillero Santander hay cabida a perfiles diversos, pero cada uno de los cuales conecta a su vez con asociaciones artísticas y culturales destacadas del panorama cántabro, caso de Espacio Imagen, AcUcA, Acepae, Sol Cultural, Eureka y la nueva asociación de danza Movimiento en red.
Aunque el objetivo de la asociación es seguir estableciendo contacto con otras que vayan surgiendo y se quieran incorporar a un proyecto que se postula como «muy participativo y representativo de la escena artística y cultural cántabra».
Dada la dificultad de unir un colectivo artístico tan amplio como disgregado, Semillero Santander se planteó distintas alternativas de ubicación. Fue en ese momento cuando la asociación supo del interés del equipo municipal de Santander por poner en marcha una infraestructura destinada a albergar un proyecto muy similar.
A partir de ahí, inició conversaciones con el Ayuntamiento y redactó «unas líneas maestras» que coincidían en lo esencial con la iniciativa municipal, especialmente en lo relativo a generar «un proyecto de creadores para creadores, pero sobre todo un proyecto a la medida de Santander y de Cantabria, con sus propias señas de identidad y conectado desde el principio con diferentes redes de espacios similares del entorno español y europeo, sensible a la creación y producción emergente y con un marcado acento contemporáneo y transdisciplinar en su esencia».
El siguiente paso inmediato pasó por convertirse en «una verdadera plataforma asociativa de creadores, vivan o no de su trabajo artístico». A juicio de sus impulsores la viabilidad de un proyecto de fábrica de creación radica en «la participación colectiva en la redacción de una propuesta que, fiel a su espíritu, recoja todas las aportaciones posibles del sector artístco local, así como la incorporación de asociaciones gremiales y de creadores locales que den el impulso definitivo al proyecto», tareas ambas en las que Semillero Santander está enfrascado en el presente.
El Ayuntamiento apuesta por que el futuro espacio incluya actividades abiertas a todos los ciudadanos. «Un espacio llamado a ser, por tanto, un contenedor que estimule la producción artística y cultural, que forme y apoye a los creadores, a los profesionales y, especialmente, a los artistas que comienzan a dar sus primeros pasos», según expresó la concejala de Cultura, Miriam Díaz.
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