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IÑAKI ESTEBAN
Lunes, 17 de octubre 2016, 07:36
Nació en San Sebastián en 1969. Estudió Derecho sin acabar la carrera y montó un restaurante antes de dedicarse a la literatura.
La 'trilogía del Baztán', formada por 'El guardián invisible', 'El legado en los huesos' y 'Ofrenda a la tormenta', está publicada por 34 sellos editoriales.
Vive en Cintruénigo (Navarra). Está casada y tiene un hijo de 16 años y una hija de 10.
¿Hasta dónde quiere llegar el codicioso? ¿Y qué se puede hacer para pararle los pies? Dolores Redondo (San Sebastián, 1969) se hace estas preguntas en 'Todo esto te daré', la novela con la que acaba de ganar el Premio Planeta, dotado con 601.000 ... euros. Admiradora de Agatha Christie y de 'El padrino' de Mario Puzo, la narración parte de un suceso que algunos desean que parezca un accidente. Un guardia civil a punto de retirarse se huele algo turbio y se apoya en sus investigaciones en un cura y en un escritor. La novela se desarrolla en la Ribeira Sacra, entre Orense y Lugo. Que no se inquieten los fans de la 'trilogía del Baztán' protagonizada por la inspectora Amaia Salazar. El personaje de la Policía foral navarra volverá.
¿En qué sentido trata su novela la codicia?
Perseguir la riqueza y los privilegios por encima de todo te puede llevar a ser un esclavo del mal durante toda tu vida. Eso es lo que dice Mateo en su Evangelio y sirve para explicar el punto de partida de la novela. Hay una clase aristocrática que mantiene sus privilegios desde hace siglos y piensa que todo les pertenece y les corresponde. No les importa pisar cabezas para conservarlos. En España, volvieron la espalda al rey en el exilio al término de la Guerra Civil y abrazaron a Franco a cambio de tierras, negocios y contratos. Agatha Christie decía que sólo hay dos clases de personas que hacen lo que quieren, los aristócratas y los vagabundos.
Se refiere entonces a los abusos de poder.
Sí, a los que cometen algunos vividores, ociosos y viciosos que intentan salirse siempre con la suya y que muchas veces lo consiguen. Y me refiero también a las alianzas y a los grupos de intereses que se forman a partir de esos abusos.
El guardián invisible, primera de las novelas que conforman la trilogía del Baztán, llegará a los cines el próximo 3 de marzo con Marta Etura en la piel de Amaia Salazar, la inspectora jefe de Homicidios en la Policía Foral de Navarra. «La película vive del contraste y la dualidad entre el cine negro y el drama femenino de personajes, entre la dureza y el dolor de Amaia, entre la realidad y lo mágico», contó su director en el pasado Festival de Cine de San Sebastián, donde se mostró un avance del filme.
Responsable de títulos taquilleros como 3 metros sobre el cielo y Palmeras en la nieve, basados asimismo en novelas de éxito, Fernando González Molina rodó El guardián invisible a lo largo de nueve semanas en escenarios naturales de Baztán y Elizondo, en Navarra. La cinta arranca precisamente en la ribera del río Baztán, donde aparece el cuerpo desnudo de una adolescente en una circunstancia que lo relaciona con un asesinato ocurrido un mes atrás. La inspectora Salazar dirige la investigación que la llevará de vuelta al pueblo de Elizondo, donde creció y del que ha tratado de huir toda su vida. La película es una de las grandes apuestas del cine español para el próximo año. Produce Atresmedia, cuyo accionista principal es el Grupo Planeta.
¿Qué lugar ocupan las familias en esos grupos?
Uno fundamental, más aún en el ambiente de la sociedad rural y tradicional en el que se mueve la novela. Son familias que han ejercido el poder desde siempre, en apariencia muy compactas, aunque haya odios y rencores profundos entre sus miembros producidos por la sombra del dinero.
¿Todas las familias tienen algo que esconder?
En todas las familias hay noticias y preocupaciones que no contamos a quien pensamos que les pueden dañar. Ocurre de manera parecida en las relaciones de pareja. La persona a la que crees conocer mejor te ha podido mentir alguna vez y guarda secretos que nunca te revelará. También de eso trata esta obra.
¿Se permite un alto grado de impunidad a los poderosos?
Sí. En esas sociedades rurales, como la de Ribeira Sacra, hay creencias y tradiciones tan arraigadas que la lógica no acaba de atar todos los cabos. Es así porque es así y porque siempre tiene que ser así. Hay familias y asociaciones de intereses muy determinadas que ejercen su dominación de manera brutal y a los que se acepta porque es así.
Avariciosos que se sienten impunes. ¿Como los corruptos que aparecen en los periódicos?
Yo vivo en este mundo. No soy ajena a lo que está pasando. Me revuelve ir a la cama pensando que algunos corruptos se van a ir de rositas. No puedo aguantar la idea de que los que aplastan a otros, los que se llevan lo de todos, puedan vencer. No quiero aceptar que esto sea así. Me llevan los demonios cuando me entero de que el hijo de un alcalde no paga una multa. No soporto esa prepotencia cotidiana de los poderosillos.
Hay tres personajes masculinos en el centro de la novela.
Sí, un cura que creía conocer a un hombre y no dudaba de su integridad hasta que los indicios son tan abrumadores que tiene que convencerse de que esa persona, a la que ha tratado desde siempre, es un corrupto. También está Manuel, un escritor que ha vivido de espaldas a la realidad, escondido tras un mundo idílico, en las brumas de su creación. Y un guardia civil, que representa la búsqueda de la verdad contra la impunidad. No hay investigación policial como tal, porque este agente va a entrar en la reserva al día siguiente de que ocurran los hechos que desencadenan la novela. No hay comisarías ni interrogatorios, pero el peso de la investigación la tenía que llevar alguien que supiera cómo hacerla.
El regreso de Amaia Salazar
¿Cómo se llevan entre ellos?
En esta novela hablo de la amistad entre hombres adultos, que son capaces de superar los prejuicios que tienen al conocerse. La mayoría de nuestros amigos proceden de la infancia o la adolescencia. Pero hay veces que cuando conoces a un adulto muy distinto a ti, te acepta con todas tus maletas, con tu pasado y tu presente, lo mismo que tú a él.
¿Qué papel juega la Ribeira Sacra en 'Todo esto te daré'?
La elección del lugar no es nunca casual en mis novelas. Un enclave me tiene que inspirar belleza, rudeza y trabajo, como el Baztán en el caso de la serie de Amaia Salazar, y ahora la Ribeira Sacra gallega. No son paisajes de postal sino que reflejan el orgullo y la lucha de los que viven allí durante generaciones. Te preguntas por qué los romanos hicieron los caminos por las montañas escarpadas, por qué los monjes construyeron y habitaron sus edificaciones románicas, por qué quienes se quedaron allí siguen haciendo el vino con métodos tradicionales. Podrían haber ido a un lugar con más facilidades. Pero están orgullos de someter aquellos pedregales a costa de un sacrificio enorme.
Por cierto, ¿qué va a ser de Amaia Salazar?
Volverá. He tardado seis años en escribir 'Todo esto te daré'. Decidí dar prioridad a las novelas de Amaia Salazar y creo que no me equivoqué porque me han hecho llegar a muchos lectores. Pero tenía esta historia desde hace mucho tiempo y seguía ahí, en el limbo. Ahora ha llegado su momento.
¿Espera un gran recibimiento en Cintruénigo, el pueblo navarro en el que vive?
Supongo que mis vecinos estarán muy contentos, lo mismo que en Rodeiro, en Galicia, donde voy a menudo. Vivir en un pueblo como Cintruénigo te coloca en el mundo real. Allí eres madre, vecina, persona que participa en las que cosas que ocurren. Te permite llevar una doble vida. Te da la suficiente tranquilidad para pasarte días y semanas en pijama, dedicada a escribir, y otros corriendo en tacones por los aeropuertos.
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