"La cantera está en las salas, ahí nace la música"

- ¿El cambio de sonido en este disco fue una apuesta arriesgada?

- Sí que lo fue. Sobre todo la composición y grabación porque fue un salto al vacío y andar sobre el precipicio todo el rato. Dejamos las guitarras. Abrazamos una nueva sonoridad y de ese riesgo salió algo muy personal. Valió la pena.

- Eso de abrazar una nueva sonoridad musical es un lugar común pero en su caso fue literal

- Da la sensación de que todo el mundo lo dice porque no sabe que contar pero en nuestro caso es real. Nuestro bajista ahora toca los sintetizadores y nosotros que tocábamos la guitarra hemos pasado a otros instrumentos y hemos cambiado las baterías por cajas de ritmo. Cada uno ha tenido que aprender de nuevo.

- Es decir, que en su tercer disco, son como principantes

- Ya manejábamos el mundo sintetizadores pero no nos habíamos basado en ello y teníamos muchas ganas. Ahora han tenido el lugar protagonista. Los hemos ensaldanzo.

- ¿Y cómo tomáis la decisión de cambiarlo todo?

- Realmente fue muy natural. Me compré un Solina String Ensemble, que usaba mucho Beck, muy setentero. El primer día me salió 'Fue' y tuve la sensación de sacar un hip hop sideral. Me pregunté que saldría haciéndolo todo así, todo con teclados. Un poco por casualidad y también por ponernos en ciertas dificultades terminamos en esto. Con obstáculos el proceso creativo es más exigente.

- Hip hop sideral va asociado a una mayor negritud

- El hip hop lo tenía apartado por desconocimiento. Pero con Kendrick Lamar y Beck vi que había un groove y una manera de sonar que quería meter en el pop español.

- ¿Y su referencia a la 'mandanga sideral' como sonoridad?

- La psicodelia reside la mandanga y lo cósmico. Era una manera de poner en una aprieto a los periodistas que buscan etiquetas. Consideramos que hacemos pop cósmico. Siempre mezclando música lisérgica. Nos gusta llevar nuestra personalidad al máximo exponente posible, en un viaje que sea nuestro sonido y nadie más pueda sonar así.

- Ese viaje les lleva a sonidos del pasado, tanto por los instrumentos como por el resultado

- Todos los sintetizadores te llevan a esa época. Pensábamos en Prince igual que en gente de ahora. En los 80 se hizo la mayor parte de música y sin embargo es una época que está denostada. Para mí fue el culmen de las grandes grabaciones. En los 90 llegó una época oscura en la que no gustaba nada de lo que se había hecho. Ahora parece que empezamos a tratarlo mejor y estamos perdiendo el miedo a revindicar.

- El nacimiento del indie, que coincide con su época, también tiene que ver con una ruptura

- Supongo que sí. Todo movimiento artístico nace de cagarse en lo anterior pero ahora que ya se ha hecho todo, se trata de llevar tu personalidad a tope. Y no tener barreras. Siempre he sido prejuicioso con la música y cada vez me interesa más coger elementos de cualquier sitio y añadirlos a mi sonido.

- ¿En qué se basan esos prejuicios?

- Cuando tienes 18 y escuchas música tienes claro qué te gusta y qué no. Hablas con mucha prepotencia de grupos que consideras malos y cuando te haces mayor, piensas que has estado equivocado. Me pasó con Leonard Cohen. Lo escuchaba en el coche de mis padres y me parecía música de viejos. Ahora me parece genial y arriesgado, que hizo alcanzar la música un nivel superior.

- ¿Diría que 'Pidiendo en las puertas del infierno' es un disco oscuro?

- Sí. No lo había pensado pero sí creo que las letras son oscuras, porque tratan de nuestro país y la mierda de política y sociedad que estamos creando aunque la música lo lleva un sitio luminoso. Es parte del contraste. Es como 'Computer' de Radiohead. Si no sabes inglés parece de baladas pero es anticapitalista.

- Una de las explicaciones sobre el resultado es que nunca habían sido tan directos ni habían cantado así

- Sí, sobre todo es una cuestión de las letras. Casi salieron vomitadas. Escribía en mi móvil una retahíla y al final ese texto terminaba en las canciones. Son letras muy largas que quieren decir muchas cosas.

- ¿El cambio es una elección permanente en su caso?

- Lo veo como algo muy excitante artísticamente hablando. No me gustan los grupos que se repiten. Quiero ser de los que no lo hacen y buscar algo nuevo con cada disco. Me canso muy pronto de las cosas soy un poco obsesivo con eso. Lo interesante es cambiar y buscar nuevos caminos.

- ¿Y uno se atreve a seguir probando en un escenario tan difícil como el de la música hoy por hoy?

- Claro. Es mucho más difícil. Es la opción del romanticismo y esa cosa eterna de la música, pensar que eso queda grabado para toda la vida. Si haces un disco para vender dos ejemplares más o que vaya más gente a verte, estás poniendo tu visión artística en otro sitio. Sé que no nos llevará a ser ricos, pero a la vez es la única manera de sentirnos honestos. Se nota cuando nos escuchas. Si ese es el precio, habrá que pagarlo.

- El exministro Wert inspiró 'Perro Negro SL'. Quizá sea lo mejor que le han dedicado tras la subida del IVA cultural

- A veces pienso que no deberíamos haberle hecho ninguna canción. No merece ni eso. No pude evitarlo. Lo vi el Canal 24 horas, los imaginé riéndose de todos nosotros y salió ese tema.

- Los discos maravillosos no son si no hay un equipo humano, afirmó

- No solo lo decía de nosotros como grupo sino también por nuestros productores (Ricky Faulkner, Santos & Fluren), por su valentía de llevar adelante esa idea a muerte. A veces te puede entrar la duda y si nadie te anima a saltar...

- ¿Se dejan aconsejar?

- Sí. Por ellos sobre todo. Y por el resto de la gente poco, porque nos perderíamos del camino que queremos

- La combinación de Jesucristo, Superman y Maradona que han creado en 'El León de Tres Cabezas' es casi imbatible

- (Ríe) Son tres pilares de nuestra sociedad con parte buena y mala. Quizá tendríamos que ser más exigentes con nuestros iconos; ya está bien de tanto respeto. Todos tienen su flaqueza.

- Cuanta más gente haya y más grande sea la sala más difícil es tocar. Después de su paso por festivales multitudinarios, ¿siuen pensando lo mismo?

- Cuando sales a tocar delante de 15.000 personas es gratificante pero no le ves la cara a nadie. Es más difícil tocar delante de 20 y ver qué ocurre. Los festivales son una experiencia increíble pero están provocando que se pierda el mundo de la sala. Sufro por los grupos que empiezan. La cantera está en las salas, ahí nace la música. Por el bien de la cultura debería cuidarse y ponerlo en valor. Habría que hacer pedagogía para que la gente vea que ir al concierto y pagar 12 euros para ver a un solo grupo es muy reconfortante.

- ¿Este formato de ciclos en dúo con otras bandas patrocionados por marcas es una alternativa válida a la falta de apoyo de otras entidades?

- Exacto. Acabas asumiendo el apoyo de una marca de cervezas, por ejemplo, porque no lo hay de otro sitio.

- Santi Balmes (Love of Lesbian) le definió como el sexy madafacka patrio

- (Ríe) A Santi le flipó nuestro disco y escribió eso. Me parece una presión muy cañón y tendré que estar a la altura para defender el título.

- Y a ustedes, ¿qué discos les han flipado últimamente?

El nuevo disco de Love of Lesbian es increíble, Egon Soda es una de mis bandas favoritas y me gusta mucho lo nuevo de Nudozurdo y Jorge Drexler que fue una gran influencia para este disco.

- Véndase para este viernes en Santander

Bueno, pues será verdaderamente increíble y si os apetece tener una experiencia sideral en que la música es un viaje, con una banda haciendo muchas cosas con mucho poder. No deberíais perdéroslo.