"Prometí a mi padre que no me iba a meter con nadie"

Con un disfraz de Sócrates y un "tremendo" guión, el humorista Miguel Ángel Rodríguez -más conocido como El Sevilla- tratará de hacer pensar al público en cosas en las que nunca habían pensado. En conceptos absurdos. En desvaríos. En cualquier cosa que abstraiga de la cotidianidad y que permita al espectador desternillarse, que de eso se trata. "Y sin un solo chiste", dice El Sevilla.

El líder de los Mojinos Escozíos estará esta noche, a las 22.00 horas, en el Paraninfo de la Magdalena con el monólogo 'Reflexiones del hombre lengua', casi dos horas de humor y reflexión en torno a la 'nada'.

-En su monólogo interpreta a un sabio, filósofo, que desborda una sapiencia envidiable. Shakespiere decía: 'ser o no ser'. ¿Cuál es su filosofía?

-Hacer reír a la gente de una u otra forma. En las 'Reflexiones del hombre lengua' interpreto a un loco que se cree que es Sócrates. Extraigo los conocimientos de la gente que acude al teatro y les hago pensar en cosas en las que nunca habían pensado. Trato de hacer reír con ingenio y acabamos haciendo terapia de grupo.

-Hamlet recitaba su soliloquio con la calavera de Yorik. ¿Qué atrezo se ha traído usted a Santander?

-Un tremendo guión, que hace que el público se olvide de que tengo detrás al ballet ruso, una calavera, una linterna y yo. Además, hay silencios, luces, oscuridad. Eso es lo único que llevo.

-Es un entendido en la felicidad del siglo XXI. ¿Qué necesita la sociedad de hoy en día para ser feliz?

-Estas son preguntas demasiado tremendas... Antes la gente se reía y punto, ahora con la crisis te dan las gracias. Es como muy necesario. Los que nos dedicamos a esto hacemos lo de siempre, pero ahora el espectador agradece olvidarse de todo y pasar un rato divertido.

- ¿Y usted?

-Yo soy feliz con muy poquito. Soy una persona que para nada soy ambicioso en el tema del dinero y propiedades. Que los míos estén bien. Te aseguro que no tengo gastos ni vicios. Me gusta mucho mi trabajo. Soy muy de mi familia, muy de mi mujer.

-Estamos acostumbrados a un tipo de humor blando, un poco pueril, nada que ver con su forma de hacer reír. ¿Quién tiene que renovarse, los guionistas o los espectadores?

-Hay mucha gente que se dedica al humor. Los que son blandos, los políticamente incorrectos, los que se pasan de la raya... No creo que el humor sea blando.

-¿Cuando dice en su presentación que hasta el más tonto sabe hacer relojes piensa en alguien en concreto?

-En mí mismo.

-¿Con quién se ceba en las reflexiones del hombre lengua?

-No me meto con nadie ni con nada. Vengo curado en salud. Fue la promesa que le hice a mi padre, que no me iba a meter con nadie.

-En todos estos años de música junto a los Mojinos Escozíos, ¿se le han echado mucho encima las feministas?

-En un ocasión tuvimos problemas. Al principio, pero quedó en una anécdota ridícula. Nos denunciaron por la letra del tema 'La Boda' que decía: Anda que si no se llega a llevá tu pare la escopeta a la iglesia, me hubiera casado contigo enseguía. Y es que eres tan fea, que tenía que murtarte la pulisía. La jueza dijo que la justicia estaba para cosas más serias. Son los oídos con los que se escucha, no las palabras que se dicen. No dejan de ser chistes con música, pero siempre hay gente que se ofende.

-A pesar de compartir nombre y apellido con el político del PP Miguel Ángel Rodríguez, no suele hacer coñas con políticos. ¿Por qué?

-Normalmente no hacemos chistes de lo que se habla en el telediario, son cosas demasiado serias como para reírse. Tampoco hacemos apología de la droga, ni la religión, ni la política.

-Las condenas contra cantantes han puesto en tela de juicio la libertad de expresión y en nombre del derecho al honor le ha caído un año de cárcel al cantante de Def con Dos y casi cuatro años al rapero Valtonyc, ¿qué opina al respecto? ¿Cree que ha llegado el momento de cortarse, de pensar aún más lo que se dice?

-No opino al respecto. Son colegas míos, pero no opino.

-¿Usted le pasa las letras a su abogado antes de soltarlas en público?

-Sí. Siempre con las letras ponemos el listón pensando en nuestros hijos. El batería tiene hasta nietos. Pensamos en los niños.

-Es actor, presentador, guitarrista, armonicista, cantante, humorista y escritor. Normal que haya tanto paro en España...

-Lo resumo todo dedicándome al humor. Tengo 300 canciones y ninguna es seria. Mi intervención en radio y televisión también gira en torno al humor. Son muchas las puertas que he abierto en este sector y el teatro es la que faltaba.

-¿Si es cantante por qué el mundo del cine le contrata siempre para hacer de batería? ¿Es que tiene usted cuerpo más de aporrear la caja que de 'frontman'?

-Posiblemente. Soy el único actor español que ha hecho tres veces de batería. Tengo pinta... De cinco películas, he interpretado ese papel en tres. Si hubiera sido una película de toreros hubiera sido el picador (risas).

-¿Es verdad eso que dicen de que le hacen las mallas a medida? Es como Beyoncé...

-Me las hacen a medida hace tiempo. Incluso me han llegado a regalar leggins, como diciendo que hay pocos hombres que pueden lucirlo. (Risas)

-¿Por qué le entran sudores fríos cuando observa el agujero de un donut? ¿Cómo se conoce su trauma en medicina?

-Parece una tontería pero es el núcleo central de mis reflexiones. Es muy curioso. Ahí me agarro a Parménides, el todo no es nada sin la nada. La 'nada' es el agujero y el 'todo' el donut.