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Guillermo Balbona
Lunes, 13 de marzo 2017, 18:27
Viaje al pasado, ventana abierta y directa, entre la divulgación y la invitación a adentrarse en lo esencial, una nueva publicación se asoma a uno de los territorios más fértiles del patrimonio de Cantabria. A modo de guía visual y didáctica, el proyecto supone una ... herramienta consistente y práctica en tiempos de celeridad. 'Románico imprescindible', elaborada por el escritor Jesús Herrán, que edita este mes de marzo la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, se postula como un itinerario diferente de consulta y apoyo ilustrado para conocer uno de los territorios más importantes de la singularidad histórica de la comunidad.
Más de trescientas fotografías, planos, croquis y dibujos configuran esta primera guía que abre, a su vez, una nueva colección que pone en marcha la entidad que preside José María Pérez, Peridis.
La guía está dirigida, fundamentalmente, "a los amantes del arte románico que disponen de poco tiempo -tres o cuatro días- para poder visitar los edificios más notables de cada zona". En este sentido, desde Aguilar de Campoo el equipo de profesionales de la Fundación se ha propuesto recoger en cada guía lo mejor y más representativo del románico local para que el viaje resulte lo más productivo posible.
En el caso de Cantabria se ha organizado el recorrido en cuatro rutas, aunque, por supuesto, "el viajero tiene libertad para adaptarlo a sus necesidades, sabiendo de antemano que cada visita, por importante, tendrá sentido en sí misma".
Los diez edificios elegidos abarcan una visión completa del arte románico en la región, con muestras que incluyen desde las más humildes expresiones rurales hasta el esplendor de las grandes colegiatas: iglesia de San Cosme y San Damián (Bárcena de Pie de Concha), iglesia de Santa María (Bareyo), colegiata de Santa Cruz (Socobio-Castañeda), iglesia de San Pedro (Cervatos), iglesia de Santa María (Piasca), iglesia de Santa María (Retortillo), iglesia de San Martín (San Martín de Elines), colegiata de Santa Juliana (Santillana del Mar), iglesia de los santos Facundo y Primitivo (Silió) e iglesia de Santa María (Yermo).
Los dibujos de Peridis -una iglesia por aquí, un capitel por allá-, contribuyen a enriquecer el aparato gráfico de cada guía, que en el caso de Cantabria lo integran 313 fotografías "para que el viajero no se pierda ningún detalle, antes, durante y después del viaje".
Los textos, sencillos en la forma pero exhaustivos en su fondo, persiguen según su autor, "no dejar nada al albur dentro una invitación a un puente románico sea inolvidable". La guía se conforma a través de una selección de edificios "para quienes quieren visitar lo mejor del románico de cada zona, pero no tienen mucho tiempo".
Por ello el concepto plantea visitas "para un fin de semana románico o un 'puente románico y romántico'". Su documentación tiene su punto de partida en la información que recogió Miguel Ángel García Guinea en los tres tomos de la Gran Enciclopedia del Románico en Cantabria -publicada por la Fundación Santa María la Real en 2007- y de los itinerarios que realizaron Peridis y Jesús Herrán, 2015, por los diez edificios seleccionados por los historiadores de dicha Fundación.
Otras publicaciones
El también editor (Valnera) y articulista de este periódico, Jesús Herrán (Villanueva de Villaescusa, 1957) es autor de libros como 'Ojáncanos' (Anaya, 1998), 'Cántabros, un pueblo indómito' (Anaya, 2000), o 'Cantabria, diez rutas culturales con Gerardo Diego' (Alianza Editorial, 2004), entre otros. A su mediación se debe la publicación de muchos otros volúmenes. Tras más de dos décadas en el Grupo Anaya, desde hace doce años trabaja en el Departamento de Edición de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, en la que está al cargo de la monumental Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica.
En ese mencionado viaje Herrán realizó fotografías que recogían aspectos nuevos de los edificios. En algunos casos muy importantes, por ejemplo en Piasca, cuyos canecillos y metopas originales han sido reemplazados, para evitar su destrucción, por réplicas muy precisas. En la guía por ejemplo se incluyen imágenes del antes y el después de algunos de ellos.
Peridis, por su parte, dibujaba los edificios y en algunos casos detalles de los mismos. El texto de la nueva publicación se ha concebido como divulgativo pero muy preciso, y ha estado supervisado por el historiador Pedro Luis Huerta, coordinador técnico de la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica y del programa de cursos y seminarios de la Fundación Santa María la Real.
Su estructura, siempre con un concepto y planteamiento de apoyo, contiene antes de analizar cada edificio, una perspectiva general de la población, con un estilo en el que se pretende hablar al lector como si fuera un compañero de viaje del autor. Y al final de cada visita siempre se incluyen, además, recomendaciones para seguir viendo aspectos destacables de cada zona. Con fotografías de Jaime Nuño González, Esteban Sainz Vidal, Herrán y Darío Herrán de la Gala, los planos son obra de José Ramón Fuente López, Alfredo Antuña Presa, Francisco de Borja Ferrer y Eduardo González de Prado.
Las guías, cuya cubierta inaugural responde a un diseño de Jesús Allende Valcuende, quien recoge el dibujo de la Colegiata de Cervatos realizada por Peridis, proseguirán con un volumen dedicado a Palencia, obra de Jaime Nuño. Cada edificio es abordado en la nueva publicación, que será presentada en breve, con un profuso material gráfico que varía en función de la importancia histórica y patrimonial. En Santillana son 49 las fotografías que acompañan la información y la sugerencias , mientras que Bárcena son 20 fotos y ascienden a 41 imágenes en el acercamiento divulgativo de San Martín de Elines.
Las páginas de esta publicación se han planteado de acuerdo a composiciones plurales que alternan textos e imágenes. Combos fotográficos permiten presentar un mosaico de detalles, metopas, capitales, ábsides, canecillos..., de cada edificio singular junto con dibujos y planos o croquis que clarifican alusiones al paso del tiempo.
Los textos, por su parte, van más allá de la mera guía viajera. A lo informativo se le suman componentes literarios, y predomina un tono constante de invitación a redescubrir zonas, aspectos del paisaje y, por supuesto, los elementos esenciales del patrimonio.
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