Los actores invitan al teatro

Compañías y actores cántabros invitan al público a asistir al teatro con propuestas arriesgadas, de vanguardia y, como no, clásicos también. Soplan vientos de crisis, algo que no desanima a las pequeñas compañías que sin apoyos y con un Iva del 21% enfrente, cada fin de semana ofertan un variado programa. Buscan nuevos públicos, quizás entre los jóvenes y adolescentes, muy alejados de las salas teatrales, mientras se remangan las camisas para enfrentarse a un año, en el mejor de los casos difícil. Escena Miriñaque, Café de las Artes, El Principal, Sala de Tres, Ábrego, Hilo producciones, La Machina, Espacio Espiral o Rosa Casuso, toman la tensión al teatro ante su Día Mundial (27), para presentar qué hacen, hacia dónde van y qué esperan de las instituciones. Si hay una queja se repite entrevista tras entrevista, es la falta de una política cultural que ayude a programar teatro de calidad.

Escena Miriñaque tiene claro que no soplan vientos propicios para el desarrollo cultural y que la sociedad sufre los efectos de un crisis. Frente a ello, está el teatro: "transgresor, rebelde espejo social, soñador, vital, sincero, generoso y utópico». Defiende que es un arte necesario porque transmite reflexiones, ideas y emociones. "Desde hace siglos derrocha ingenio y talento", reconoce esta compañía para quien el sector está acostumbrado a sobreponerse de gripes y contratiempos. En el caso de El Principal, Edy Asenjo y Sandra Bedia se ocupan de que "nuestra tienda venda el mejor producto posible". Para ellos, el público está en plena forma "y eso es lo único que nos importa".

La veterana compañía cántabra La Machina entiende el teatro "como un hecho vivo en el que, a pesar de tanto mediocre inmovilista, está en constante movimiento y se erige como reflejo de una sociedad que a veces se muestra viva y otras muerta". Mientras, Sala de Tres, a cuyo frente están Mariu Ruiz, Beatriz Gándara y Verónica Ortiz, también ve el mundo del teatro "vivo, aunque le pese a muchos", aclaran. Los mismo opinan Begoña García y Sandro Cordero, de Hilo producciones.

Para ellos, "el teatro está más vivo y creativo que nunca". Y es que la cultura debe transmitir emoción y una mirada crítica, algo que "ahora necesitamos mucho". Lejos está Miguel Meca, de Espacio Espiral. Para él, el teatro está en un momento "convulso, aletargado, desunido, lleno de incertidumbres y precariedad". Y Ábrego, la compañía que forman Pati Domenech y María Vidal, ofrece una visión interesada y subjetiva del teatro después de muchos años de profesión. En este contexto, han detectado un importante retroceso en el apoyo del público a las artes escénicas que se contrapone con una ingente creatividad y una avidez del público por experimentar sensaciones nuevas que ya no encuentran la oferta adecuada.

El Café de las Artes ve el mundo del teatro en España como un espejo evidente del estado social general. "Una sociedad que sigue fuertemente golpeada por unas carencias materiales y precariedad económica terrible", argumenta. Finalmente, el Estudio para Actores de Rosa Casuso entiende que el teatro está hoy interesado en el Circuito off, un estilo teatral que hace referencia a aquellas producciones teatrales que cuentan con un pequeño formato, ya sea en escenografía, presupuesto, número de actores, texto o cualquier situación que implique una intimidad entre el espectador y los realizadores.

Entre el IVA y la política

Para paliar esta tormenta en el teatro, las compañías proponen diversas actuaciones. Una siempre alumbra todas las respuestas, la necesidad de una política cultural. A partir de aquí, hay distintas variantes como más apoyos, reducir el "inaceptable Iva cultural" y terminar con los recortes en los presupuestos municipales que sostienen las programaciones.

"El teatro necesita menos incertidumbre, más voluntad institucional y decisiones políticas responsables", sostiene Blanca del Barrio desde Escena Miriñaque. En el otro extremo, El Principal reconoce que el teatro no tiene ninguna necesidad, salvo una menor presión fiscal. Y señala que "ningún mundo es bueno si los que se dedican a el no dan la mejor versión de sí mismos". También la Escuela para Actores Rosa Casuso declara que hace falta reducir el Iva.

El Café de las Artes responde que el teatro tiene "todas" las necesidades; "lo que no nos falta son ganas, motivación, ideas, innovación y mucha voluntad". Y es que, entiende, que las políticas culturales dejan poca oportunidad al teatro y a las artes escénicas. También reclama políticas culturales Hilo producciones, con técnicos culturales competentes, espacios versátiles y bien dotados y apoyos económicos para realizar proyectos.

Una ley. Eso pide Espacio Espiral para el teatro, donde los propios creadores, sensibles a sus necesidades, faciliten la profesionalización del sector. La Machina asegura que la creación teatral necesita una labor de limpieza para que sobresalgan los trabajos realizados con rigor y profesionalidad. Esto se traduce en unmayor apoyo por parte de as instituciones púbicas "desde la convicción de que se trata de un bien necesario" y la "eliminación de esta barbaridad de 21% de Iva. Desde Oruña de Piélagos, Ábrego considera que hace falta un mayor apoyo a la creación, a la experimentación y a la innovación y, sobre, todo, a la difusión de las nuevas propuestas.

Sala de Tres reconoce que las necesidades internas de las compañías de teatro están cubiertas y caminamos en un momento fantástico de explosión creativa. Sin embargo, el fallo viene de las instituciones y plantean que "hay que educar a una sociedad abierta a las humanidades, al libre pensamiento y al respeto por las artes". Entienden que la cultura debe posicionarse porque "no todo es apoyo económico".

Butacas sin jóvenes

A los jóvenes les atrae el mundo del teatro como actores, pero no participan de la programación en las salas de Cantabria. Escena Miriñaque cuenta que es una sala de teatro independiente con propuestas arriesgadas y emergentes, centradas en teatro contemporáneo y de autor vivo. "El adulto gasta y consume cultura para sus hijos, pero esta actitud cambia cuando son ellos mismos los que deciden para ellos", señala esta compañía. Aún así, reconoce que tiene un público fiel que acude a sus ediciones de La Alternativa y el Indifest. Lo que es evidente para ellos es que "necesitamos formar públicos, activar criterios y estimular de nuevo el apetito por el teatro".

Reconoce que sus aulas están llenas de público joven que no consume teatro, algo que achacan a que "tampoco hay muchas propuestas innovadoras para un público adolescente". "El público siempre está en la linea de salida", dice Asenjo, pero aclara que el público no tiene que regresar a las salas "por que ni se ha ido ni se irá". Igual opina Francisco Valcarce, para quien "siempre ha habido un espectador que se enfrentaba a un actor en un momento único e irrepetible". Reconoce que hay un sector juvenil interesado en el teatro, pero en número es muy pequeño. "Hay que buscar temas y formas expresivas que les seduzcan".

Ábrego también es de la opinión de que el público potencial existe, "solo hay que mostrarles el camino". Y aboga por "menos telebasura, deporte, tonadilleras y canción ligera y más cultura, arte, música y teatro". Para ellos, el público joven tiene mucha afición por el teatro por no encuentra la oferta adecuada. Sala de Tres también tiene un público fiel que ama el teatro y considera que hay sangre nueva tanto en las tablas como en el patio de butacas. Para el Café de las Artes el público nunca se fue porque "el teatro no espera que vengas, te va a buscar y te conquista". Para los jóvenes busca formatos más atractivos.

Hilo producciones si ve que el público está maltratado y hay que buscar nuevos espectadores, lo que requiere de inversión en tiempo y también en presupuesto. Y Espacio Espiral apuesta por un relevo en el patio de butacas, aunque entiende que el lenguaje está cada vez más alejado de los jóvenes.