«El abaratamiento de los costes de producción ha democratizado el cine»

-Pese a las complejas circunstancias, al final se celebra la SICS. ¿Cómo lo valora?

-Muy positivamente porque la verdad es que es un esfuerzo enorme de la organización. Esto no es fácil de controlar y creo que lo han llevado fenomenal. La presentación fue un gran ejemplo de ello, con todas las autoridades acompañando y apoyando el festival, fue perfecto. Al ser una semana es más manejable para los que estamos aquí, es como estar en familia porque todos somos amigos y nos conocemos, y es una oportunidad para volver a encontrarnos y poder charlar y ponernos al día.

-Para empezar, recibió usted el premio Las Dos Orillas...

-Te impresiona un poco. Tengo la sensación de que hablan de otro, porque empiezas a ver tantas fotos tuyas y te empiezan a citar y te sientes abrumado.

-Algo habrá hecho.

-Algo habré hecho, sí... (risas). Por lo menos cantidad he hecho, calidad no sé pero lo cierto es que cantidad he hecho bastante.

-Director, actor, productor y hasta decorador. Si me permite la expresión, es usted como una navaja suiza del cine.

-Ese es un buen título (risas). Cuando tenía 14 años quería ser dibujante de cómic e incluso me hice un curso de dibujo a distancia, que era una 'marcianada' en aquella época de finales de los años 50. Pero entonces vi una película en el cinefórum del colegio a la que me coló mi hermano, y ver aquello, 'Los 400 golpes' de François Truffaut, fue tal impacto que me olvidé del cómic y me dije que tenía que hacer lo que fuera para estar dentro del cine.

-Parece que lo ha conseguido...

-Sí, he llegado a la dirección pero si no hubiera sido crítico o historiador o lo que fuera relacionado con esto. Luego, dentro del cine, como es un arte colectivo, vas aprendiendo y practicando los distintos oficios. La verdad es que he hecho de todo. Siempre he dicho que lo que yo quería era ir a un rodaje, aunque fuese para barrer. En ese sentido he conseguido lo que quería, como esa frase de Oscar Wilde que decía algo así como «Ten cuidado con lo que sueñas porque se convierte en realidad».

-Y la de Confucio: «Trabaja en lo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida».

-Esa no la sabía y también es muy buena. También tengo un poco esa sensación. Ya son muchos años trabajando y es mucha obra. Siempre tengo la sensación de que soy un vago. Me digo a mi mismo que a ver si hago algo porque me paso el día tocándome las narices, cuando en realidad lo que ocurre es que estoy haciendo cosas que me gustan.

-¿Cómo valora la gran evolución que ha vivido el cine durante toda su trayectoria?

-Formalmente ha evolucionado mucho y eso lo noto cuando veo películas mías antiguas y me doy cuenta de que están rodadas de otra forma a la que lo hago ahora. De alguna forma también ha tenido mucha más difusión. Antes se hacían muchas menos películas y ahora mismo el abaratamiento de los medios de producción ha provocado que se hagan mas películas. Creo que es muy positivo porque siempre es bueno que la gente se pueda expresar. Antes el cine era realmente muy complicado de hacer. Sacar adelante una película era una machada porque simplemente alquilar la cámara y pagar el negativo de la película y el laboratorio ya era un dineral, mientras que ahora lo puedes hacer con un teléfono móvil. De alguna forma se ha democratizado.

-No solo ha cambiado el cine, sino también la industria.

-Efectivamente. Se han abaratado los costes de producción y se han multiplicado las formas de exhibición. Antes era el cine tradicional, que tenía su magia, pero ahora la gente se ve las películas en el móvil. Eso hace que no sea lo mismo... El lenguaje ha evolucionado mucho.

-En su caso, ¿cómo le ha afectado la pandemia?

-Sigo sorprendiéndome cuando salgo a la calle y veo a todos con mascarilla. Ha sido algo duro, sobre todo al principio, cuando veías que la gente iba cayendo... He tenido la gran suerte de que durante este tiempo me he podido concentrar en mi trabajo. He realizado dos cortometrajes, 'Diarios de la cuarentena', en el que tenía un papel como actor, y otro de 20 minutos, 'Con-fin-a-dos', que es una serie de Amazon en la que participamos cinco directores, que también fue una experiencia muy curiosa porque dirigías a través de la pantalla y los pobres actores se lo tenían que hacer todo, desde colocarse las cámaras hasta la iluminación. Ha sido muy bonito porque ha sido como volver a la esencial del cine.

-¿Cuáles son ahora sus próximo proyectos?

-Una película que produce Morena Films con Álvaro Longoria, que se va a titular 'Poliamor para principiantes'. Empezamos el rodaje el 26 de octubre.