Gala, admirador de José Hierro, eligió Santander para dos de sus estrenos teatrales

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Miguel Lorenci

La ciudad también fue escenario de dos de sus estrenos teatrales. El 18 de agosto de 1994, el Coliseum fue el lugar elegido para ofrecer por primera vez 'Los bellos durmientes', una obra de supuestos triunfadores que viven una auténtica catarsis cuando aparece en su vida un joven con una concepción de la vida diametralmente opuesta. La función, que dirigió Miguel Narros, estuvo protagonizada por Amparo Larrañaga, María Luisa Merlo, Eusebio Poncela y Carlos Lozano. Tanto el elenco como el dramaturgo compartieron unos inolvidables días en la capital cántabra en los que además tuvieron la oportunidad de disfrutar de la ciudad entre los santanderinos.

El otro estreno que Gala quiso llevar a cabo en Santander fue el de la comedia 'Inés desabrochada' en el año 2003. El escenario escogido fue la Sala Pereda del Palacio de Festivales. En esa ocasión presentaba una obra entre el «homenaje al teatro», con «sarcasmos y contradicciones risueñas», «y la tragedia que no acaba de cumplirse», tal y como señaló el dramaturgo en su presentación. Nombres históricos del teatro como el escenógrafo y escritor Francisco Nieva, o las actrices Concha Velasco y Nati Mistral fueron, junto a Gala, los artífices de un proyecto que todos ellos calificaron de «fascinante» y que contó también en el reparto con Paco Valladares. Gala, aseguró entonces que su obra era «un homenaje al teatro porque quería sacarlo del anonimato».

Durante su larga y fructífera trayectoria como escritor, sus novelas: 'La pasión turca', 'El manuscrito carmesí' o 'Más allá del jardín' estuvieron siempre entre las más vendidas en las ferias del libro de la ciudad, sin embargo, él siempre admiró la forma de escribir de José Hierro, hasta el punto que cuando el Premio Cervantes falleció fue de los primeros en expresar públicamente sus condolencias: «Su voz es, de entre las de todos los poetas españoles, la que más ha llegado a la gente, porque contaba con un lenguaje sencillo, con unos sentimientos comunes y los alzaba hasta el colmo de la lírica. La suya es una pérdida irreparable», lamentó. Esa admiración se materializó en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores, que inauguró en 2003 la exposición 'Alegría, José Hierro' con manuscritos, dibujos, libros autografiados y testimonios sonoros y visuales del escritor.