El agua pinta Santander

Desde ayer y hasta junio la muestra, integrada por cerca de un centenar de obras y piezas de 67 artistas, copa las salas y espacios de la sede de la Fundación de la entidad en Tantín, en cuyas dependencias se custodian los fondos del MAS desde que cerrara sus puertas a finales de 2017, tras el incendio que arrasó con las instalaciones del edificio centenario de la calle Rubio.

Un trayecto sin resquicios con pintura, fotografía y escultura como marejadas artísticas de una muestra que asume una doble propuesta, intencionalidad y sentido: Para el MAS es una ventana de aire fresco tras el siniestro y el parón al que obliga una rehabilitación del inmueble que, además, está marcada por una acusada demora. La muestra permite mantener la comunicación con el público y renovar la mirada selectiva sobre sus fondos. Para la Fundación Caja Cantabria significa restituir el valor y la verdadera identidad de una colección coherente y trascendente que ha gozado de anteriores miradas parciales. Sus responsables definen el resultado «como un verdadero caleidoscopio ordenado, un encuentro de encuentros».

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, y el director de la Fundación Caja Cantabria, Juan Muñiz, presentaron la identidad de la muestra, acompañados por la concejala de Cultura Miriam Díaz; el director del MAS, Salvador Carretero, y por uno de los comisarios de la muestra, Fernando Zamanillo. Igual agradeció a la Fundación que ofreciera sus mejores instalaciones para albergar los fondos del MAS tras el incendio. «Con esta muestra, se abre una nueva etapa en la que se vuelve a mostrar la colección del Museo santanderino reforzada con las obras de la Fundación». La alcaldesa explicó que ambas instituciones han aunado esfuerzos para presentar un proyecto en dos partes: 'Aqua' y 'Tierra', de acuerdo con otros tantos conceptos que singularizan Santander, puesto que la ciudad es un encuentro de ambos elementos. Las exposiciones están fundamentadas en los fondos de las colecciones con obras protagonizadas precisamente por ambos temas (el agua y la tierra).

En el montaje prevalece el desarrollo cronológico que, en ocasiones, se ve interrumpido por «concurrentes visiones transversales, con la pretensión de provocar otros diálogos y reflexiones entre pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, video creaciones». La muestra es fruto del trabajo conjunto de un equipo curatorial integrado por ambas instituciones e integrado en su cabeza por Muñiz, Zamanillo, Carretero y Portilla. Entre las más de cuatro mil piezas que conforman ambas colecciones se ha seleccionado el montaje desarrollado de manera profusa por los espacios del edificio de Casyc: Artistas bien conocidos y contrastados de entre los siglos XIX y el primer tercio de la siguiente centuria, como Brugada, Riancho, Pérez de Camino, Pradilla, Trueba y Cosío, Avendaño, Campuzano...; la modernidad representada con piezas de Egusquiza, Iturrino, Blanchard, Alegre, Lagar, Solana, Bores, Cossío, Valle, Quintanilla, Bernardo, Alvear, Miró, Quirós...la posguerra y posterior contemporaneidad la definen obras de Gran, Sanz, Medina, Fernando y Ramón Calderón, E. Sanz, Martín y Fernando Sáez, De la Foz, Vázquez Pesquera, Raba, De Pablo, Avecilla... Y lo contemporáneo y la actualidad se visita con Vostell, Hidalgo, Granell, Basilico, Sansegundo, Hojas, Palazuelos, Fernández Bolado, Uslé, Civera, Martínez Cano, Limorti, C. Cuevas, Guijarro, Bermejo, Gruber, Pilar Cossío, Gallego, Concha García, entre otros.

Además, hay obras anónimas, así como objetos, mobiliario y esculturas clásicas. Entre las piezas que pueden verse en la muestra figura la escultura 'Caballito de mar escapando de la Fosa Atlántica', de Daniel Gutiérrez Adán, una vez restaurada y reparados los daños sufridos en el incendio. La escultura, una pieza de grandes dimensiones realizada en chapa de hierro rematada y hueca por dentro, se sitúa junto a otras obras bidimensionales y tridimensionales que sirven de contexto para dar pie a otras reflexiones y discursos. También se muestra la obra 'Totemlaxis', de José Luis Vicario, cuya peana sufrió algunos daños en el incendio y que se encuentra igualmente restaurada. Se trata también de una obra de grandes dimensiones realizada en técnica mixta y formada por 12 paraguas de nylon rojo con varillas de acero, madera y hierro.

Junto a estos proyectos expositivos, Igual celebró que el Museo trabaja también actualmente en la edición del inventario completo de la colección que se encuentra online en la web del MAS, trasladando al papel las fichas técnicas de cada una de las más de 2.500 piezas que componen la colección. Otra de las líneas editoriales del Museo se centra en una selección de las 111 mejores piezas del MAS, «lo que podría ser el catálogo de la exposición» con la que el Ayuntamiento se plantea reabrir este espacio tras las obras de rehabilitación del edificio.