Alicia Viladomat regresa al Ateneo para desvelar el «gran secreto» de su abuela Pilar de Valderrama

'Pilar de Valderrama. Memoria de un gran secreto' (Sial Pigmalión) es el título de la obra que se presentará esta tarde y que se divide en dos partes: La primera consta de doce capítulos escritos por Alicia Viladomat, con prólogo de Fernando Valderrama y epílogo de Carlos Aganzo, en el que la nieta cuenta cómo fueron los últimos veintidós años de vida Pilar Valderrama. Un periodo muy interesante en el que la nieta desvela cómo era en familia, con qué personajes mantenía relación o quienes fueron sus confidentes, entre otras vivencias. La segunda parte del volumen es una reedición, ante la imposibilidad de encontrar ejemplares, de 'Sí, Soy Guiomar- Memorias de mi vida' escrito por la propia Pilar de Valderrama. Fue este un libro fundamental porque en él, por fin la poeta, reconocía que efectivamente fue ella el amor platónico de Machado en los últimos años de su vida. De todo ello, así como de su abundante correspondencia con otros autores de la época, como Gerardo Diego, Jorge Guillén, Azorín, Luis Escobar o José García Nieto, además de las que la escribió Machado, se tiene constancia en el propio archivo de Pilar de Valderrama que gestiona su nieta «y del que todavía saldrán más sorpresas», según señala Carlos Aganzo.

Este escritor explica que desde su última visita al Ateneo con Alicia Viladomat se ha conseguido uno de los grandes propósitos de ambos, «que Pilar de Valderrama» tenga el reconocimiento que merece más allá de su relación -que por cierto siempre fue platónica- con Machado. «Ese era el objetivo de aquella primera antología y parece que el nombre de Pilar Valderrama ya es conocido», asegura Aganzo. Como prueba recuerda que el Instituto Cervantes en Madrid acaba de clausurar una gran exposición, acompañada por un ciclo de conferencias, en el que la escritora y su obra era la principal protagonista. En este contexto se publicado el libro que presenta hoy Alicia Viladomat, graduada en psicología, comisaria de arte y coach especializada en comunicación, en el que recuerda sus primeros 22 años de vida hasta que falleció su abuela.

Carlos Aganzo destaca en el epílogo de la obra la gran discreción que Pilar de Valderrama mantuvo sobre su amor con Machado «y cómo guardó el secreto que no se desveló hasta después de su muerte». Fue, recuerda Aganzo, Concha Espina la primera en escribir sobre la musa del poeta de la Generación del 98, algo que disgustó mucho a la propia Pilar del Valderrama. «La relación era conocida por muchos escritores de la época, pero fue Concha Espina la primera en publicar una reseña sobre el verdadero amor de Machado y si bien no daba su nombre quedaba claro, por los detalles que escribió, a quién se refería, algo que molestó mucho a su amiga». Tras la muerte de Pilar de Valderrama se publicaron sus memorias con el reconocimiento de la relación en ese volumen que se ha reeditado ahora.

Fue una historia de amor posible y al mismo tiempo imposible de Machado que escribió para ella sus 'Canciones a Guiomar', el seudónimo que ambos eligieron en homenaje a la esposa de Jorge Manrique. Ambos influyeron en sus respectivas obras y ella le regaló un verso que más tarde él incluiría en 'La Lola se va a los puertos': «El corazón de la Lola, / sólo en la copla se entrega».

Carlos Aganzo llega a Santander con su último libro recién publicado: 'Don de la insolencia' (Siruela) un estudio sobre la obra de Juan de Tassis, Conde de Villamediana, uno de los grandes poetas del siglo de oro español, un escritor que rompió todos los moldes, y «cuya leyenda es muy superior al conocimiento que nos queda de su poesía».