Amaia García y Mayra Alpízar llevan su rompecabezas y obra textil a La Vidriera

En el caso de Amaia García su obra aborda el tema del retrato. Parte del concepto de los rompecabezas de madera infantiles, para lo cual realiza una obra como un juego en el que el espectador interactúa con ella. Las obras están formadas por un panel de cajas que giran sobre sí mismas. Su idea es que «el espectador contribuya a crear obras alternativas en función de su creatividad y gusto...; puede haber multitud de soluciones, tantas como el espectador desee; creando una articulación con el color, la técnica y la composición».

Por lo que respecta a la creación de Alpízar, pinta con telas e hilos y esto confunde pues genera la dispersión al apreciarla. «Hay un oficio maduro, que dispone los elementos del acto artístico con conocimiento técnico impecable. Trabaja fundamentalmente con materiales y técnicas textiles en función de una propuesta de género.

Amaia García confiesa que intenta «capturar un instante, un gesto que refleje el alma de la persona que retrato. Busco obtenerlo no tanto por el realismo si no por el sentimiento que nos transmite, a través del color, la expresión, el tratamiento y la técnica utilizada».

Una artista «multidisciplinar», graduada en Arte por la Universidad del País Vasco, cuya obra abarca distintas disciplinas centrando su interés sobre todo en la pintura. Ha realizado exposiciones individuales y colectivas en Nueva York, Ciudad de México, Madrid, Barcelona, Lisboa... y ha participado en ferias a nivel nacional e internacional entre las que destaca la Feria Dearte en Madrid. Ha sido finalista en varios certámenes de pintura y ha ganado premios como el Creative Art Awards en Tenerife.

Mayra Alpízar, por su parte, sostiene que «casi toda su obra es como un diario de vivencias, las mías propias y de mis contemporáneas, mujeres como yo». Hago arte textil porque su plasticidad me interesa como medio y por la significación que le confiere la tradición a las llamadas labores de aguja dentro del contexto femenino más tradicional. «Y sobre este espacio 'mío', me explayo cosiendo y bordando como quien pinta o dibuja. Una mujer siempre al centro, protagonista, se desnuda y cuenta sus tretas de supervivencia; toma el aire y salta en un acto de esfuerzo supremo y de sanación».

La artista cubana, graduada en la Escuela Nacional de Artes de La Habana, ha participado en numerosas muestras colectivas desde los noventa, caso de '89 noches', en el Museo de Antioquia, en Colombia; 'Contra la violencia de género' en la gaditana Sala Baluarte de la Candelaria. Cádiz; o 'Papeles de Cuba', en el Latin American Art Museum, de Los Ángeles. Entre sus comparecencias individuales destaca la exposición reciente en Espacio Tangente de Burgos; 'Show Solo' en Miami; o 'Rota y remendada' en Gallery 21 de New Jersey.