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Hay imágenes que contienen un relato. Y otras, además de contar, convocan una inmersión en lo que siempre se antoja ajeno, lejano. De estas segundas está configurada la cartografía de Antonio Aragón Renuncio. Pese a las restricciones de la pandemia y la consiguiente demora, ... desde este viernes puede complementarse la mirada sobre su fructífera, multipremiada y persistente mirada sobre el mundo de este siglo XXI. Segunda entrega expositiva, -el pasado mes de noviembre se presentó en la Biblioteca Central de Cantabria la primera parte-, plasmada ahora en una panorámica sin concesiones, comprometida, bajo el epígrafe común de 'Infancia robada'. La cita supone el encuentro con una de las trayectorias más intensas de la fotografía documental y el fotoperiodismo proyectado desde Cantabria hacia el mundo, también la otra cara de la labor de Aragón en la que funde la persona, el profesional y el creador de la imagen y, finalmente, el círculo cerrado del proyecto denominado 'El Paraíso de los Corazones Olvidados'. El Palacete del Embarcadero acoge este otro pilar del proyecto coordinado y comisariado por el gestor cultural y editor Raúl Reyes.
Antonio Aragón se adentra en cuatro de las problemáticas que más impacto tienen sobre la infancia en el continente africano: «el trabajo infantil, con una serie sobre los niños trabajadores de las minas de oro artesanales de Burkina Faso; la dificultad de acceso a una sanidad de garantías, con una historia sobre discapacidad y superstición; la erosión costera como consecuencia del cambio climático que arrasa todo lo que se encuentra a su paso; y la violencia extrema a la que se enfrentan los menores en su día a día en el África subsahariana, un retrato de superación y resiliencia ante el azote terrorista que ha elegido como objetivo de sus ataques a la educación, prohibiendo a los pequeños a asistir a la escuela para intentar mejorar sus condiciones futuras de vida».
Ficha técnica. Autor: Antonio Aragón Renuncio. Comisario de la exposición: Raúl Reyes. Hasta el 28 de febrero. Palacete del Embarcadero de Santander.
Contenido. Cuatro series fotográficas compuestas cada una de ellas de una fotografía de gran formato y nueve de medio formato y cartelas informativas. Códigos QR para ampliación de la información. Proyección de vídeos de sus trabajos y entrevistas con el autor.
En datos. De martes a viernes, de 17.00 a 20.30 horas. Sábado, de 11.30 a 14.30 y de 17.00 a 20.30 horas. Domingo de 11.30 a 14.30 horas. Organiza: Autoridad Portuaria, con la colaboración de la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria.
El fotógrafo aludió este viernes en la apertura de la muestra a estas otras pandemias, -más allá de la que ahora nos azota de lleno-, esas más lejanas, permanentes, «anónimas la mayor parte del tiempo para los medios de comunicación occidentales, que llevan décadas golpeando sin piedad a la niñez de esta olvidada región del planeta y a las que irremediablemente parece estar condenada». Pandemias que hacen, si cabe, «aún más difícil la supervivencia en este áspero pedazo de corteza terrestre. Siempre las mismas pestes que se repiten una y otra vez, cual estribillo de canción. Plagas modernas que flagelan y arrasan todo lo que se pone por delante: hambre, enfermedad, pobreza, cambio climático, educación, violencia, trabajo infantil... muerte».
El montaje ha sido planificado ad hoc para el Palacete convertido en una capilla de relatos visuales, duros pero a la vez transparentes en su invitación a desvelar lo que realmente sucede en muchos lugares. Antonio Aragón ha pasado la mayor parte de su vida recorriendo algunas de las aldeas más desfavorecidas del planeta. «Documentando y fotografiando sus gentes y las problemáticas en las que viven inmersos. En África, casi siempre en su querida África. Perennemente comprometido con cuestiones relacionadas con la conservación, la salud, la pobreza, la desaparición de culturas, la discriminación, la sostenibilidad y el medio ambiente».
Este trabajo se ha exhibido parcialmente en muchos países, pero ahora las series fotográficas del Palacete, junto a la cita que ya tuvo lugar con gran éxito en la Biblioteca Central de Cantabria y al libro que recogerá los trabajos de las dos muestras y que se presentará en próximas fechas, se dispone íntegramente su puesta en escena ante el público de su tierra. Como declaración de principios Aragón deja a la intemperie «esas pandemias que siempre ocurren lejos, en mis queridos 'no-lugares'. Esas que acontecen en parajes en donde la razón está ausente. Donde el dolor y el desconsuelo imperan; y en donde los pobres siempre seguirán siendo pobres», subraya con su cámara y sus palabras.
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