Borrar
Archivo gráfico de la era pop
SOTILEZA

Archivo gráfico de la era pop

En unas semanas se inaugura en León el nuevo proyecto del músico Álex Cooper, que comparte su colección de iconografía y memorabilia mod

Viernes, 11 de agosto 2023

Lo primero que sorprende de la particular propuesta del Archivo Gráfico de la Era Pop es que, de todo su fondo, ninguna pieza es única, pero todas son prácticamente inencontrables. Según explica su catálogo, todos los objetos expuestos fueron creados para su consumo masivo, «y cuanto más masivo mejor», de manera que este archivo presume de carácter anti-elitista y popular. Es decir, de «pop», entendido no sólo como un fenómeno musical sino como todo un movimiento cultural, con ramificaciones en todas las expresiones artísticas y cuyas huellas todavía están presentes en las sociedades occidentales.

La beatlemanía como cuna del merchandising. Mary Wilson

Eso pretende la Fundación Club 45, comandada por el músico y editor Álex Cooper, que en apenas unas semanas abrirá al público este singular recinto, donde se podrá visitar la colección particular del artista, que desde los años ochenta ha ido recopilando miles de piezas de los años sesenta: discos, carteles, fotografías, hojas promocionales y otros elementos editoriales, revistas y otro material de prensa, instrumentos, partituras, libros, prendas y hasta objetos tan curiosos como chapas o cromos musicales. Todo rigurosamente original, datado y contextualizado, aunque el fondo es tan copioso que, pese a los más de doscientos metros cuadrados de la exposición permanente, todavía quedará mucho material a disposición de los investigadores, en las salas de conservación y estudio.

La colección

El Archivo, pues, está ideado tanto para el especialista como para el visitante ocasional, porque ambos disfrutarán de una visita que puede hacerse con distintos niveles de profundidad y, desde luego, olvidándose del reloj.

Y casi del calendario, porque la visita al museo arranca con un viaje a la Inglaterra de alrededor de 1965, el epicentro de esa Era Pop. A esa explosión musical está dedicada la primera sala, que recibe a los visitantes con una selección de discos en las paredes y todo tipo de 'memorabilia' en los elegantes expositores. De los Small Faces a los Easybeats, todo está ahí, sin olvidarse de los inexcusables Beatles, aunque Cooper no sea especialmente fanático de la banda de Liverpool.

Los fondos de música impresa son particularmente cotizados.
Imagen principal - Los fondos de música impresa son particularmente cotizados.
Imagen secundaria 1 - Los fondos de música impresa son particularmente cotizados.
Imagen secundaria 2 - Los fondos de música impresa son particularmente cotizados.

Pero precisamente ahí arranca esa doble orientación, al profano y al experto: mientras unos disfrutarán contemplando cubiertas de singles –algo más que meritorio, pues las discográficas inglesas tenían la poco vistosa costumbre de despacharlos en genéricas fundas blancas–, otros se volverán locos rastreando en las fotografías para encontrar, por ejemplo, a un Robert Palmer casi adolescente o a un inesperado Lemmy Kilmister, que antes de Motörhead también tuvo su pasado mod.

Además, no todo es 'vintage': las nuevas tecnologías se aprovechan para ofrecer varios puntos de consulta en pantallas táctiles, con acceso al resto del fondo que, por cuestiones de espacio, no ha podido exhibirse. Así, pueden leerse revistas de la época, o los fanzines hoy inencontrables que Cooper atesora .

En la planta superior, la sala 2 abre el fenómeno pop al resto del mundo; en Alemania, Italia o Suecia tuvo gran relevancia, pero también en lugares tan inesperados como Polonia, Yugoslavia o la Unión Soviética.

La casaca de la portada de 'Mi universo'.

Especial atención se lleva, por supuesto, el pop español –ni la menor mención al «ye-yé», por cierto–, con lugar de privilegio para Los Salvajes, con sitar y casi un altar incluído para esta banda auténticamente seminal en el panorama nacional, pero también para Micky y los Tonos, Los Bravos, o Los Pasos, y otros grupos menos conocidos, como Los Mustang o Los Polares.

Además de la llamada 'legión extranjera', los conjuntos que decidieron instalarse en la España de la época. La última sala podría llamarse la de los caprichos: 'merchandising' de los Beatles, una reproducción de la marquesina de la discoteca 'Tiles', o carnés de socio de míticos clubes londinenses… Aunque la atención se la lleva 'Chicas chicas chicas', como en la canción de Los Flechazos: todo un panel dedicado a las modelos de la época, de Twiggy a Mary Quant.

Bonus tracks

Además de los atractivos evidentes, la propuesta es mucho más amplia, con salas polivalentes, un aula de formación, una cafetería que se convierte en una sala de conciertos y un espacio especial, el Popcorner, dedicado a las exposiciones temporales. Todo ello dentro de la filosofía de abrir el Archivo a distintas generaciones, pero también a un público amplio y variado en lo musical.

De hecho, la Fundación trabaja ya en varios de los proyectos puntuales que se ofrecerán en su sede, desde cursos temáticos hasta talleres creativos, con una perspectiva más amplia de la cultura popular, trascendiendo el fenómeno puramente mod. Y es que en la agenda figura ya, por ejemplo, la visita de una banda independiente de culto, los malagueños Airbag.

La apertura del Archivo, prevista para mediados de septiembre, supone la culminación de un proyecto emprendido en 2018, y que ha contado con el apoyo incondicional del ayuntamiento de Santa Colomba de Somoza, un municipio leonés ubicado en el Camino de Santiago.

Una ubicación tal vez inesperada para este particular proyecto, pero que cobra sentido cuando Álex Cooper expone su visión etnográfica: que el beat es música popular, tan leonesa como las jotas y otras canciones tradicionales.

«Desde los años sesenta, estas canciones se han escuchado tanto o más que la llamada 'música regional'. Son incontables las versiones de los Rolling que han hecho todas estas generaciones que crecieron con su música». De hecho, la provincia leonesa es conocida desde hace décadas por su particular «movida mod», y un distintivo sonido 'sixtie', que arrancó en la época con bandas como Los Arañas o Los Rolls, pero también en los ochenta contó con Los Cardiacos o Menta, para fusionarse con otros sonidos en el siglo XXI, de la mano de Juniper Moon o Zabriskie.

Esta concepción amplia de cultura popular enlaza, pues, con la decisión de llevar al medio rural –el censo de Santa Colomba no supera el centenar de vecino– una expresión en apariencia tan urbana. La comarca, a las faldas del Teleno, con muchos atractivos, cuenta con muchos atractivos, empezando por los naturales, pero desde la Fundación son conscientes de que al público especializado no le preocupa tanto la ubicación como los contenidos que el nuevo museo puede ofertar.

Y ahí tienen todas las de ganar, porque no nos encontramos ante un museo genérico de una época, sino ante la visión de los años sesenta de una persona concreta.

Contemplar esta colección es recorrer toda una época de la mano de Álex Cooper y echar un vistazo, todo lo indiscreto que se quiera, a su «universo encendido».

«Yo siempre he llegado tarde a todo», reconoce un Álex Cooper, en permanente ataque de nostalgia: tarde a la época mod, a la Movida, a la eclosión del indie; «pero esta vez creo que he llegado en el momento justo», vaticina. La respuesta se verá a mediados de septiembre, con la inauguración del Archivo, pero él desde luego, no va a cambiar. Como en la canción, seguirá «viviendo en la Era Pop».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes Archivo gráfico de la era pop