El Archivo Lafuente agita la Movida contracultural

Seis años y siete exposiciones después, en idéntico espacio de la Autoridad Portuaria, se inauguraba este jueves 'Esto no es Hawaii', una nueva muestra de la ingente y ambiciosa edificación documental y reconstrucción de la memoria artística. En esta ocasión a partir de un testigo excepcional, el influyente periodista musical Jesús Ordovás, el Archivo reúne en la exposición algunos de los grandes hitos de la movida madrileña. En la puesta de largo, la alcaldesa de Santander, Gema Igual anunciaba un nuevo paso en la consecución de la futura sede del Reina (nunca franquicia) y del Archivo: la Junta de Gobierno Local aprobará el próximo lunes la licitación del permiso de ejecución del edificio.

Recientemente el Pleno del Ayuntamiento sacó adelante una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para avanzar en la conversión del edificio del Banco de España. El Ayuntamiento aportará 10 millones para el acondicionamiento del edificio y se encargará de los correspondientes proyectos museográfico y museológico. El Palacete es, desde ayer, un escenario icónico de la Movida y reflejo diversificado y plural en expresión y en lenguajes de la estética artística generada en el Madrid de principios de los ochenta. «Un territorio común en torno a la música y los conciertos, un discurso visual plasmado, además de en la pintura, en el diseño de carteles o en la fotografía», como lo ha definido la periodista Elsa Fernández Santos. Ella y el galerista de Siboney, Juan Riancho, han comisariado este conjunto documental, gráfico y revelador de un movimiento contracultural que se plasma en la muestra a través de estancias monográficas, vitrinas y rincones, a modo de itinerario por las huellas de figuras como Ceesepe, Mariscal, Alberto García-Alix, Ouka Leele, El Hortelano o Miguel Trillo -que asistió a la inauguración y cuya obra es objeto de otra muestra en el Círculo de Bellas Artes con fondos del Archivo Lafuente-, y los fanzines, carteles, revistas y programas de radio (como el que lleva el epígrafe de esta exposición) que «dinamizaron la explosión juvenil ocurrida en España entre los años setenta y ochenta».

El espacio portuario, que reanuda así su programación cultural, interrumpida por la pandemia, cumple 35 años. Un referente cultural por el que han pasado Dokoupil, Sicilia, Barceló o Fontcuberta, entre decenas de artistas, y que ahora da cabida al fabuloso material que Ordovás ha conservado.

La muestra podrá visitarse hasta el próximo 20 de septiembre.