Artesantander traslada la feria a 2021, pese al interés de las galerías nacionales

Paradójicamente la feria seguía recibiendo estos días solicitudes, demandas y requerimientos de galerías nacionales dispuestas a participar en el encuentro con el arte que se celebra habitualmente en el Palacio de Congresos y Exposiciones. La feria que dirige Juan Riancho, con apoyos del Gobierno regional y del Ayuntamiento de Santander, aglutina en un formato de Solo Project a cuarenta y dos espacios del galerismo nacional, internacional y cántabro.

Las condiciones previsibles que exige la pandemia y las medidas sanitarias complicaron la celebración de una propuesta que, lógicamente, conlleva gran flujo de personas pese a la amplia superficie en la que se desarrolla y que suele acoger a más de cuatro mil visitantes en sus cinco días de feria. No obstante, los pasos dados y las perspectivas no han propiciado una solución a medio plazo. La feria, cuya gestión se aborda desde principio de año, había llegado a modificar sus fechas mínimamente para celebrarse en paralelo, como sucede habitualmente, al foro de Coleccionismo de la UIMP, también suspendido tras conocerse las medidas restrictivas y lo exiguo del curso que afrontará la Universidad, nunca de manera presencial.

Organizado por el Instituto de Arte Contemporáneo y la Asociación de Coleccionistas Privados de Arte Contemporáneo 9915, y codirigido por Rosina Gómez Baeza y Daniel Castillejo, el VIII Encuentro sobre Coleccionismo, Arte contemporáneo y Sociedad estaba centrado este año en el debate '¿Emisores o receptores? España en la esfera internacional del arte contemporáneo. Pasos hacia su consolidación'.

Pero la puntilla a la feria se conoció la pasada semana cuando el Gobierno cántabro anunció su plan de ajuste y el correspondiente recorte de partidas presupuestarias que ha afectado a citas como el FIS, el Encuentro de la Fundación Albéniz -ambas han anunciado una posible reconversión de sus respectivos programas-, y la feria. Riancho asegura que Artesantander, en su evolución y condición, es una feria que puede calificarse de «superviviente, pues se ha adaptado a lo largo de 29 ediciones a muy diferentes circunstancias».

El galerista de Siboney y director de la feria recuerda que «estuvo a punto de desaparecer en 2010 como consecuencia de la crisis financiera generada por la quiebra de Lehman Brothers, pero se hizo un importante esfuerzo por parte de las instituciones y del equipo organizador, y se generó un proyecto basado en la singularidad de su formato, 'solo project', con el que llevamos nueve ediciones sucesivas».

Una iniciativa que, además, «reforzó su perfil con los cursos de coleccionismo y arte contemporáneo en La Magdalena, que convertían a esta actividad cultural en un lugar de referencia, un lugar de encuentro del sector».

En este año convulso Artesantander se vio obligado a retrasar una semana las fechas de la edición el día que la UIMP anunció que iniciaría los cursos el 20 de julio. «Logramos ajustar el cambio gracias a la buena disposición de todos los intervinientes, pero cuando se desveló que no habría cursos presenciales, la convocatoria perdía uno de sus activos más importantes».

El director señaló a este periódico que «nunca nos planteamos retrasarla, y en cualquier caso por la naturaleza del proyecto Artesantander nunca se planteó hacer nada online, porque ni el mercado ni las características permitirían una edición virtual y no funcionaría». Este año la feria había renovado su Comité de Selección al sumar a Blanca de la Torre, comisaria, crítica de arte e integrante del comité asesor de Museos como el Musac. Cada galería podía presentar un único proyecto. El plazo de solicitudes finalizaba el próximo día 10.