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La familia Somarriba es como muchas otras salvo porque sus vidas, privilegiadas por herencia, giran en torno a un emporio empresarial en crisis, cuyas grietas sacarán a la luz las fisuras de los propios vínculos de sangre. Una dinastía de rancio abolengo que representa el ... lujo añejo. Ese que no se cuestiona, porque viene dado con la cuna generación tras generación. En ese árbol genealógico, Adriana Ozores es Carmen Somarriba, «mujer, que no matriarca», cuyo volantazo respecto a los planes previstos, trastocará la vida de quienes la rodean, y de ella misma. Jorge Usón es Julián, hijastro de Carmen, satélite familiar y empresarial siempre presente, con ideas un tanto peculiares. Ambos han pasado más de veinte días en Cantabria, «un tercio del rodaje» y asistieron este miércoles a la premiere en el Palacio de Festivales junto a parte del elenco actoral (Luis Bermejo y Daniela Estay), los directores (Félix Viscarret y Nely Reguera) y las productoras de la serie (Susana Herrera y Sonia Martínez).
En total, cuatro guionistas y dos directores han dado forma a la mirada común en hilvana 'Galgos'. «Hay un pacto que se estableció ya desde los ensayos y un elenco de grandes figuras, profesionales que conocen muy bien el oficio y saben que hay que adentrarse en lo desconocido», señala Usón. En ese sentido «todos vamos a una, hasta los equipos técnicos; nadie ha venido a totalizar nada, sino a sumar para montar esto desde la experiencia previa, pero abriendo nuevas vías». Algo que ha marcado la dinámica desde el punto de partida, en el que han ido aflorando personajes «singulares», como los define Ozores. «En el hecho artístico de lo nuestro, tanto teatro como audiovisual, hay que dejar paso al producto en sí para que hable. Y normalmente, si lo dejas, es cuando salen las mejores cosas».
Ese camino en el que estar todos a una implica «que hay mucha profesión detrás», añade. Confianza y conocimiento. «La química se cultiva con la profesión», confirma Usón y matiza que, ninguno de ellos se conocía con anterioridad, aparte de alguna coincidencia, pero «se establecen núcleos de trabajo entre personas que aman su trabajo y se entregan como gladiadores; más que a matar que a morir». Dando lo mejor que tienen. Un aspecto clave para contar el pasado donde «el único termómetro es la profundidad de las miradas».
Cruces de miradas entre miembros de una misma familia, lo que hace más necesario aún ese grado de complicidad que traspase la pantalla. En 'Galgos', Ozores está casada con Óscar Martínez. «¿Por qué me es tan fácil trabajar con este señor? –se preguntaba ella en relación a esa sensación de complicidad– Y es la profesión», insiste.
Para desarrollar el guión se han buscado referencias en el entramado empresarial y social familiar nacional, como ejemplos de estructuras tradicionales, cuyo éxito, por estadística, empieza a flaquear en la tercera generación. Sin embargo, en ese marco global, para pulir las personalidades que integran esta familia «ibérica», como la definen los directores, «no hemos partido de ejemplos reales», aclara Ozores. «La estructura del guión era lo bastante buena como para que si coges una referencia externa, o intentas imitar o emular, no tendría sentido. Ha sido un trabajo interno, singular, porque los personajes no son estereotipos».
«No hay ningún cabo suelto en el guión –explica Usón– Eso hace que la trama esté muy bien armada, y en lo surcos trazados, tanto de guión como de dirección, los actores tenemos que encajar y encarnar algo que ya está muy establecido. Como no molestar», dice. Y más allá; «excedernos de esa medida, sobrepasar la norma de lo que ya está escrito. El trabajo era encarnar desde la verosimilitud».
Más allá de lo acogedor, de la excelente gastronomía y el clima tentador que tanto ensalzan quienes pasan por aquí, Cantabria cobra fuerza como destino cinematográfico. «Encuentras sitios increibles, bien conservados, que no puedes ni imaginar en otras ciudades», explica Susana Herrera, productora de Movistar + que repite experiencia, pues además de 'Galgos', con Buendía Estudios, en diciembre terminaron de rodar 'Segunda muerte', con DLO Producciones, en la comunidad. Comillas, Santander, Marina de Cudeyo, Liérganes, Langre... La relación de lugares que el espectador podrá reconocer en la pantalla crece. Cantabria le dio «carácter y personalidad», como destaca Félix Viscarret, a una trama en la que «era creíble ubicarlos aquí; lo ancestral era un rasgo distintivo», expuso la productora, Sonia Martínez. De hecho, «una de las palabras que más se repite en la serie, es Torrelavega», donde se ubica una de las fábricas de la familia Somarriba, que estará presente en el nudo de conflicto empresarial. Todo apunta a que la segunda temporada, también tendrá Cantabria como plató.
Esa estructura tan pulida, no encorseta la interpretación. «Al revés –afirma Ozores–. El trabajo de Félix y de Nely es profundamente delicado con los actores». Tenían muy claro lo que querían y lo han trasladado de forma «muy dulce».
Hoy en día los proyectos se arman en gran medida entre los actores, viendo con quién se puede trabajar en este o aquel proyecto. Un criterio de admiración y supervivencia: «Quieres saber qué hacen los demás; a mí me interesaba mucho saber cómo trabajaba Adriana Ozoroes, cómo se las veía para hacer todo eso que nos ha hecho soñar con sus personajes, cómo es la sala de máquinas y compartir la obra».
Ella, por su parte, indica que en 'Galgos' es el trabajo «en el que menos he podido aprehender qué coño estaba pasando. ¿Quién nos ha manejado para llegar al final?», tratando de exponer una especie de «mareo», ante una trama con autonomía y latido propio. «Eso no pasa siempre: que tome vida propia más allá de los propios autores».
En el devenir de los acontecimientos «y ahí está la grandeza de los personajes», nace la imprevisibilidad, «descubrir las alianzas, los desapegos, o la semilla de la duda surgiendo en una relación que parecía cimentada es muy hermoso de ver. Y está hasta en las tragedias griegas». Aunque les comparan con otros trabajos actuales ('Succesion'), se alejan por la propia idiosincrasia de las relaciones establecidas: en las ficciones con firma americana, la empresa toma el protagonismo, mientras que en 'Galgos', la familia tiene un peso determinante.
Con esos personajes tan singulares, unos han sentido debilidad por los roles de otros. «Yo amo su personaje, ¡es que lo amo!», enfatiza Ozores sobre Julián, al que interpreta Usón. Él, por su parte, destaca el papel de Blanca Díaz Somarriba, interpretado Patricia López Arnáiz. Y ambos coinciden en Marcel Borrás, que, haciendo de Guzmán Díaz Somarriba «tiene tantas caras; patético, divertido, tierno y se sale de madre en todas».
El barómetro de crítica que manejan, a partir de los medios que ya han tenido ocasión de ver 'Galgos', es muy positivo. «Yo nunca he tenido por parte de la prensa, que tiene tanta información, una respuesta como esta. Gente muy joven, además, a la que le ha gustado muchísimo», destaca Adriana Ozores. El deseo de Usón es «poder seguir ahondando» en la trama de la familia Somarriba «y hay material de sobra para ello», deja caer.
Juan Antonio González Fuentes, director general de Cultura y Patrimonio, que tomó parte en el encuentro con los medios previo al estreno en Santander, agradeció a los productores, creadores y promotores de esta serie el que pensaran en Cantabria para rodar buena parte de la misma porque, destacó, es «reconocimiento a que tenemos mucho que ofrecer y trabajamos para potenciar nuestra Comunidad Autónoma».
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