Las atalayas, paisajes y batallas de Xesús Vázquez reabren esta semana las exposiciones del Palacete

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El 'nuevo' Palacete aúna una mezcla entre tradición y modernidad que se refleja también en esta nueva etapa de su uso cultural. La nueva programación (otoño 2024-otoño 2025) busca profundizar en las líneas expositivas de la Autoridad Portuaria, «reencontrando caras conocidas pero descubriendo también otras nuevas que refuerzan una vocación inequívocamente universal y actual». La línea dedicada al arte contemporáneo, que constituye el núcleo fundamental de nuestra actividad cultural, reivindica a la primera generación de artistas que mostraron su trabajo en el Puerto de Santander y que han consolidado después una exitosa carrera. A esta línea responden la muestra inaugural de Xesús Vázquez y la veraniega de Juan Uslé, que pueden vincularse en este sentido con la realizada por Victoria Civera el pasado verano en la Nave Sotoliva. Por otro lado, se pretende mostrar también el trabajo de una nueva generación, nacida cuando el Palacete daba aún sus primeros pasos como sala de exposiciones, «protagonizada por artistas que atienden a nuevos desafíos e inquietudes y que demanda en consecuencia un espacio propio de exhibición». Además, gracias a la «versatilidad» que permite ahora el espacio tras la rehabilitación, acogerá también pequeñas actividades de artes escénicas, audiovisuales y/o performativas, aprovechando los periodos de cambio de exposición. En esta nueva línea se inscribe el espectáculo lírico teatral 'Romance de Puerto', que se representará durante el invierno. Finalmente la programación se completará con la reanudación de una línea expositiva de divulgación científica e histórica, otra de las señas de identidad del espacio en sus casi 40 años de actividad.

Bajo el epígrafe 'Ecrelinf' la muestra inaugural de Xesús Vázquez se fundamenta en su coherencia y madurez reconocidas, reflejadas tanto en espacios portuarios como en otras sedes culturales privadas y públicas de la ciudad a través de casi cinco décadas, de Siboney a los propios espacios portuarios. La última cita tuvo lugar en la Biblioteca Central en 2018. En esta comparecencia especial presenta una nueva senda de sus trabajos que abre y cierra su vínculo con el Palacete donde expuso en los años 80. 'Ecrelinf', (abreviatura volteriana de Écraser l'infame) reúne una serie de piezas que se asocian a la evolución última de ciclos de largo aliento en la trayectoria del artista. Pinturas de gran formato, con un denominador común respecto a la técnica, al tratarse de pinturas realizadas sobre papel 'kraf', reverso de un producto preparado para el embalaje.

Atalayas, geografías y paisajes, siempre entre reflexiones sobre nuestra civilización, la memoria y el propio hecho pictórico, alimentan esta obra que forma parte de las grandes colecciones, fondos de museos y centros de arte. Pintura, que más que nunca, «se afirma universal, intemporal, soberana».

El veterano creador, que ha combinado pintura, fotografía, vídeo y escultura a lo largo de los años, plantea «una investigación y una concitación que en esta serie delimita una insistencia de la catástrofe. De las batallas y las pérdidas, de las destrucciones y los desvaríos. De su cruel e inexorable repetición». Sobre su regreso expositivo, el artista apunta: «Los polos de pensamiento precipitados en ideas han sido el germen de las distintas secuencias de obras que he desarrollado a lo largo de mi carrera». Y precisa: «El mundo al que las obras de la exposición aluden se sitúa entre dos fronteras: la del peso de la tradición artística y la del mal absoluto; entre el peso de la extrema belleza griega o renacentista y el lodazal clorhídrico de Flandes, las cenizas de Auschwitz, o el aire maligno de la mentira y las invenciones de terraplanistas y políticos turbios, que respiramos en nuestros días».