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José Luis Pérez Trespalacios | Director del Cine Club Santander
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José Luis Pérez Trespalacios | Director del Cine Club Santander
«La atención al lenguaje del cine desde el ámbito educativo es desastrosa»La pasión por el cine de José Luis Trespalacios (también conocido como José Luis Torrelavega), herencia paterna que supuso para el niño que era un « ... imaginario fascinante», se filtra en su día a día. Hace once años fundó, junto a Fernando Ganzo, el Cine Club Santander, que cada martes (19.30 horas), en Casyc de la Fundación Caja Cantabria y con el apoyo de la Concejalía de Cultura de Santander, ofrece una selección de filmes, escogidos con ojo experto.
-¿Por qué decide uno montar un Cine Club?
-Fernando Ganzo, actual redactor en jefe adjunto de 'Cahiers du cinéma', y yo comenzamos el Cine Club Santander en octubre de 2011 como una iniciativa impulsada por Enrique Bolado, fundador y director de la Filmoteca de Cantabria entre 2001 y 2019. Se trataba de un encuentro semanal con presentaciones, debates y análisis profundos sin olvidar la parte lúdica que debe tener la cinefilia, la importancia de pasarlo bien.
-¿Qué ha aportado este espacio a la vida cultural de Cantabria?
-Lo principal, que se hayan visto 432 películas de un nivel artístico muy alto y en las mejores copias disponibles. Muchas han sido estrenos en nuestra región o incluso en España, con la primicia de un buen número de restauraciones. La recuperación de más de tres centenares de textos críticos inéditos que he traducido y que han dado lugar a 'Robert Siodmak, delirio de sombras', 'FilmNoir variaciones 1948-1967' y 'El cine recuperado', tres libros de una colección que esperamos continuar pronto. También la visita de los más grandes cineastas españoles, de Víctor Erice a José Luis Guerín, pasando por Pablo Llorca o Adolfo Arrietta, y las relaciones de colaboración con tres de las redes cinéfilas más importantes del mundo.
-A la hora de diseñar las proyecciones de cada temporada, ¿cuál es el criterio que siguen?
-Influyen una serie de factores diversos, principalmente la disponibilidad y calidad de copias, que no hayan sido proyectadas en nuestro espacio o que haya algún elemento que la convierta en una primicia. Por lo demás, nuestro gusto es omnívoro y carecemos de prejuicios, lo que no está reñido con la exigencia.
-Han encontrado acomodo en un espacio como Casyc, pero ¿valoraron realizar el proyecto en una sala de cine?
-A lo largo de los años, hemos proyectado en la Filmoteca de Cantabria, hasta que a principios de 2019 la dirección que sustituyó a Enrique Bolado consideró que nuestra actividad carecía de interés. En el cine Los Ángeles, sala que me encanta y cuya actividad respeto enormemente. Y, actualmente, en el Teatro Casyc, que es un cine hecho y derecho con proyecciones inmejorables. Su enorme pantalla es una maravilla, y además fue allí donde, hace casi treinta años, vi 'Sanma no aji', mi primera película de Yasujiro Ozu en un cine.
-¿De qué salud gozan las propuestas cinematográficas en nuestra región?
-Santander es una ciudad privilegiada, con una oferta variada y la posibilidad de ir al cine sin desplazarse al extrarradio. Algunas poblaciones con reputados festivales de cine no pueden decir eso. En lo referido a Torrelavega, mi ciudad, la situación es desastrosa, manifestándose el total desinterés de sus autoridades culturales por el cine.
-¿Hay un buen diálogo entre entidades como la Filmoteca, las salas, los festivales, asociaciones como La Pacca o los cortometrajistas?
-Creo que hay un impresionante diálogo, en el sentido literal, entre la comunidad cinéfila gestada alrededor de la antigua Filmoteca de Cantabria y, por qué no decirlo, del Cine Club Santander. Es muy llamativa, y más allá de Cantabria también sorprende, la altura intelectual de algunos cinéfilos. Hablo de Paulino Viota, Antonio Santos, Félix García, Javier y Óscar Oliva, Julius Richard, Hugo Obregón, nuestros exiliados Fernando Ganzo o Rubén García y, por supuesto, Enrique Bolado, el patrón. A todos, hayan o no filmado, los considero auténticos cineastas, pues se da en ellos la cualidad fundamental del mismo, pensar y darle vueltas al cine día a día. También me gustaría destacar la labor de Guillermo Balbona en este periódico.
-¿Qué echa en falta?
-En lo referido al Cine Club Santander, intento manejarme con lo que tengo y no unirme al populoso coro de lamentos que parece caracterizar a todos los escalones del cine español. Me siento apoyado por el público, por la concejalía de cultura y por Casyc y lo agradezco muchísimo.
-¿Está más a favor del cine de autor o de uno más comercial que atraiga más al público?
-Cuando se hace un balance de lo más valioso o innovador que ha dado la Historia del cine, la verdad es que esas categorías carecen de importancia. Es mejor atender a cada película en sí misma, mirar lo que ofrece su 'texto', por decirlo de manera un poco pedante. Resulta que la mayoría de las películas 'de autor' o 'de festivales' del pasado año son horribles, pero, inesperadamente, un día encontramos grandes ideas de cine en películas despreciadas de John Hyams o M. Night Shyamalan.
-¿Cree que se educa bien en los valores formales y sociales de este arte?
-Desde el ámbito educativo, la atención al cine es catastrófica. Tanto por la selección de películas como por la calidad de las copias, casi siempre dobladas y exhibidas con los formatos de pantalla equivocados. Además, se persiste en reducir a las películas a ilustraciones oportunistas de conceptos sociales, filosóficos o políticos predeterminados, y siempre con un inquietante ánimo edificante y aleccionador. ¡Un horror! Y nadie parece darse cuenta de que así se infravalora la inteligencia y la sensibilidad de los niños y adolescentes. Pero, tal y como Paulino Viota demostró hace años en el programa de enseñanza del cine a escolares en la Filmoteca de Cantabria, hay otra manera de hacer las cosas.
-Ya que menciona de nuevo a Paulino Viota, de quien editó un libro. ¿Se valora a los creadores cinematográficos y se protege su legado de la forma adecuada?
-En el caso de Viota, sí, y su reconocimiento me llena de alegría. Fue un placer trabajar en 'La familia del cine' y espero que esa labor conjunta tenga prolongación. Además de su trabajo teórico y didáctico, me gustan muchísimo todas sus películas.
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Ana del Castillo
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