El Aula de Cultura La Venencia cierra su sede e inicia una nueva etapa «itinerante»

La sede en sí es un contenedor de tesoros, de obras de todos los artistas que han pasado por ella y de colecciones bibliográficas de todo tipo, desde enciclopedias taurinas, poesía, flamenco y hasta ejemplares de literatura infantil. Todo ello, junto al resto de los enseres del Aula: menaje de cocina, jarrones, esculturas, discos -sobre todo de música clásica-, carteles, acuarelas, grabados... está ahora a la venta en una feria que permanecerá abierta hasta el próximo día 7 de enero y por la que puede pasar cualquier interesado en horario de 12.00 a 14.00 horas, de lunes a viernes, y en el que, por supuesto, se guardan todas las medidas de seguridad sanitarias.

¿Y qué va a pasar ahora con La Venencia? Salvador Arias, uno de sus fundadores explica que «iniciamos una nueva etapa que se podría llamar 'La Venencia itinerante' y esto quiere decir que seguiremos reuniéndonos y promoviendo actividades pero en distintas lugares relacionados con la hostelería. Será una vuelta a los orígenes».

Arias se refiere a que los primeros encuentros de esta Aula tuvieron lugar en una mítica sala de la ciudad 'La Venencia' en la que seis inquietos santanderinos se reunían periódicamente. De esos encuentros surgieron varios ciclos culturales por los que pasaron distinguidos artistas, periodistas y escritores.

«La Venencia inicia su andadura, un 31 de agosto de 1994, con un reducido núcleo de amigos cuyo primer objetivo fue colaborar en la celebración de las bodas de plata con el flamenco de Diego Andrade Martagón, Diego Clavel, uno de los artistas más emblemáticos del panorama flamenco», según recuerda Salvador Arias. El resultado de aquella efeméride fue la publicación de 'Por Derecho', un CD que fue muy bien acogido en los ambientes flamencos más exigentes. Aquel proyecto inicial, libre, abierto y plural, como reza su eslogan fundacional, con el paso del tiempo, fue consolidándose y ampliando sus inquietudes a otros ámbitos culturales.

Se sucedieron los encuentros, las publicaciones y también los premios. Desde el principio la edición de libros les fue diferenciado del resto de asociaciones culturales. «Podemos presumir de haber recibido seis premios nacionales y haber contado con prologuistas de renombre como Alfonso Ussía», asegura. La Venencia también ha sido la casa de destacados creadores cántabros que han tenido la posibilidad de exponer en sus instalaciones. Unas muestras que han sido acompañadas, de la publicación de un libro en el que se recoge su biografía y trayectoria.

«Ahora ya nos hemos hecho mayores y mantener este local tiene muchos gastos, así que se lo devolveremos a su dueño y seguiremos con las mismas inquietudes, en otro lugar», asegura Arias.

Hasta entonces invita a todos a pasar por esta feria llena de tesoros y de objetos que forman parte de la historia del Aula y por lo tanto de la historia de la cultura de Cantabria.