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Espectacular vista flanqueada por los dos lados del arco (Martillo/Paseo de Pereda), tomada desde lo que será la distribución para el paso entre galerías del antiguo doble edificio. Fotos: Daniel Pedriza: Vídeo: Pablo Bermúdez

Así avanza Faro Santander

El Diario Montañés accede al interior de la obra del futuro museo, que, tras superar su fase más compleja, concluirá a finales de 2025 | Después de tres años del acto de la primera piedra, la transformación de la antigua sede bancaria visibiliza ya sus futuros espacios para el arte y la tecnología

Guillermo Balbona

Santander

Domingo, 23 de junio 2024, 14:58

La primera visualización pública del salto cualitativo que han experimentado las obras del proyecto Faro Santander será la retirada paulatina de los estabilizadores de la fachada de su histórico inmueble. A continuación, será restaurada. Mientras, los trabajos de transformación de la antigua sede bancaria del Paseo de Pereda en un espacio cultural y de ocio, con el arte como principal escaparate, y la innovación y la tecnología como ejes de futuro de la entidad, certifican un intenso ritmo. La tarea de un centenar de operarios, el máximo que puede admitir un espacio con muchas limitaciones de movilidad, revela ya la disposición de los espacios, perfila muchas de las dependencias para sus respectivos usos e ilustra la estructura ya consolidada de las plantas y diseño definitivo de este proyecto cultural de Banco Santander. Todo ello tras superar las crisis derivadas de una edificación que avanza de lo micro a lo macro, losa a losa, tras la fachada exenta, y que ha debido afrontar fases de una gran complejidad material y estructural. El pasado mes de mayo se cumplieron tres años desde la colocación de la primera piedra y los plazos y estimaciones siempre resultan incómodos cuando empieza a asomar la perspectiva del tramo final. Alfonso Ráez, director corporativo de Inmuebles de la entidad, anticipa que los gestores y responsables de la obra estiman que estará concluida a finales de 2025.

Con la fachada exenta ya estabilizada, el avance de la construcción es visible y notorio en todos los espacios como este área dedicado a la tecnología.

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Con la fachada exenta ya estabilizada, el avance de la construcción es visible y notorio en todos los espacios como este área dedicado a la tecnología. Daniel Pedriza

La construcción del proyecto en datos

  • Estimaciones. La fecha que se baraja como final de obra se sitúa a finales de 2025. A partir de ahí se abrirá un plazo para abordar la fase destinada a testar las instalaciones antes del montaje definitivo de los fondos de arte.

  • Marcha de la obra. De la fachada del histórico inmueble del Paseo de Pereda, exenta, se irán eliminando ya los estabilizadores y a continuación se procederá a su restauración. En el lado oeste se trabaja ya en la cuarta planta (sobre ella irán las terrazas, el espacio multiuso y el mirador), y en el lado este se han iniciado los trabajos de la tercera planta.

  • Identidad. La transformación de la antigua sede bancaria en espacio cultural y de ocio responde a una concepción y diseño del arquitecto David Chipperfield. El proyecto arquitectónico incluye, entre otros, varias salas expositivas, un auditorio multiusos y un espacio dedicado a la tecnología.

  • Cifras. Toneladas de tierras procedentes de la excavación: 25.787. Totales de residuos gestionados hasta ahora: 36.734 Tn. Volumen de escombros (incluido tierras): 29.009 m3. Total m3 de hormigón utilizados: 7.843. Tn. de acero activo utilizado hasta ahora: 15 (losas postesadas) y número de pozos de geotermia (de 150 metros profundidad): 21.

Una complejidad, como quedó en evidencia en estos dos años largos de trabajos, a la hora de enfrentarse a las filtraciones de agua, las cimentaciones y el cierre estanco de un proyecto con muchas complicaciones.Es el caso de las propias restricciones físicas de espacio al afrontar una obra en pleno centro de la ciudad y que nunca debía de perder de vista el perímetro de su fachada protegida. Hay que recordar que esta intervención del arquitecto David Chipperfield se acomete en un solar donde, en realidad, se ubicaba un doble edificio. La sede financiera del Santander fue inaugurada en 1923, pero la necesidad de ampliación condujo a incorporar entre 1958 y 1963 un segundo inmueble idéntico, ambos unidos por el emblemático arco.

El actual proyecto es de tal complejidad que ha requerido de un proceso al que se le han aplicado soluciones novedosas, incluso pioneras, con el fin de encajar conjuntamente las instalaciones, máxime teniendo en cuenta que buena parte de las galerías del edificio albergarán las obras de arte del fondo de la Colección Banco Santander. Lejos queda aquel tiempo coincidente con la pandemia en el que se procedió durante cuatro meses al vaciado completo del edificio cuando pinturas, esculturas, elementos decorativos y mobiliario de gran relevancia histórica y artística fueron retirados para protegerlos del proceso de la obra. 

Imagen del sótano que albergará un espacio multiusos y auditorio. Daniel Pedriza

Pero en qué momento se hallan los trabajos en este inicio del verano. Ráez explica que «estamos ejecutando de manera global la estructura. En lo que se refiere al lado oeste ya nos encontramos en altura en la planta cuarta y en el este se ha empezado estos días a levantar la tercera planta. Las contenciones, excavaciones y todos los trabajos para prevenir las filtraciones de agua están ya superados, finalizados, y se ha comprobado el buen funcionamiento». En paralelo, otra de las labores in situ, como se indicaba, están centrándose en ir eliminando los estabilizadores de la fachada (han comenzado por el lado oeste donde ya no es visible parte de la lona) y, después, «se procederá a su restauración». Si uno toma como referencia la última vez que El Diario accedió al interior del futuro museo (en noviembre de 2023) y la nueva visita esta semana, los trabajos visibilizan claramente ya la mayor parte de espacios y su distribución en función de sus usos. Es el caso de los sótanos, tanto el privado que alberga las instalaciones y controles, como el que acogerá un espacio multisuos-auditorio para 150 personas. De igual modo es visible el área de vestíbulo/recepción, con acceso desde el Paseo de Pereda y, en paralelo, el espacio oeste destinado a la galería multimedia, zona dedicada a la educación tecnológica e innovación. Faro Santander contará con tres plantas dedicadas a exposiciones, la última de ellas para la muestra permanente de los fondos de la Colección. Los trabajos actuales, por tanto, se distribuyen por toda la edificación. «Adaptarse a la altura de la losa, que ha ido formándose a cada paso en las diversas plantas, ha sido un proceso complejo pero necesario para que puedan ubicarse las obras de arte en los espacios correspondientes. Ello ha requerido de una solución estructural complicada, dado que la fachada desde el principio ha quedado exenta y la nueva estructura es auto portante», señala Ráez. Utilizando una imagen elocuente, subraya, «podría decirse que esta obra ha respondido siempre a una nueva construcción pero desde la existencia de dos edificios: la estructura propia que albergará las nuevas dotaciones y la fachada con la que se conecta, pero sin intervención en esta».

Toda la estructura de la losa posee «un sistema muy avanzado de eficiencia energética de modo que la misma losa asume la climatización, en frío y en calor, del propio edificio y ello se traduce en una estabilidad térmica y en el control justo para que las obras de arte estén bien conservadas». Además, el resto de instalaciones técnicas «están incorporadas a la propia losa, lo que da la medida de la complejidad del conjunto de redes y equipos fijos que permiten el suministro y operación de los servicios». 

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