

Secciones
Servicios
Destacamos
Todas las producciones audiovisuales, desde la más humilde película a la más ambiciosa serie, parten del mismo punto: una simple idea que, desarrollada, se convierte ... en el soporte de todo cuanto ocurre tras ella, que es nada menos que la magia del cine, o de la televisión. Lo sabe bien el guionista y escritor Fernando Navarro (Granada, 1980), uno de los grandes referentes de esta disciplina en España y también más allá de sus fronteras. Dos nominaciones a los premios Goya, uno al mejor guion Original por 'Verónica' en 2018 y otro a mejor guion adaptado por 'Orígenes Secretos' en 2021, entre otros destacados reconocimientos, dan fe de ello. Navarro -que es miembro de la Writers Guild of America y ha publicado su primera novela, 'Malaventura', con la Editorial Impedimenta- será hoy protagonista de 'En la órbita de Venus', una iniciativa enmarcada en los Diálogos de Cine y Producción (DCP) impulsados por la Consejería de Cultura, la Filmoteca de Cantabria y la Cantabria Film Commission. La cita, que comenzará a las 17.30 horas en la sala de la calle Bonifaz, incluirá una conferencia de dos horas del guionista sobre el proceso creativo de la escritura de 'Venus', película dirigida por Jaume Balagueró de cuyo guión es autor el andaluz, y la posterior proyección del título, con doble sesión a las 19.30 y a las 21.30 horas. En la misma línea, la Filmoteca proyectará más adelante otras tres películas destacadas por Navarro como referentes en la materia que es su especialidad: 'La noche de las gaviotas', de Amando de Ossorio (mañana a las 21.00 horas), 'El más allá' de Lucio Fulci (día 22 a las 21.30 horas) y 'Melancolía', de Lars von Trier (día 29 a las 21.30 horas).
-Un guionista dispuesto a descubrir los secretos de su profesión. ¿Nervios?
-La figura del guionista es de las más desconocidas, en el sentido de que no se sabe bien dónde empieza y dónde acaba, dónde están los límites de ese rol cuando también hay un director u otras figuras como un director de foto, un montador o el vestuario de una película... El objetivo de estas charlas es transmitir a la gente cómo trabajan los técnicos de cine más allá de los actores y directores, tanto a alumnos curiosos como a aficionados o gente que quiere dedicarse a esto. Este encuentro en concreto busca acercar la figura del guionista al público, tanto desde una perspectiva general como en este caso en concreto sobre el proceso de escritura.
-Además del aspecto teórico se va a apoyar en una selección de cuatro películas. ¿Por qué?
-Para esta iniciativa seleccioné tres películas que han influido en la escritura, y vamos a intentar explicar qué impacto ha tenido cada una de ellas y, en general, cómo una película te influye a la hora de escribir otras. Es un proceso que puede darse desde lo argumental, desde el género u otros enfoques. Creo que puede ser bonito y enriquecedor mostrar cómo el cine se alimenta de cine y cómo tenemos películas en la cabeza cuando estamos escribiendo. A veces también ocurre cuando ves la película y te vienen otras a la cabeza que no estuvieron en el proceso de desarrollo de un guión y su escritura.
-Aunque está en la base de todo proyecto audiovisual, el del guionista es a menudo un papel bastante desconocido, ¿no?
-En general, la del guionista es una figura que a raíz del éxito de las series de televisión. Se ha reivindicado el papel del creador o del 'show runner', que es la persona que mantiene la serie en marcha y que toma decisiones en todos los departamentos. En el cine, en cambio, la figura del escritor tiene muchos registros, entre ellos el de un coescritor, que es un rol que he utilizado muchas veces y en el que ayudas al director a contar su historia y le acompañas para darle las herramientas técnicas de las que dispones. Muchas veces la escritura de un guion es una tarea muy solitaria, y por eso la figura del coescritor, que escribe el guion junto al director, tiene algo muy terapéutico para ellos.
Noticia Relacionada
-¿Hasta dónde puede llegar el trabajo del guionista?
-El guionista es una figura muy versátil, que puede estar en todos los procesos de desarrollo de la película. Muchas veces cuando vas a los rodajes los técnicos se te acercan y te dan las gracias diciendo que «todo empieza contigo». Es fundamental que haya gente que cuente historias porque al final un rodaje es algo brutal, una cosa llena de inclemencias, donde hay unos camiones gigantes aparcados a las puertas de los sitios, donde hay iluminación, catering, muchos actores implicados... Y todo eso empieza con una idea, con ese momento en el que el guionista empieza a escribir. Yo nunca olvido eso, que también servimos para generar trabajo y para seguir haciendo historias, que es lo importante.
-Destierra esa idea de creador solitario, entonces.
-En mi caso soy un guionista que por mi relación con los directores, o muchas veces con la propia productora, me implico en todo el proceso. A veces alargas tu participación hasta etapas en las que el proceso de desarrollo de la película está mucho más avanzado respecto al guion original. Lo normal es que te inviten a montaje una, dos o tres veces por si puedes ayudar a corregir algún aspecto que está fallando. También sueles visitar el rodaje, no muchísimas veces pero sí de forma recurrente para ayudar en los ensayos o para ayudar al director con los actores...
-Están en todas las salsas...
-Muchas veces sí (ríe). Cada película tiene un proceso, en general a mi no me gusta abandonarla tras el guion, sino acompañarla y sentir que puedes permitirte estar el día de la grabación de la música, o el día que se rueda el videoclip de la canción, o el día en el que hay un pase en el que se corrigen cosas. Así siempre vas a aportar más porque lo bueno del cine es que es un trabajo en equipo, y la mirada de alguien que estuvo desde el principio suele ser positiva.
-El desarrollo de un guión, en su aspecto creativo, encierra muchos más aspectos que el mero hecho de plantear la base de la historia que se va a contar. ¿Cómo afronta esta realidad?
-Aunque un rodaje es en sí una adaptación de un texto a imágenes, en el proceso de escritura de un guion ya tienes muy presente todas las herramientas de producción. Si tienes que unificar dos secuencias por una localización que se ha caído, cuando tienes que convertir a dos personajes en uno porque te das cuenta de que son repetitivos y que eso va a ahorrar dinero a la producción, cuando ves que la película va larga por su minutaje… Son aspectos que no tienen tanto que ver con la escritura literaria sino que se adentra en un territorio muy pragmático, en el que tienes que estar solucionando problemas desde el texto, porque en el fondo es la base de la organización de todo.
-Adaptarse o morir, que diría Darwin.
-El cine es algo vivo, desde el guion al rodaje, y pueden ocurrir muchas cosas. A veces ocurre que tienes un exterior de día y por alguna circunstancia lo tienes que convertir en un interior de noche. Esa es una parte bonita del cine que no tiene la literatura, y es que está en contínuo proceso de cambio, casi nunca puedes darlo por cerrado hasta que llega el montaje final. Aunque algunas veces es desesperante porque estás esperando terminar, otras veces es algo muy bonito.
-¿Cómo encaran esa constante incertidumbre?
-Hay que aprender a abrazar los accidentes, porque muchas veces algo que no tenías previsto es mucho mejor gracias a ese accidente, a algo que no podías controlar meteorológicamente, alguna salido llena de humor de alguno de los miembros del rodaje, que salga un mal día o pase algo que tenga que ver con el dinero, porque no hay suficiente para llegar a algo planteado y tienes que buscarte la vida para solucionar una escena que habías planteado de una forma más ambiciosa. O también ocurre al revés y en un caso determinado te dicen que puedes tirar la casa por la ventana. Si aprendes a asumir esa incertidumbre y a abrazar los accidentes no sufres tanto con la escritura de un guion de cine.
-No hay lugar para el aburrimiento, entiendo.
-No, aburrirte no te aburres nunca, todo lo contrario (ríe). Yo agradezco cuando no te llaman, porque en el cine y en los rodajes 'no news are good news' (que no haya noticias son buenas noticias).
-Además de su conferencia ha escogido cuatro películas que se van a proyectar en la Filmoteca este mes y que ilustran aspectos relevantes desde la perspectiva del guión. ¿En qué factores ha basado esa selección?
-Me empeñé bastante en no escoger ninguna película norteamericana y en hacer una defensa del cine europeo, que es un cine del que tenemos que estar cada vez más orgullosos porque creo que se están estandarizando mucho cierto tipo de películas americanas 'mainstream', incluida la ganadora de los Oscar, y que frente a eso de alguna manera el cine europeo sigue siendo libertario. Y el cine del pasado mucho más, porque tenía algo muy loco y libertario. En ese sentido defiendo la elección de tres películas europeas.
-¿Cuáles son y por qué las ha elegido?
-En el caso de Lucio Fulci y 'El más allá' es posiblemente mi película de terror favorita. Se trata de un título que ha influido por su falta de prejuicios, por lo cerca que está a veces de la serie B y la Z, a las que no tiene miedo, y eso no significa que se trate de una película poética porque muchas veces roza, tanto por la puesta en escena como por su propia idea, la poesía. Me gusta mucho esa forma imposible que tienen muchos cineastas italianos o españoles de género de conjugar lo lírico con lo épico. En una escena puede estar viendo algo bastante turbio o desagradable y en la siguiente, o incluso en la misma, el sentido de la imagen, el contenido de la narración o alguno de los personajes giran de repente y te ves sorprendido por una imagen lírica o que roza la poesía. En el caso de la cinta de Fulci es así, una película bellísima con una música espectacular y muy inesperada.
-'Melancolía', de Lars von Trier, es otro de los títulos propuestos.
-Es la película que más me gusta de este controvertido director, del que nunca sé qué pensar. Es un filme que conjuga muy bien el humor con la poesía. En lo referente a la escritura, he escogido esta película por su forma de relacionar el cuerpo y el espacio, no ya el fílmico sino en un sentido profundo, esa relación de un personaje con un planeta, o esas imágenes del cosmos. Siempre fue una referencia para nosotros y creo que siempre está bien que se programe porque es una película muy sorprendente.
-Queda 'La noche de las gaviotas'. ¿Qué esconde este título?
-Es una película de la que si no estoy equivocado va a proyectarse una copia restaurada por primera vez en el mundo. Es la tercera parte de la trilogía 'Los muertos sin ojos' de Amando de Ossorio, que fueron unas películas muy populares en los años 70 en España, que estaban muy bien dirigidas y que combinaban la temática zombie con una cultura autóctona española. A nosotros nos ha influenciado por un lado por ser una película con un carácter español que nunca renuncia a él, y por otro porque infielmente adapta a Lovecraft. Creo que es la primera película española que adapta el universo de un escritor tan complejo y no le tiene miedo a dejar eco. Es un título muy irregular y a ratos complicado, pero que es muy sorprendente. Los americanos admiran mucho está película y a su director, y es un lujo poder verla por primera vez restaurada en alta definición en España. Para los amantes del cine es una oportunidad porque no creo que se va a poder ver muchas veces en una sala.
-A usted no se le puede dejar hablar de cine, y menos español...
-El cine de género, el cine español, el europeo, el cine del pasado… son parte de un lenguaje con el que trabajo diariamente e intento hablar con entusiasmo de mi oficio y tener maestros y reivindicar películas cada vez que puedo. Básicamente, lo que tienen en común las películas que hemos escogido es que son muy entretenidas y pasan volando. Me gusta esa manera de hacer cine que puede tener más capas de las que puede parecer a primera vista, en las que descubres muchas cosas detrás que no te esperabas.
-¿Cómo valora los Diálogos de Cine y Producción (DCP)?
-Son una iniciativa muy potente por su capacidad para impulsar que la gente de Cantabria pueda ver películas especiales y sentir esa curiosidad hasta el punto de que busquen seguir formándose y aprendiendo, para de esa forma derribar esa distancia que muchas veces se crea entre el cine y sus espectadores, como algo intangible. Hay que bajar el cine a la calle, acercarlo y desnudarlo ante el público. En ese sentido, creo que la gestión de Antonio Navarro al frente de la Filmoteca y el de la Film Commision tiene algo muy edificante, porque trascienden la idea de que una sala solo sirve para proyectar películas.
-¿En qué aspectos prácticos radica el valor de esta propuesta?
-Las salas también pueden y deben formar o educar, si se me permite la expresión, para ayudar a que una ciudad tenga una programación estable de cine y que cada cierto tiempo pueda venir gente que se dedica a este sector desde cualquier enfoque a contar su experiencia. Esa dinámica puede contribuir a que se derriben muchos prejuicios no solo sobre el cine sino sobre los oficios que conlleva, que se vea lo que hay detrás de trabajo y, al mismo tiempo, de ilusión. Eso puede ayudar a cualquiera, y en especial a la gente joven, a sentir que hacer una película no es algo imposible, que no es algo glamuroso que solo ocurre cuando ganas los Goya. Mostrar ese trabajo diario que conlleva un gran esfuerzo pero que a la vez es algo muy bonito. En ese sentido los DCP son superpotentes y además ha venido mucha gente a la que admiro, seguramente de los mejores que están haciendo cine ahora mismo en España., y van a seguir viniendo, así que creo que no hay que desaprovechar semejante oportunidad. Muy pocas filmotecas en España están haciendo ese trabajo de dar a conocer el cine a través de sus profesionales.
-Su apuesta, entre tanta superproducción como hay ahora, puede parecer un poco arriesgada.
-Llenar o dedicar una sala un fin de semana a películas de autor o de terror y europeas puede parecer difícil o arrogante y en este caso desde la Filmoteca siempre me han planteado toda la libertad para programar según mi criterio. La formación no se puede basar solo en lo que pasa ahora, sino que es muy necesario también mirar atrás porque ayuda a completar esa visión. Ahora que se ve tan poco cine antiguo y que los clásicos comienzan en 'El caballero oscuro', que es un título muy reciente, está muy bien ver películas que no tienen por qué ser clásicos para que nos interesen.
-El año pasado publicó su primera novela, 'Malaventura', que ha recibido muy buenas críticas. ¿Tiene algún nuevo proyecto literario entre manos?
-Santander es una de las ciudades donde mejor me han tratado, en la Librería Gil, donde los lectores me dieron un cariño increíble, y un lugar que refleja la micha vida que todavía tiene 'Malaventura'. Con él gané el premio que da Vanity Fair con Open Bank y todavía tengo que ir a la Feria del Libro de Málaga. El libro está teniendo una vida inesperadamente larga y eso me ha animado mucho de cara a la escritura de un segundo título. Aunque los trabajos del cine y los proyectos de televisión me tienen bastante entretenido estoy enfrascado en la escritura de un segundo libro.
-¿Puede adaelantarnos algo sobre ese título?
-Espero que sea una novela un poco más corta que recorre ambientes y transita personajes que podrían haber estado en 'Malaventura' aunque no va a ser una secuela, aunque aprovecha ese universo literario desértico y sureño en el que todavía me siento cómo y que ya habrá tiempo de abandonar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.