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Conciencia social y compromiso. Pionera del uso de las nuevas tecnologías y del uso del reciclado en el arte español, artista multimedia, Marisa González devuelve ... el destello creativo y artístico al Palacete del Embarcadero. Desde los setenta hasta el presente ha forjado una de las trayectorias más coherentes y lúcidas del lenguaje del arte en nuestro país, ensalzada también a nivel internacional. Tras sus propuestas siempre subyace una necesidad de responder a los problemas de las sociedades al tiempo que persiste un diálogo de reflexión permanente sobre qué es el arte y qué papel puede desempeñar en el mundo contemporáneo. Su presencia en Santander cierra en realidad un círculo en el tiempo dado que en los ochenta ya expuso su obra en el antiguo Museo de Bellas Artes gracias a la labor de Fernando Zamanillo.
Ahora, bajo el epígrafe 'Piel y Pulpa', protagoniza una muestra histórica en la primavera santanderina. El espacio portuario es desde ayer un altar de fotografías, escenografía, instalación y vídeo proyecciones, a veces parte de trabajos seriados, que reflejan el latido creativo de una artista multidisciplinar, precursora de las nuevas tecnologías de reproducción y recursos multimedia.
En datos. Fechas Hasta el próximo 1 de mayo. Lugar: Palacete del Embarcadero. Organización: Autoridad Portuaria de Santander. Comisariado: Sonia Higuera.
Contenido Videoarte, fotografía e instalación.
Un limonero. Año 1986. Formas orgánicas y color. Despertar sensual y erótico. Un universo en transformación. Búsqueda de la belleza en la destrucción. Estos factores, parámetros y microcosmos configuran el germen de la significación visual de la Marisa González que confluye en el Palacete. Sugerencias, metáforas, símbolos, representaciones a través de la serialización y generación de imágenes y significados, reproducción de las imágenes y del fragmento, y su repetición a través de la fotografía, la electrografía y el ordenador, alimentan la creación que conforma 'Piel y pulpa'. La epidermis y la entraña. La búsqueda y el hallazgo. El espacio del Palacete, estructurado en cinco zonas que albergan como pequeñas estancias: vitrinas, pantallas, polípticos fotográficos, composiciones gráficas y una instalación sobre el suelo integrada por limones.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Francisco Martín, inauguró oficialmente la muestra al mediodía, una cita que permanecerá abierta hasta el próximo 1 de mayo. La muestra de la artista Marisa González (Bilbao, 1943) supone así un itinerario orgánico, perteneciente a la serie de 'bioarte' que la artista comienza a mediados de los ochenta y en donde la materia viva representada, muestra malformaciones y mutaciones que se identifican con el propio proceso de adaptación natural de la evolución de una especie. Marisa González subrayó que su obra busca la posibilidad de encontrar «la belleza en la destrucción y que trata de captar en sus imágenes la temporalidad que alude al declive y a la desaparición».
«El trabajar, sin embargo, con herramientas de mi tiempo, con los adelantos técnicos, con las máquinas destinadas a la sociedad de la comunicación, ha sido una constante permanente e insistente». Esta declaración de intenciones forma parte del perfil de la artista integrado en la catalogación de la asociación de artistas contemporáneas de Madrid. «Mi mirada , confiesa, ha estado siempre más cerca de los contenedores que de los escaparates de lujo. La atracción por la imperfección y por lo abandonado, por aquello que va a desaparecer, a extinguirse, hace que se despierte un sentido de recuperación, de rehabilitación, de reconversión en todos los ámbitos».
Por su parte Martín valoró la calidad creativa y humana de la artista, reconocida en el ámbito nacional e internacional «como una figura clave del arte electrónico y del feminismo» y señaló que su obra nos invita a reflexionar «sobre la intervención humana sobre la materia viva». El presidente del Puerto calificó, además, la obra como «provocadora y una aproximación a la belleza a través de la decadencia».
Imágenes que personifican la corporalidad deformada de fresas, chayotes, limones, granadas, plátanos o pipayas, «sugieren una sensualidad casi pornográfica que alude a las prácticas que ejercen las biopolíticas de forma normalizada en el ámbito genético, de identidad, sexo y género». 'Piel y pulpa' pretende resignificar la apariencia de lo que vemos en superficie, «para activar nuestra mirada dialéctica y politizar lo que nos llevamos a la boca: la vida». A comienzos de los setenta, utiliza la primera fotocopiadora a color en su proceso de creación en Sistemas Generativos del Art Institute de Chicago. La obra de Marisa González, una de las socias fundadoras de MAV, Mujeres en las Artes Visuales, ha estado expuesta en importantes instituciones internacionales.
«Feminismo, memoria y arqueología industrial, reciclaje y ecología y la atención a los procesos de marginalidad, exclusión y precariedad» son pilares y señas de identidad de su labor.
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