Secciones
Servicios
Destacamos
Con apenas 20 años se marchó de Santander y aterrizó en Los Ángeles persiguiendo el sueño de forjar una carrera que combinase dos de sus grandes pasiones, el maquillaje y el cine. Este lunes, más de tres décadas después de aquel viaje, el estilista Sergio López-Rivera ... (Sevilla, 1967) confirmó que no se había equivocado, tras convertirse en el primer cántabro en recibir un Oscar, en su caso por la película 'La madre del blues' (Ma Rainey's Black Bottom), producida por Denzel Washington para la plataforma Netflix y protagonizada por la actriz Viola Davis, gran amiga del maquillador cántabro, con el que cuenta en todos sus trabajos y proyectos. Tras dos días de auténtica locura, López-Rivera atendió a este periódico desde Atlanta, todavía con la emoción en el cuerpo.
-No todos los días se gana el premio más importante del mundo en su profesión. ¿Ha podido ya descansar algo?
-Anoche dormí ocho horas y media por primera vez en cuatro semanas, porque llevaba todo ese tiempo con insomnio y despertándome todos los días exactamente a las 3.15 horas de la madrugada no sé por qué, y muchas veces no podía volverme a dormir. Estaba hecho polvo.
-¿Cómo afrontó la gala de los Oscar y los nervios propios de semejante momento?
-Teníamos muchas ganas por razones obvias, pero además coincidía con el cumpleaños de mi marido y aprovechamos para plantearlo como un fin de semana especial. La gala en sí en realidad se parece mucho a una boda, por los preparativos del vestuario y todos los demás detalles. Lo que pasa es que luego es como si vivieras las siete mejores bodas de tu vida juntas en un solo día.
-¿Qué sintió cuando escuchó su nombre y fue consciente de que lo había conseguido?
-Para mi fue el momento más especial. Cuando anuncian la película que ha ganado en una categoría lo primero que señalan es su título, así que en el momento en el que dijeron 'Ma', que es la primera palabra del título de la película en inglés (Ma Rainey's Black Bottom), ya lo supimos, pero después tienen que leer los nombres de las personas ganadoras. Cuando dijeron el nombre de la película le di abrazo y besos a mis compañeros, aunque no me acuerdo muy bien, y de repente escuché mi nombre, que en España es muy normal pero aquí es muy específico. Fue en ese momento cuando me llegó todo de golpe.
-Pues vaya golpe...
-Sí, recuerdo que lloraba, pero el tipo de lágrimas o de llanto, de emoción en una situación así es muy especial, no tiene nada que ver con el llanto normal. Cuando te das cuenta de que estás emocionado es porque ya tienes las mejillas húmedas. Lo que más notaba era la respiración porque respiraba mucho más hondo, pero estaba constantemente limpiándome las lágrimas.
-Ha sido un proceso muy largo y exigente, entiendo.
-Sí, y verte al final ahí es algo inimaginable. Cada vez que pienso que al principio de esta edición de los Oscar entraron casi 50 películas más de las habituales, hasta un total que superaba las 360 candidatas... Eran tantas las películas que era inimaginable ser el ganador. Tienes que tomártelo día a día, poco a poco, paso a paso, entrevista a entrevista. Simplemente hazlo lo mejor que puedas y ya está. Pero cuando dicen tu nombre en ese momento y te ves rodeado del talento más grande que existe a nivel mundial... Eso es algo que no puedo explicar, hay que vivirlo.
-¿Cómo fue la celebración posterior a la gala?
-Fue algo muy bonito. Cuando te dan el Oscar en el escenario no es la estatuilla definitiva, que recibes cuando acaba la gala. Entonces te meten por un laberinto interminable entrevistas y vas pasando de un patio a otro atendiendo a todo el mundo. Ahí te vas cruzando con gente como Angela Bassett, Renée Zellweger o Rita Moreno... Todo el mundo sabe que has ganado porque te ven con el Oscar en la mano y se vuelcan contigo, te felicitan, te llenan de besos y abrazos... Pasas todo ese rato, que es bastante largo, como si estuvieras viviendo un sueño.
-Al final consiguió 'escapar' del laberinto y la fiesta continuó...
-Sí, después nos llevaron a la Estación, que es como un bar pero en vez de copas lo que hay son estaciones para tallar tu nombre y poner la placa de oro en la base del Oscar. Es un momento que también es muy emocionante. En realidad son todos ellos momentos que no voy a olvidar jamás. Ese tiempo en los patios es como las mejores fiestas que te puedas imaginar, con todo el mundo pendiente de ti.
-Su Oscar ha provocado una auténtica ola de reacciones en España... ¿Cómo la ha recibido?
-Quiero que toda Cantabria y toda España sepan que jamás en toda mi vida y en todos mis sueños hubiera imaginado que a mis paisanos le iba a importar tres pimientos si un paisano suyo que se fue hace 30 años ganaba el Oscar o no (risas). La verdad es que la cantidad de cariño, de apoyo, y las cosas más bonitas que he leído en toda mi vida me están llegando desde España y desde Cantabria. Colegas, maquilladores, peluqueros...
-¿Se esperaba semejante repercusión en su tierra?
-Una de las cosas con las que no contaba, de la forma más inocente del mundo porque llevo ya trabajando aquí en esta industria 34 años, era lo que iba a venir después de los Oscar. Pensé que cada uno se iba para su casa y volvía todo a la normalidad, pero parece ser que no.
-En Cantabria el sentimiento de alegría y orgullo por su logro ha sido unánime, promesa.
-Cuando he conocido las reacciones de la gente allí me ha alegrado muchísimo, en especial la del colectivo de profesionales de maquilladores y peluqueros. Es algo que me pone la piel de gallina de la emoción. No hay nada que más me llene que recibir el apoyo de mis compañeros. Les entiendo tanto... Y sé que ellos me entienden a mi. Tomar la decisión de dedicarte a esto es complicado. Tienes que saber que no siempre te van a salir bien las cosas, requiere de fortaleza personal, de creatividad, de valentía. Tienes que lanzarte porque prefieres hacerlo y caerte a no intentarlo. Desde aquí quiero dar un millón de gracias a todos mis compañeros y paisanos por todo el apoyo que me han ofrecido, no tengo palabras para expresar mi gratitud.
-¿Este Oscar es un premio a la pasión con la que usted vive y afronta su profesión?
-Olvídate del Oscar, que al fin y al cabo no refleja toda una carrera sino suerte y una oportunidad que has tenido y que has aprovechado. Para mi lo importante es la felicidad, la satisfacción humana de saber que he tenido una buena vida y que la he vivido bien, que siempre he tratado bien a la gente.
-En el caso de 'La madre del blues', ¿a qué factores cree que responde su galardón?
-El maquillaje que hemos realizado en esta película es una caracterización muy específica que eleva al personaje, porque es otra de las pieza del puzle. Muchas veces se hacen los maquillajes para que no se noten, pero ahora hay un interés por este tipo de caracterizaciones. Algo interesante, orgánico, emocional. Creo que eso es lo que al final me ha traído hasta aquí, el poder conectar con el público de la película de una manera emocional, que de alguna forma remueve al espectador. Cuando ves al personaje de Viola sientes algo, no puedes quedar indiferente ante ese maquillaje.
-La guinda perfecta a una gran trayectoria profesional...
-Ya tenía una carrera de la cual estaba superorgulloso y contaba los años para jubilarme, pero ahora me ha llegado esto. Me he manejado en esta industria de una manera inusual, en el sentido de que refleja mi humanidad. A mí no me mueve la ambición, el 'postureo'... Para nada. Entendí que tener el privilegio de poder hacer lo que te gusta y ganarte la vida con ello es el mejor regalo que puedes recibir.
-¿Y a partir de ahora?
-Tengo tres proyectos con Viola. Vamos a empezar una serie sobre Michelle Obama, a la que va a interpretar, y en octubre nos vamos a Sudáfrica a hacer una película. Después volveremos a este país para rodar otra película el año que viene. Me da hasta miedo, no quiero que me salgan más trabajos... ¡A mi en el fondo lo que más me gusta es viajar, comer y beber! (risas).
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.