«Todas las buenas comedias llevan por debajo un drama implícito»
Gabino Diego |Actor ·
El intérprete abre hoy y mañana el ciclo Talía en el Teatro Casyc con la obra 'La curva de la felicidad', un enredo que aborda un divorcio y sus consecuenciasSecciones
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Gabino Diego |Actor ·
El intérprete abre hoy y mañana el ciclo Talía en el Teatro Casyc con la obra 'La curva de la felicidad', un enredo que aborda un divorcio y sus consecuenciasGabino Diego (Madrid, 1966), tiene un porcentaje de sangre cántabra. «Madrazo es uno de mis apellidos. De la Vega de Pas», explica. Conoce bien la Comunidad y le apetece regresar. Hoy y mañana estará en Casyc actuando dentro del ciclo Talía con la obra 'La ... curva de la felicidad' (20.00 horas), dando así inicio a una nueva edición del ciclo teatral. Junto a Antonio Vico, Josu Ormaetxe y Jesús Cisneros, Diego protagoniza un enredo en el que una separación y la venta de un piso terminan con los cuatro intérpretes compartiendo vivienda y vicisitudes.
-Según la sinopsis de la obra, las noches locas ya no son lo de antes. ¿Qué es para usted una noche loca a día de hoy?
Viernes 29 y sábado 30 'El Aguafiestas', una comedia de Francis Weber protagonizada por Josema Yuste.
Viernes 5 y sábado 6 La compañía Els Joglars presenta '¡Que salga Aristófanes!'.
Viernes 12 y sábado 13 'Descarados' de Darío Fo y Franca Rame cerrará esta edición del ciclo teatral.
-Es lo que dice el personaje. Para la gente significa salir hasta tarde, estar en las discotecas, ligar. En ese sentido yo soy un poco aburrido. Prefiero ir a un buen concierto, acompañado de una mujer a poder ser y tener una conversación interesante más que escuchar música machacona.
-Esta obra aborda las complejidades derivadas de una separación. Viene de 'Los Mojigatos' que también relataba conflictos de pareja. ¿Son un tema inagotable?
-Por supuesto. El hombre no puede vivir sin la mujer y al revés. Las relaciones son un tema que siempre se ha tratado en el teatro por sus conflictos. Uno intenta ser cada día mejor amante y entender a la otra parte. Llevamos así siglos y siglos para ver cómo podemos ser más felices. Al final todo consiste en eso, ser felices juntos.
-Llevarlo al registro de comedia y reírse de ello es una forma de ver que sin superarlo, sabemos llevarlo bien.
-Todas las buenas comedias llevan un drama por debajo. Esta función aunque el espectador se reirá del principio al final, porque es muy divertida, por debajo ofrece un drama total. Habla mucho de la soledad de los cuatro personajes, sobre todo de Quino. De alguna manera, aunque no hay mujeres en la función, Carmen, la mujer de Quino, planea todo el tiempo sobre el escenario. Es muy interesante y quizá uno de los papeles más bonitos que he tenido la suerte de hacer, porque tiene de todo. Está enamorado de su mujer, tiene que vender su piso, pero ahí están sus recuerdos, se lo va apalabrando a tres personas y todos terminan viviendo en la casa.
-¿Hay una lectura también de apego a lo material ligada a la vida real?
-En un piso hay que vivir, la gente necesita un techo para vivir y en esta función se toca ese tema también. Él no quiere vender esa vivienda porque también incluye sus recuerdos. Eso es una cosa que he hablado con abogados y que sucede en la realidad.
-¿Qué caracteriza a este personaje que considera tan bonito?
-Es muy rico. Es un personaje ingenuo, pero a la vez pícaro, muy tierno que llama constantemente a su mujer y hace todo lo que ella le dice. De alguna manera se ha visto metido en un follón y es incapaz de tomar ninguna decisión.
-Comparten escenario cuatro actores con una larga trayectoria. ¿Eso ofrece seguridad?
-Esta función ya la habían hecho hace años, pero ha evolucionado mucho. Yo llevo menos tiempo, y me he adaptado enseguida. Estoy disfrutando muchísimo. Trabajar con ellos es maravilloso. Tienen muchas tablas, muchos años de teatro y es una gozada. Lo bueno de esta función es que todos los actores tienen su momento.
-¿Qué lección ha sacado del parón obligatorio?
-Tuve mucha incertidumbre. Me hablaban de proyectos mientras estábamos encerrados y yo pensaba: Pero si no sabemos lo que va a pasar. Tuve la suerte de estar con 'Los Mojigatos' actuando en muchos sitios y fue muy bonito ver que la gente seguía viniendo al teatro. Verles con las mascarillas era muy emocionante porque de alguna manera, querían seguir colaborando con el teatro y que la vida continuase.
-Ofrecer ese entretenimiento, hacer reír, ¿ha cobrado mucho más valor?
-Sí. Nosotros siempre dábamos gracias a los espectadores al terminar la función y creo que era un momento más emotivo que la función misma. Era una cosa complicada. Nosotros vivimos gracias a que la gente vaya al teatro. Un actor sin público es como un psicoanalista sin pacientes. Entretener a la gente también sirve para aliviar los problemas de la vida. Te evades durante una hora y media.
-El teatro es esa madre que siempre te acoge, dice.
-Soy feliz en el teatro. Muy feliz. Por ejemplo volver a Santander me pone contento. Me gusta viajar, me gusta actuar y hacerlo con un espectáculo nuevo es maravilloso. Ahí actuaremos detrás del grupo La Zaranda, con quienes he actuado antes de la pandemia. Cuando me preguntan que me gusta más, siempre pienso que lo que los actores queremos son buenos personajes. Si además te diviertes y tienes el teatro lleno, no hay placer comparable.
-¿Alguna vez se ha marcado límites con algo que le haya hecho estar incómodo?
-Sí, y hay que hacerlo. Yo lo he dicho alguna vez. Lo más importante es estar a gusto en cualquier cosa que hagas porque si no no harás bien tu trabajo. Y en el teatro, además, el espectador se da cuenta.
-¿Le han servido para algo las críticas?
-Todo es relativo. Yo he tenido críticas muy malas y muy buenas. Me acuerdo que un profesor del colegio, cuando hacía 'Las bicicletas son para el verano', me dijo que al final, los únicos que tenían que opinar éramos el público y yo.
-Llegado a este punto de su carrera, ¿qué hay por delante que le genere curiosidad?
-La fotografía siempre me ha interesado, de hecho, tuve una exposición de fotografía en el Casyc hace años. Ahora tengo todo el año con 'La curva de la felicidad' que para mí está siendo un regalo y quizá después recuperaré algo similar a 'Una noche con Gabino', para mí lo importante es seguir aprendiendo como persona y como profesional.
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